El cuervo

Fabulación sobre los últimos días de Edgar Alan Poe, sigue siendo un misterio qué ocurrió antes de su muerte y por qué apareció en un banco y pronunciando un nombre una y otra vez vestido con unas ropas que no eran suyas.
A partir de ese episodio histórico se construye un guion que poco o nada tiene que ver con el personaje histórico y con la figura del escritor. Quienes hemos disfrutado de sus relatos entendemos que haya quien incluso se puede sentir ofendido por el tratamiento tan hollywoodiense que se hace del personaje histórico. John Cusack es una gran actor con una carrera plagada de luces y sombras, indudablemente este trabajo habrá que ponerlo en la segunda de las listas.
Pero, además de que los actores principales no ayudan al tono general de la película, es cierto que lo peor se reserva para el guion.
Una exageración sin pies ni cabeza que acaba con un giro tan estrambótico como inconexo. Un desastre de guion, llena de frases malas innobles como marco para algunos de los poemas de Poe que siguen electrizando.
Al menos existe algo interesante en la película, la dirección de un James McTeigue que recuerda algo de los buenos momentos de V for Vendetta; en todo caso insuficiente para levantar el tono general.

Hay dos cosas que no soporto en una película: que tergiversen la verdad y que aprovechen la fama de personajes populares para intentar rentabilizar una película mala. Tenemos ejemplos como enfrentar a Freddy contra Jason, a Alien contra Predator, convertir a uno de los mejores presidentes de la historia de EEUU, Abraham Lincoln, en un cazador de vampiros, y un largo etcétera.

¿Era realmente necesario tergiversar la biografía de Poe para encajarlo en un guión pésimo? ¿Era necesario que fuese Poe el protagonista, y no un escritor de terror ficticio? Veamos algunas de las barrabasadas cometidas:

- La esposa de Poe (¡sopresa, estuvo casado!) tenía una década menos de edad que él. Poe tenía 21 años cuando se casó y ella 13.
- La esposa de Poe muere varios años antes que él, y de tuberculosis.
- Poe murió siendo un alcohólico, y debido a esta enfermedad.

¿Empiezas a sentirte timado?
Pero aparte de eso, es que la película es mala. Pretende establecer un juego entre asesino y escritor donde uno da pistas siempre que el otro escriba un relato de lo que acontece, pero todo está muy forzado. No fluye de forma natural ni elegante. La resolución final del caso es lamentable.

Una pena por John Cusack, que por lo general ha tenido buenos papeles hasta el momento. Supongo que es difícil resistirse a protagonizar una superproducción "de lo que sea".

Aceptable thriller con atmósfera gótica bastante conseguida en decorados, localizaciones, personajes y vestuario.

Un asesino mata a sus víctimas inspirándose en los relatos de Poe. Y éste intentará pararlo.
Como ocurre inexcusablemente en las películas de Hollywood, hay un romance entre el protagonista y una dama cuya familia desaprueba la relación con el escritor.

Entre la intriga del asesino, los sinsabores económicos del día a día de Poe y las dificultades de su relación, transcurre la película que, sin ser apabullante, supera claramente a muchas del mercado.

Buen arranque, argumento aceptable que se sigue con interés (y claridad) y que nos permite deambular por varias de las más conocidas historias de Poe.

Tiene cierta intriga y las pistas que deja el asesino nos llevan de un escenario a otro. El final es digno de un relato de Poe, rebuscado y tenebroso.

Los más fans de Poe encontrarán esta película naif y superficial. Su misteriosa muerte en la vida real daba juego para una película más oscura y de más calado. Hasta que alguien se decida a hacerla, ésta es un digno sucedáneo.

En épocas de pocas ideas y escasa inspiración por parte de los guionistas es de agradecer que surjan ideas interesantes como la que propone “El enigma del cuervo”. Esto es, casar las películas de asesinos en serie con los últimos días de un escritor tan sugestivo como Edgar Allan Poe, convirtiendo al autor en personaje principal del que podría ser uno más de sus relatos. Lástima que James McTeigue no haya sabido sacarle el provecho suficiente a tal premisa ni haya sabido aprovecharse de todos los elementos que se le ponían al alcance. Calles oscuras, coches con carruajes, personajes lúgubres y misteriosos, todo ello invitaba a crear una atmósfera perfecta para acelerar el pulso de los espectadores . Pero creo que equivocadamente McTeigue opta por huir de la sutileza y llamar a las puertas del gore, prefiere el susto y el golpe de efecto a la tensión progresiva y desvía la historia por el camino del thriller televisivo moderno. Esto requiere de un guión forzado y cogido con pinzas que obliga al espectador a un sobreesfuerzo para tragar con la historia que le están contando (y que yo confieso que no conseguí engullir pese a mi voluntad), a dejar el desarrollo de la película en manos de unas pistas que solo las más remotas casualidades harán que se vayan resolviendo. Así pues el reconocible esfuerzo de producción se ve lastrado por un desarrollo argumental convencional, poco estimulante ni siquiera a la hora de descubrir la identidad del villano y un protagonista, un John Cusack al que definitivamente le sienta mejor la comedia, algo desubicado.

Lo mejor: los momentos de Emily en su “apartamento”.

Lo peor: la historia no hace honor a tan brillante escritor.

La figura de Poe me atrae de por sí, y encuentro todo un acierto esta película.
La historia es atrayente. Oscura, sangrienta, llena de enigmas al estilo de Sherlock Holmes, pero protagonizado por el mismísimo Edgar Allan Poe, acuciado por un asesino metódico que emula historias del escritor con resultados grotescos.

Te mantiene en tensión en muchos momentos, y el final realmente es lo esperado, agraciadamente. Por lo menos a mi me parece el mejor desenlace.

No hay demasiados efectos especiales, pero los que hay son adecuados, muy sugestivos.
La recomiendo mil veces.