Forever Mine
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29 de marzo de 2008
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película no me ha desagradado, pese a su lentitud. Este es su peor defecto, además de un final sin fuerza y precipitado. Lo mejor, Gretchel Mol, muy guapa y elegante.
La película podría haber dado mucho más de sí, pero toda la segunda parte, la de la venganza, es mucho más floja y da la impresión de que el director no se encuentra a gusto y no sabe como afrontarla.
La película podría haber dado mucho más de sí, pero toda la segunda parte, la de la venganza, es mucho más floja y da la impresión de que el director no se encuentra a gusto y no sabe como afrontarla.
22 de diciembre de 2022
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Pongamos que a su director y guionista le hubiese dado por terminar 'American Gigoló' con un final distinto, no parcial sino del todo amargo con la esposa del senador que vuelve al lado de su marido durante la estancia en prisión de su empotrador. Partiendo de dicha premisa echémosle a lo que viniese luego unas vengativas gotas de Max Cady ('El cabo del miedo / del terror) a Joseph Fiennes bajo ese filtro del atractivo seductor/acosador con ojillos desnortados de atractivo seductor/acosador que Chen Kaige reciclaría en 'Killing me softly' unos dos años después.
Otro pastiche (no era el único del director) cuajado de traiciones, desengaños amorosos y ese carro de consabidas venganzas -rebuscadas, por supuesto- en los límites de la credibilidad, obedeciendo al canon y clichés dentro de un subgénero que Schrader ha manejado siempre con tanto brío como Adrian Lynne o Brian de Palma, pero sin encallarse y en salteadas incursiones con cuentagotas.
Angelo Badalamenti es el encargado de subrayar la pasión y la torridez cuando entran en escena -sobre todo en los créditos- a golpe de instrumentos de viento.
Ostensiblemente superior a algunos de los thrillers eróticos firmados por Schrader en el pasado para los lucimientos de Richard Gere o Willem Dafoe, con un Ray Liotta extremadamente Ray Liotta que compensa la sobreactuación involuntariamente cómica acostumbrada en el más regulero de los Hermanos Fiennes.
Un thriller pasable que, nos guste o no, servía para recordarnos que el Schrader de los juguetes con giros demenciales seguía ahí y merecía ser reivindicado en 1999.
Y qué narices, por lo tremenda que está en cada plano Gretchen Mol (haga lo que haga, pero especialmente al salir del agua).
Nota personal: puedo suponer que 'Forever Mine' no ganó un Oscar al Mejor Maquillaje.
Demencial pero estimulante.
Otro pastiche (no era el único del director) cuajado de traiciones, desengaños amorosos y ese carro de consabidas venganzas -rebuscadas, por supuesto- en los límites de la credibilidad, obedeciendo al canon y clichés dentro de un subgénero que Schrader ha manejado siempre con tanto brío como Adrian Lynne o Brian de Palma, pero sin encallarse y en salteadas incursiones con cuentagotas.
Angelo Badalamenti es el encargado de subrayar la pasión y la torridez cuando entran en escena -sobre todo en los créditos- a golpe de instrumentos de viento.
Ostensiblemente superior a algunos de los thrillers eróticos firmados por Schrader en el pasado para los lucimientos de Richard Gere o Willem Dafoe, con un Ray Liotta extremadamente Ray Liotta que compensa la sobreactuación involuntariamente cómica acostumbrada en el más regulero de los Hermanos Fiennes.
Un thriller pasable que, nos guste o no, servía para recordarnos que el Schrader de los juguetes con giros demenciales seguía ahí y merecía ser reivindicado en 1999.
Y qué narices, por lo tremenda que está en cada plano Gretchen Mol (haga lo que haga, pero especialmente al salir del agua).
Nota personal: puedo suponer que 'Forever Mine' no ganó un Oscar al Mejor Maquillaje.
Demencial pero estimulante.
5 de marzo de 2024
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Thriller amoroso, típico y tópico a ritmo de playa, sol, calor y sucios negocios manchados por el dinero de Florida.
Pretende algo difícil de conseguir, encontrar ese punto medio entre la sobriedad de las historias sucias del Nueva York oloroso y deprimente y los romances 'ochenteros' entre personas de distinta clase social. Una innecesaria fórmula que no sale si no hay crimen sangriento, malos torpes y ambiciones que van más allá de las posibilidades de cada cual. Aquí todo se reduce a narrar una historia de amor veraniego entre una mujer casada con un chico de playa. Bonita historia, sin duda, que motiva la venganza y propicia el desastre, pero no es una buena historia. O sí lo es y está mal contada.
En todo caso no parece una película de Schrader, cineasta duro, seco, polémico, enrrabietado con el mundo, a veces sórdido, otras malévolo, siempre interesante. Aquí parece un blandengue que ha cogido este trabajo por puro convencionalismo político y supervivencia económica. Seguro que le pagaron bien, pero no creo que la cinta esté ni entre sus preferidas, ni entre las de su público.
El reparto es correcto: Joseph Fiennes, Gretchen Mol y Ray Liotta, aunque el protagonismo se lo lleva la chica, y el otro Fiennes y no Liotta, no parece una sobresaliente combinación.
Chica muy guapa, es cierto, pero poco destacada. Tiene metraje suficiente para dar más de sí. Y, sin embargo, no destaca, no consigue sobresalir de la media. Es cierto que la cinta no da para más, pero se queda corta.
Pretende algo difícil de conseguir, encontrar ese punto medio entre la sobriedad de las historias sucias del Nueva York oloroso y deprimente y los romances 'ochenteros' entre personas de distinta clase social. Una innecesaria fórmula que no sale si no hay crimen sangriento, malos torpes y ambiciones que van más allá de las posibilidades de cada cual. Aquí todo se reduce a narrar una historia de amor veraniego entre una mujer casada con un chico de playa. Bonita historia, sin duda, que motiva la venganza y propicia el desastre, pero no es una buena historia. O sí lo es y está mal contada.
En todo caso no parece una película de Schrader, cineasta duro, seco, polémico, enrrabietado con el mundo, a veces sórdido, otras malévolo, siempre interesante. Aquí parece un blandengue que ha cogido este trabajo por puro convencionalismo político y supervivencia económica. Seguro que le pagaron bien, pero no creo que la cinta esté ni entre sus preferidas, ni entre las de su público.
El reparto es correcto: Joseph Fiennes, Gretchen Mol y Ray Liotta, aunque el protagonismo se lo lleva la chica, y el otro Fiennes y no Liotta, no parece una sobresaliente combinación.
Chica muy guapa, es cierto, pero poco destacada. Tiene metraje suficiente para dar más de sí. Y, sin embargo, no destaca, no consigue sobresalir de la media. Es cierto que la cinta no da para más, pero se queda corta.
29 de marzo de 2008
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No hay película de este director tan mala; es más, tiene títulos excelentes en su mayoría, además de ser un gran guionista de otros directores. Para mí que necesitaba dinero y vendió este triángulo como thriller palomitero con su dosis de morbosa sexualidad, un "verso" con el que determinados productores suelen forrarse pero le ha salido mal: no se reconoce su dominio técnico en nada, ni en el invento comercial-entretenido ni en el arte de hacer buenas películas. Es que "esto", que tiene todos los condimentos para resultar al menos bastante interesante y un buen punto excitante con esa preciosidad increíble de Gretchel Mol resulta inverosímil, pesada y aburrida. Los galanes dan risa, el conflicto carece de garra.
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