Con la misma moneda

Después de ver aquí a Joe Don Baker, un clásico en papeles de matón, un auténtico armario, pegarse con un poli aún más grande que él, he recordado otras dos peleas de las más encarnizadas que se pueden ver junto con esta. Una es la de Rod Taylor contra Falconetti en Más oscuro que el ámbar (1970), que duele verla; y la otra en la película Están vivos (1988) de Carpenter.

Framed es uno de esos especímenes de películas con una violencia inusitada. Lewis, un jugador de cartas profesional la sufrirá en sus carnes, pero no será el único. Compagina escenas de lo más variopintas y todas de gran realismo, momentos de relax con su chica cantando, pasan por estancias en la cárcel, trenes arrollando, orejas volando y más escenas llamativas como pocas y, además, disfrutables porque en aquellos años había que tirar de acción real y no de efectos digitales.

Una cinta de consumo lento con una historia de corrupción a todos los niveles en la que como siempre, le toca pringar al paganini de turno, pero esta vez el paganini le saldrá rana a más de uno.

Vista dos veces, la primera de ellas pensé esto de ella:

"Mediocre, aunque funcional película de acción. La realización de Karlson, antíguo buen director en horas malas, es pobre, lo cual lastra el ritmo de la película. Es irregular, con escenas cuasi ridículas, con otras de gran fuerza (las de la cárcel), y éstas últimas gracias al buen hacer de ese buen actor característico que fue John Marley. No aburre, pero tampoco es gran cosa".

Ahora, viéndola en abril de 2022, mi opinión es esta:

En su tiempo, muy dura película, propia de los setenta del cine de Hollywood, con mucha violencia, descarnada, furiosa.
Viéndola ahora, en abril de 2023 la cosa ya no es para tanto, pero sigue siendo un buen ejemplo del cine de Phil Karlson, uno de mis realizadores favoritos de todos los tiempos y autor de un buen puñado de excelentes filmes.
En este caso se trata de su última película, quizás menos buena que bastantes de las que hizo, principalmente en los cincuenta y sesenta, pero estimable.
Es interesante, aunque irregular, tanto en el ritmo como en las situaciones, habiendo picos de intensidad.
Comienza muy bien y todo lo relativo a la estancia en la cárcel del protagonista, con importante personaje para el siempre excelente John Marley, está muy bien.
La parte central quizás es la menos conseguida pero el último tercio vuelve a ser dinamita pura.
Por todo ello, recomendable, siempre y cuando te guste el cine de los setenta, donde los personajes, incluso los más positivos, estaban más allá del bien y del mal.
Aquí se huye de la moralina pero está siempre clara la diferencia entre el bien y el mal, entre la honestidad y la corrupción.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Siempre he tenido predilección por Phil Karlson, siendo plenamente consciente de que no es un gran director, sino un artesano de la Serie B -el Rey le llamaban- que tuvo momento muy interesantes. Pero esta no es su mejor película. Se deja ver sólo por el interés de visionario una cinta suya, en recuerdo de otras mejores.
El guión es bueno, tiene intensidad y profundidad y recorrido, no se se queda corto ni mucho menos, y llenas los 105 minutos de sobra. El juego, la chica, el asesinato, la venganza, el mafioso en la cárcel. Lo tiene todo.
La dirección es enérgica, sentida y con desarrollo.
Me fallan los actores, encabezados por Joe Don Baker, un actor más de tele filmes que de grandes pantallas. Los demás para mi no son desconocidos. Es un grandullón, poco dotado para la interpretación pero lleno de hormonas y testosterona poco compatible con el new man de los años ochenta posteriores.
Una estética muy setentera, en las ropas, en los coches, en los modales, los pelos y barbas, el macarrismo efectista y con altas dosis de adrenalina fatua, sin propósito e inservible.
Lo que más me ha gustado ha sido cómo esconde el director el propósito de venganza del protagonista, hasta más de la mitad de la cinta no lo aprecias, no sabes cómo lo piensa hacer y qué pretende.