La última víctima

Un instituto, un grupo de jóvenes rebeldes, un asesinato en las inmediaciones de su lugar de estudio... este es el arranque de Cry Wolf, una película plena de clichés del cine adolescente pero bastante amena de ver (para mi sorpresa).
El grupo de amigos, tras suceder el crimen, decide crear la historia del asesino, generar un mito de asesino en serie describiendo meticulosamente sus anteriores asesinatos, instando a creer que va a volver a ocurrir lo mismo. Una vez inventado lo difunden por Internet entre todos sus compañeros y alimentan el rumor hasta el extremo de crear una nueva y aterradora leyenda con toques de realismo.
Todo les resulta muy divertido hasta que las muertes comienzan a sucederse tal y como las han descrito, entonces, y perdida ya toda su credibilidad entre compañeros, policía, profesores... no quedan más que ellos para desenmascarar al asesino y poner fin al horror.
Como decía el film está correctamente manufacturado, se deja ver con fluidez e interés, aunque miedo, más bien poco o ninguno, pero si despierta el cerebro, invitándolo a hacer cábalas varias a lo largo de todo su desarrollo.
Su mayor debilidad, además de los clichés a los que ya hice mención, es la sensación de "ya visto", hace unos años ya hubo una película, GOSSIP, desafortunadamente estrenada en España como "Rumores que matan" que pese a tener poco éxito, nos contaba lo mismo y bastante mejor.
Para pasar un buen rato sin exigirle mucho.
Enoch

"Cry Wolf" es una "película de terror adolescente con psicópata" de guión tramposo y lleno de tópicos, que hace uso de giros argumentales tan forzados como inteligentes para mantener el interés del espectador hasta el desenlace. A pesar de sus defectos, se dejará ver por los fans del género.

Pequeña producción de terror más enfocada al suspense que, para sorpresa, es bastante agradable de ver y contiene un final notable de esos de abrir la boca. Tampoco es gran cosa, no nos engañemos. La historia sigue a un grupo de universitarios aburridos que juegan a diversos juegos macabros (y a su vez incomprensibles) y deciden inventarse la figura de un psicópata en el campus. A partir de ahí (ya llevamos media hora de cinta) todo ocurre como uno se imagina: la amenaza parece volverse real, unos cuantos sustos y el suspense justo para mantener el interés. Algunas situaciones están bien construidas y resaltan algo de originalidad por parte de su director que sin embargo también cae con facilidad en los tópicos de manual de cualquier película con asesino con careta. Los personajes tienen un desarrollo escaso y no van más allá de su nombre y su interés sentimental con lo cual tampoco favorece que nos metamos mucho en la historia. A pesar de todo, la cinta se deja ver y llegamos a un desenlace sorpresivo, bien enlazado y poco inesperado en este tipo de producciones y que, sin duda, es lo mejor de este film que al menos intenta aportar algo nuevo al género, y eso, es de agradecer. La peor parte viene de mano de sus actores, bastante planos y con la expresividad justa para pasar el día. Mencionar lo mal que está envejeciendo Jon Bon Jovi, cuya intervención en ‘Cry Wolf’ es cuanto menos, inquietante. Resumiendo, algo mejor que otras cintas similares aunque abstenerse aquellos que deseen ver grandes cuchillos, chicas gritando sin parar y mucha sangre.

Lo mejor: Su final.
Lo peor: Quizá es algo aburrida y merecía un mayor desarrollo de personajes.

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Que lista la pelirroja. Al principio se le notaba que tenía pinta de ser la que iba a causar el desastre,, pero después las cosas cambian.
Hubo un momento, antes de que llegase el final, en el que pensé que la película ganaría mucho más si las muertes fuesen mucho mejores. Pero me equivoqué.
Y lo cierto es que la idea es genial porque, desde el principio, te muestran que ni siquiera pueden confiar los unos en los otros.
¿Y lo de crear la historia? A partir de ese momento se crea como una atmósfera de tensión, sobre todo porque esperas que, en cualquier momento, aparezca el pasamontañas naranja por alguna esquina.
Lo del cuchillo me recordó a Scream. Le podían haber puesto una motosierra o alguna otra cosa que asustase aún más.
Pero, como ya he dicho, la idea está muy bien. Eso sí, tienes que estar muy atento a cada detalle para poder encajar algunas piezas y poder sacar tus propias conclusiones, aunque he de decir que es difícil hacerlo porque es enrevesado.
Sin embargo, esta vez no puedo decir que el final sea lo mejor porque, al igual que la prota, estaría mintiendo.
Desde el principio te van sacando una cosa tras otra que te hace imposible aburrirte.
Sinceramente, me ha gustado mucho. Es de esas películas en las que no hace falta que haya "terror" ni masacres para acabar de verla y sentir que no ha sido un tiempo perdido, sino todo lo contrario.

Vale que los actores no deslumbran y que Bon Jovi tiene de actor lo que yo de zanahoria, pero la película entretiene, que es lo que yo busco cuando veo este determinado tipo de cine. Hace tiempo que deje atrás el snobismo, ese que te lleva a calificar como bazofia todo tipo de cine que se aleja del independiente, del de mal llamado autor. Es evidente que la cinta no pretende llevar a cabo ninguna crítica social (eso es patrimonio de Ken Loach), solo pretende entretener. Y conmigo, al menos, repito que lo consiguió. Además, alejándose del cliché de peli adolescente. No hay escenas eróticas, no hay sangre a tutiplén, sólo una historia, más o menos bien llevada y que termina encajando con la consabida sorpresita final. En resumen, no es ninguna maravilla, pero tampoco hay que destrozarla.