Formentera Lady

José Sacristán es Samuel, aunque ha envejecido todavía conserva el espíritu Hippie de los 70, vive sin ninguna responsabilidad en la isla de Formentera en una chabola sin luz, pero no le importa en absoluto es feliz a su manera, saca algún dinero tocando el banjo en bares de mala muerte y así consigue algo de dinero para comer. Pero todo se le complica cuando su hija con la que no tiene casi relación le deja al nieto porque tiene que irse al extranjero a trabajar.

Alguien así es incapaz de asumir el compromiso para cuidar al crío, por lo que comienzan los problemas. Pau Durá debuta en el terreno del largometraje con esta película, también el guión corre a su cargo y la idea no es mala, pero al desarrollo de la historia le falta mucha química entre Sacristán y el chaval interpretado por Sandro Ballesteros. También a mi parecer estas películas requieren una buena dosis de sentimentalismo entre abuelo-nieto que brilla por su ausencia. Dejando al personaje de Sacristán como un cascarrabias irremediable. Nora Navas que interpreta a la madre está correcta como siempre.

Sacristan se come la película, aunque también podría haberse esmerado un poco más en las escenas que toca la guitarra o torpeza del director en aguantar un plano largo mientras toca ya que se nota claramente que ni mueve las manos lo que causa risas entre los espectadores.

Un película sencilla, sin mucho que ofrecer que se pudo ver en el pasado Festival de cine de Málaga.
Destino Arrakis.com

Busco películas con algún punto de originalidad, tanto en el cine como en la tele, huyendo de tópicos y modas comerciales. Me puse a ver esta, atraído por la personalidad del protagonista y por el argumento poco habitual, pero a los diez minutos me decepcionó por lo endeble del guión y porque es como una película reportaje, con movimiento continuo de la cámara, sin respetar los planos fijos, un procedimiento que llega ser molesto para la vista, claramente para la mía. No le encuentro sentido a esta técnica de filmación, al menos en este caso, como no sea la comodidad de la cámara al hombro. En mi valoración pierde puntos por este detalle.

Si uno mira atentamente el cartel, prácticamente, en un ejercicio de síntesis, está todo dicho. Pau Durá (Alicante / 1972) actor y director de teatro y sobre todo televisión debuta en la pantalla grande con un guión propio muy sobado y más adecuado (con todos los respetos a Mercero) de un Verano Azul Formentero. Tampoco es que el presupuesto y la realización sean como para tirar cohetes. A pesar de que a los 10 minutos la trama y los personajes están calados, es de agradecer que Durá no lleve al extremo el melodrama y de que la cosa no llegue a la hora y media. Sin Sacristán, las añoranzas y responsabilidades tardías de este hippie que hace suya la lírica letra de la canción de King Crimson, no serían lo mismo. Jordi Sanchez y Nora Navas aprovechan sus momentos y la propia isla cierra el reparto.

Uno se la imagina con presupuesto USA, con Jeff Bridges tocando el banjo y con cualquiera de los niños actores maravillosos que pare la industria del espectáculo al otro lado del atlántico como churros. Por imaginar...

cineziete.wordpress.com  

Creo que se le podría haber sacado más partido a una historia tan universal como la que cuenta la película. Me han sobrado momentos de ukelele para rellenar, momentos que se podrían haber aprovechado para profundizar en la relación del protagonista con su hija y no tener que recurrir a la típica escena de lloriqueo frente a un proyector. Contar con el talento de Sacristán y un paraíso visual como Formentera nos hace pasar un rato más agradable pese a la simplicidad de la obra.

Ser distinto es difícil, muy difícil, y ya ser un mito o una leyenda es casi una tarea titánica nivel Superhéroe y si no te has muerto, ¡ni te digo!. Sobre todo mantener el estatus conseguido, qué les voy a contar yo que ustedes, queridos amigos no sepan ya, en mí tienen un referente claro. Ser diferente es muy cansado. Siempre hay que mantener el listón muy alto ya que somos los faros que iluminan a muchas personas en el devenir de sus vidas.
¿Y qué demonios me cuenta el pamplinas éste? Pues eso, Sammy es un viejo hippy cuyo sueño era ser farero en Formentera, llegando en los años 70 bajo el paraguas de la moda hippy, el canto a la libertad, la música y el culto a las drogas.
Samuel es músico, tópico de aquellos entonces, típico de una cultura que cogió las Islas Baleares como centro neurálgico de su idiosincrasia y modus vivendi.
Samuel es un desastre, un hippy, vive a su bola con la única obligación de tocar ese banjo que es una extensión de sí mismo, en el club de toda la vida, donde todos se conocen y donde casi todo se sabe.
Todo parece cambiar cuando recibe la inesperada visita de su única hija Anna con Marc, su nieto, y que le trae una sorpresa: ella ha encontrado trabajo en Francia y de momento, Marc se quedará en casa con el abuelo (Samuel, no nuestro Agüelico, el chaval tampoco tiene culpa de nada, ¡criatura!).
A partir de este momento, la vida de Sammy cambiará, pero tampoco tanto como pudiéramos pensar. Es difícil que un río cambie su curso, pero no imposible.
¿Saben vds qué pasa queridos lectores? Pues que este guión ya lo he visto muchas veces, demasiadas. No la historia que interpreta el bueno de Pepe Sacristán, que está soberbio y más rejuvenecido, no es la historia de un hippy que se quedó en la época hippy y no ha sabido o querido avanzar, no. La historia que he visto es tan moderna y real como el aire que respiramos y el sol que nos alumbra y que lamentablemente conocemos. Hijos que hemos de recurrir a los abuelos para todo. Hijos que hoy son la tabla de salvación de una generación a la que le vendieron que tenían derecho a todo y que ahora va purgando sus penas en una más que lineal vida con pocas esperanzas y muchos reproches.
En definitiva, Samuel iniciará un viaje que le devolverá a un mundo que desconoce por completo, la realidad.
El título de la película, que esta vez si me lo sé, corresponde a la canción que suena en la BSO del film de los King Crimson y su Formentera Lady, a los que tiene una calle dedicada en la isla.
José Sacristán -no necesita presentación- protagoniza esta ópera prima de Pau Durà -que también se reserva un papel- cuyo reparto completan Jordi Sánchez (La higuera de los bastardos, Recio) y Nora Navas (El ciudadano ilustre).

LO MEJOR: Mostrar en un solo film la belleza de Formentera, la cruel realidad que vivimos y que nunca es tarde para nada.
LO PEOR: Saca mi lado negativo, quizás sea su gran acierto, no dejarme indiferente.