Haz click aquí para copiar la URL

Asalto al presidio 13

Acción. Intriga. Thriller Un policía de Los Angeles recibe su primer destino en una comisaría que está siendo trasladada a un nuevo edificio. Nada parece que vaya a turbiar la paz del lugar, hasta la llegada de un furgón que custodia a un famoso criminal, que ha de pasar la noche en la comisaría... Un aclamado thriller de acción de serie B que está inspirado en el famoso western "Río Bravo". (FILMAFFINITY)
<< 1 8 9 10 11 13 >>
Críticas 65
Críticas ordenadas por utilidad
29 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carpenter en su mejor período creativo, es interesante como el director como otros de su generación reinventó el cine de género, a su vez que no dejaba de rendirle homenaje a los clásicos.
Acá en vez de un pueblo en el medio del oeste, hay una comisaria a punto de ser trasladada, y en vez de indígenas, una pandilla criminal, que los asedia y de la que tendrán que defenderse con uñas y dientes.
Lo mejor, la construcción de personajes, el criminal Napoleón Wilson, se convierte en un héroe, desde el primer momento empatizamos con el personaje, lo mismo con el policía, y con la secretaria, la cuál tiene una especie de romance "intelectual" con Napoleón, en los diálogos entre ambos también se ve ese homenaje al cine clásico de Carpenter.
La película es muy entretenida, aunque le falta pulir elementos y un mejor presupuesto, pero tiene mucho encanto, humor negro, y mucha vitalidad, lo que hace que obviemos (en parte) sus desprolijidades.
Manuel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carpenter saca la escopeta, mezcla negros con blancos, pone la música que le da la gana, una buena dosis de violencia y que brote todo lo que sea necesario el líquido rojo. Por lo visto, la receta funciona incluso más de cuarenta años después. Si alguien se acerca a verla tanto tiempo después notará muchas, demasiadas diferencias respecto al cine actual. Esta serie B de Carpenter es tan bruta que en muchas ocasiones existe una desconexión exagerada entre una escena y otra. Por poner sólo un ejemplo sin que sea spoiler de tarjeta roja, los asaltantes de esa comisaría en principio caben un coche y al poco, sin explicación alguna, llenarían varios autobuses.

A Carpenter no le hacen falta demasiados trucos, la brutalidad con la que da picotazos le sirve para clavar al espectador a la pantalla. Habrá quien encuentre más satisfacción que otros, siempre habrá discrepancias sobre los gustos, pero lo que es incuestionable es que en "Asalto a la comisaría del distrito 13" tiene un estilo propio. Esos picotazos de violencia, muertes inesperadas y asombrosos diálogos, destacan por encima de una incoherencia innecesaria en el modus operandi de los asaltantes (tal vez se trate de algo premeditado por el director y no una chapuza, cosas que se ven en una película que alguien como yo no entiende y posiblemente su intencionalidad sea necesaria por algo que se me escapa): en todo caso, sabemos más de los atacados que de los atacantes y sobre todo, lo más importante, de ese enfrentamiento aparece una película singular. Para la mayoría es mejor que para mí.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Assault on Precinct 13 (1976), segunda película de John Carpenter como director, cuenta el vengativo ataque a una comisaría por parte de una federación de pandilleros blancos, orientales, negros y latinos en Los Ángeles.

Por Nicolás Bianchi

Todo en Assault on Precinct 13 está en función de la construcción de una atmósfera tensa e irrespirable que es la que van a vivir los protagonistas durante el asedio a la comisaría ubicada en Anderson, Los Ángeles. Los componentes que primero se presentan son la música, característica en la obra del director, guionista e instrumentador, con esos sampleos breves pero continuos que anuncian la inminencia de algo aterrador, y la violencia.

Una escopeta shotgun, de las armas más cinematográficas que puede haber, empuñada por un policía desde una terraza acribilla a un grupo de delincuentes. La cara del agente no es visible. Solo resulta observable su brazo, el arma y el humo que la detonación de los cartuchos va dejando suspendido en el aire. Debajo, en un corredor, negros, latinos, blancos, todos jóvenes, caen ensangrentados tras los balazos. Es una noche más de violencia en Los Ángeles.

Las imágenes sobrepasan a los diálogos, por ahora monosilábicos u onomatopéyicos. Carpenter utiliza todo el ancho de la pantalla, las perspectivas y los ángulos en función de una narración que muestra lo que es prácticamente un fusilamiento de la forma más cruda y austera posible. Ya de día, algunas imágenes del barrio ocupan la pantalla mientras por la radio un policía habla de que las pandillas están fuera de control y que no todas las armas automáticas se pudieron recuperar. En seguida una toma del armamento, todavía en cajas de madera, dentro de lo que parece un departamento. En el cuarto contiguo cuatro jefes del hampa realizan un juramento de sangre para vengar a sus caídos.

Para terminar de preparar la tormenta resta presentar a los que serán los héroes. El policía Austin Stoker (Ethan Bishop) sale de su casa como en una mañana cualquiera y comienza a patrullar las calles de Anderson a la espera de novedades en la radio. Para sumar veracidad a todo lo que se cuenta Carpenter agrega el día y la hora en un subtítulo en la parte inferior de la pantalla. Por ejemplo, el fusilamiento sucedió el sábado a las 3:10 AM.

Queda por introducir a la película a un padre blanco y a su hija, que no pasa los diez años, que esa tarde se dirigen en auto a un cumpleaños. También hay una secuencia en una prisión, en la que están por trasladar a tres condenados a muerte. Ellos son Napoleon Wilson (Darwin Joston), un extrovertido y amenazante criminal blanco, Wells (Tony Burton), un negro más retraído, y un tercero que no para de toser porque está enfermo, también blanco. Lo racial es importante. Por la radio un policía habla de pandillas interraciales. Todos van a confluir en la comisaría, como se anuncia desde el título de la película. El film sube de nivel cuando el capo mafia blanco asesina con desprecio a la niña, la hija del conductor blanco, que buscaba comprar un helado en una camioneta manejada por un policía de incógnito. Allí la amenaza cobra otro tenor. La escena es completamente despiadada.

Los villanos parecen resumir todos los miedos de la sociedad norteamericana. Las distintas razas unidas. En apariencia el negro se asemeja a un militante de las Panteras Negras. El latino luce como un guerrillero cubano. El asiático podría ser un comando del Viet Cong. Pero el peor, en lo que parece ser un guiño de Carpenter, es el blanco, el asesino de la niña. Más tarde, cuando asedien la comisaría utilizarán todos armas con silenciadores. ¿Allí se querrá indicar que todo ese compuesto social es una amenaza indetectable? ¿Qué cuando se den cuenta de qué se trata será demasiado tarde?

Gran parte del éxito de Assault on Precinct 13 es por las hordas de pandilleros y el miedo que infunden. Se han realizado muchas comparaciones desde 1976 a hoy. La película es en parte esos westerns en los que hay que defender un fuerte del ataque los indios. También tiene puntos de contacto con las películas de zombies, género iniciado por George Romero en 1968. Al no pronunciar más que un puñado de palabras los villanos permanecen como un ente puramente malvado. No hay humanidad en ellos, no hay sentimientos. Son elementos que avanzan y que matan. Silenciosamente.
El Golo Cine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de marzo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Assault on Precinct 13 (1976) es la segunda película que rodó John Carpenter. La verdad que ya se notaba que para este hombre los bajos presupuestos no eran impedimentos para hacer películas aceptables. Una película muy entretenida, remake de " Río Bravo" de Howard Hawks".

El primer destino de un policía en los Ángeles será ocuparse del último día de una comisaría que está siendo trasladada. Una tarea sencilla y tranquila hasta que un furgón de transporte de prisioneros se ve obligado a hacer una parada de emergencia.

Una ambientación opresiva muy bien creada, parece que según avanzas la comisaría se hace mas pequeña por momentos. Personajes carismáticos, sobre todo el personaje de Napoleon Wilson, que con sus comentarios ayuda a bajar la tensión en los momentos apropiados.

Recomiendo que veas la película. Si te gustan las pelis de Carpenter esta te va a gustar seguro. Al contrario que en otras suyas, se ve menos sangre explicita pero tienes acción a raudales. Creo que es la primera que veo suya en la que no hay fantasmas/monstruos y la verdad que no me ha imporatdo. Muy buena
quique_aran
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
80/24(25/03/23) Sobrevalorado thriller, al que no se porque se le buscan tres pies al gato, cual exégetas de la Biblia muchos críticos quieren buscar significados ocultos tras un film de lo más simplista, a nivel técnico es de una tosquedad enternecedora, penosamente editado (se nota que la calle y el interior de la comisaria no están en el mismo lugar, de hecho nunca hay tomas que sitúen las dos zonas juntas), rudimentariamente filmado, con iluminación rústica, con personajes de cartón piedra, y donde la idea es un refrito de una tienda que hay tras la ‘Low Cost’ que pone ‘aumentamos el ‘Low Cost’, de films como el western hawksiano “Rio Bravo” mezclado con “La Noche de los Muertos Vivientes” de George A. Romero, pero a unos niveles muy rudimentarios. Es el segundo largometraje (tras “Dark Star”) del que siempre fue una eterna promesa del cine (para mí su pico fue en 1982 con la espléndida “La Cosa”), pero que nunca terminó de consolidarse, gran discípulo del Rey de la serie b Roger Corman, del que posiblemente el neoyorkino aprendió a aprovechar presupuestos parcos, para crear productos de entretenimiento pasajero, para el cineasta ha basado casi toda su extensa filmografía en la misma idea, la de un peligro que acosa a unos protagonistas recluidos en un escaso escenario del que no pueden huir, y esto Carpenter lo ha explotado una y otra vez, aquí ha recluido a unos pocos personajes en una comisaria fantasma asediados por hordas de pandilleros que actúan como zombis.

Carpenter a sus 28 años cual hombre orquesta dirige, escribe, edita y hasta musicaliza, la estrella Blaxploitation Austin Stoker interpreta a un oficial de policía que defiende una comisaría desmantelada contra una banda criminal implacable, junto con Darwin Joston como asesino convicto que lo ayuda, encarnando este a otro de los mantras del director, el anti héroe criminal que ayuda a los ‘buenos’. Laurie Zimmer dando vida al típico personaje hawksiano de mujer dura y segura de sí misma, también están Tony Burton, Martin West y Nancy Kyes como otros defensores del recinto. El productor J. Stein Kaplan se acercó a Carpenter para hacer una película de explotación de bajo presupuesto por menos de $ 100,000, con la condición de que Carpenter tuviera el control creativo total. El guión de Carpenter, originalmente titulado The Anderson Alamo, se inspiró en la película occidental de Howard Hawks Rio Bravo y en la película de terror de George A. Romero Night of the Living Dead. A pesar de la controversia con la MPAA sobre una escena que involucra el asesinato violento de una niña, la película recibió una calificación R.

Aquí los villanos son representados como una masa pétrea de amalgama de todas las etnias posibles, tenemos a un afroamericano es Pantera Negra, el latino es un remedo del Che, el asiático parece un vestigio del Viet Cong, mientras el blanco es un rubio ario, ósea, los peores miedos de la sociedad USA en los 70. La banda de infinitos secuaces se mueven como atenticos horcos, solo para el mal, son el mal y punto, aquí no busques sub textos raciales, pues huye de ello Carpenter al hacer el mejunje, no tiene diálogos (solo hay una frase en el pacto de sangre, ‘Por los seis!’), no tiene ideología, no son materialistas, pues no los vemos pretender dinero alguno, solo matan y punto, ese cual vampiros, zombis, tiburones, hombres lobo es su meta. Y frente a ellos un exiguo grupo de seres atrapados en una comisaría a punto de ser desmantelada, allí sufren en realidad dos ataques y no es que duren demasiado uno y otro, no hay imaginación alguna en estos, desarrollados de modo arcaico, repitiéndose una y otra vez entran por una ventana y les disparan, entran por una puerta y les disparan, y vuelta a repetirse, no hay dilemas morales, no hay dudas en lo que hacer, hay muchos muertos, pero esto nunca afecta a nadie. En los remansos de paz no hay desarrollo alguno de los personajes, que se desenvuelven en medio de diálogos forzados, con un humor de tipos duros nihilistas (idiotesco el momento que juegan como niños a las ‘papas’). De lo mejor es cuando aparece el palabro ‘Cholo’, en la jerga es un ataque sin cuartel, a degüello, sin esperar hacer prisioneros, solo con el objetivo final en mente.

El suspense es sustentado realmente por lo mejor de la cinta, que es la música, que eleva artificialmente lo que en realidad es muy plano en su modo de evolucionar. Es una película que carece de giros que te empujen, todo muy liso, personajes clichés de tipos duros, enfrentados a malos sin alma, no sabiendo/no queriendo hacer algo tan bueno para el cine de acción como es poner a un villano caracterizado que de vigor a la eterna batalla Bien vs Mal. Llegamos al final, un supuesto clímax que te deja (me deja) frío, amén de lo chusco que de pronto los malos con armas ya no las tengan contra los buenos frente al cartelón de escudo (ridículo).

Pretende Carpenter acercarse a tener una atmósfera de terror, ello mediante recursos muy ajados. Tiene el ‘ingenio’ de cada cierto tiempo colocar sobreimpresionada la hora que es, a modo de dar estilo doc a la película (¿?). Teniendo la cinta una primera parte en que compone con tensión el escenario central en que nos abocaremos en la comisaria (no por casualidad llamada del Distrito 13), con ese arranque de tensión entre la policía y una banda de inverosímil de los Street Thunder coctel interracial, un burdo tiroteo con varios muertos, nos hacen saber que han desaparecido armas automáticas policiales (que no veremos en el rush final?), donde los líderes sellaran con su sangre, cual vampiros, solo les falta beber el potaje de hemoglobina… (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 8 9 10 11 13 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow