El hombre sin pasado

Nueva muestra del buen hacer del cine coreano que supuso uno de los taquillazos más sonados en aquel país, y que por estos lares apenas se ha hablado fuera del mainstream.

El filme de Lee Jeong-beom cuenta una historia muy al estilo del cine asiático: aparentemente deshilvanada al principio, donde hay que hacer un esfuerzo por situar cada personaje en su sitio y en su contexto, y bien ensamblada conforme avanza el metraje, cuando todo el jaleo inicial parece cobrar sentido en nuestras cabezas. El guion no describe nada sorprendente ni novedoso, cimentándose en una historia bastante típica de yakuzas, policías, secuestros y héroes de acción que tanto hemos visto en el cine norteamericano, de cuyo seno parece mamar en grandes sorbos.

La diferencia estriba en el fabuloso montaje, que inyecta en la película su trepidante ritmo y hace que las escenas de acción sean adrenalínicas. La factura general es de gran calidad técnica, cuidando los detalles y jugando con la cámara, ofreciendo planos vertiginosos y muy bien orientados.

El protagonista no podría ser más estereotipado: un antihéroe silencioso, con un tremendo trauma del pasado, repartiendo muerte a mansalva como quien reparte barras de pan, un ex – de todo que se muestra siempre como si llevara años sin dormir más de una hora seguida porque sería una pérdida de tiempo. Won Bin, quien ya hizo un gran trabajo en la extraordinaria “Lazos de guerra” (2004), encarna muy correctamente a esta alma en pena a la que es mejor no incordiar demasiado.

En resumen, un nuevo acierto más del espectacular cine de acción coreano del que Hollywood no parece querer inspirarse nada más que para hacer remakes descafeinados.

El argumento bien podría ser el de una de las películas de Steven Seagal; eso sí, bien hecha y con un buen actor. Won Bin, soberbio. Me parece uno de los mejores actores del panorama asiático. Que nadie espere ver nada más allá de la mera acción, porque esta película no ofrece nada que no hayamos visto antes en la gran pantalla.

Esta película no muestra nada nuevo que no hayamos vistos en ciertas películas de acción americanas como las hechas por Steven Seagal: mucha acción al final, malos muy malotes e historia muuuy simple y predecicle. Pero hay un pero; y es que incluye ciertos toques de sentimentalismo que ayuda un poco a enriquecer la trama y que nunca encontramos en las pelis "yankis".

Recomendada para la gente que le gustan las películas de acción bastante simples sin un gran argumento a su espalda. No esperes gran cosa de ella.

Me he llevado una gran decepción con esta película. La encuentro demasiado llena de acción barata, la de mucha pose y muy poco contenido.
Pero lo que más me ha decepcionado es que es un cóctel coreano de todos los ingredientes que hacen de este tipo de cine asiático uno de los mejores, pero en este caso la mezcla resulta un auténtico fracaso.
No la recomiendo ni para pasar el rato.

Acostumbrados ya a la temática de cine de mafias que nos viene de Asia, ésta película es una más de ellas, pero contada de una forma especial, de manera que el interés va creciendo conforme pasan los minutos, y la trama se va haciendo más y más negra. El personaje protagonista está muy bien creado, así como la pareja de malos sin escrúpulos, y de nuevo la policía coreana es algo estúpida, auque en menor grado que otras películas como "The chaser" o "The yellow sea".
Cambiaría el final, lo comento más abajo