¡Dispara!

Adaptación de un relato corto del buen escritor de novela negra Giorgio Scerbanenco (en esa magnífica colección de novela negra llamada “Club del misterio” editada por Bruguera y que cualquier buen aficionado debería tener en su estantería- 150 títulos en los que son todos los que están y que están siendo reeditados a día de hoy en pequeño formato pulp - puedes encontrar al menos 3 obras de este difícil de encontrar, malogrado autor) lo que aquí tenemos es una buena película de venganzas, protagonizada por unos Antonio Banderas y Francesca Neri (“Las edades de Lulú 1990” y la Allegra Pazzi de “Hannibal 2001”) en los papeles de Cesar Valles, un periodista de “El País” que está realizando un reportaje sobre el ambiente de un circo y Ana, una guapísima mujer italiana que realiza un numero en el que demuestra su habilidad disparando (y acertando) en posturas imposibles, que aparte de realizar un excelente trabajo y lucir arrebatadores, tienen una química entre sí capaz de derretir el celuloide.
Durante el primer tercio de metraje asistimos a la atracción que van sintiendo el periodista y la artista circense que desemboca en una relación entre ellos, todo ello contado de forma simpática y atrayente (Giorgio Scerbanenco fue escritor de novela rosa antes de unir su nombre a los maestros de la novela negra), por lo cual cuando vemos a tres jóvenes madrileños (que aunque trabajadores, bien pudieran ser ocasionales compañeros de fechorías de los de “Deprisa, Deprisa 1981” y/o “Los golfos 1960”, ambas documentados y realistas retratos de la delincuencia suburbial, aunque algún desinformado atrevido ha tenido la osadía - esa que da la ignorancia - de calificar a la primera como “inverosímil”), que han sido llamados para arreglar un motor, que al acabar su trabajo junto con la minuta reciben tres entradas para la función (escena en la que el líder de los inquietantes mecánicos encarnado por Coque Malla se nos muestra mirando de forma impertinente y lasciva a Ana) y tras molestar y provocar a la artista durante la función intentan sobrepasarse con ella, cosa que no consiguen al salir un forzudo en su defensa y ahuyentarlos, lo cual los enrabieta aun mas, por lo que vuelven de noche cerrada y la violan de forma salvaje asaltando la caravana en la que Ana se encontraba sola, repito, por lo cual lo que hasta entonces había sido una entretenida historia de amor nos introduce en apenas unos minutos en algo completamente distinto.
A partir de aquí entramos en un recio, absorbente y fatalista thriller de accion, ademas de toda una lección interpretativa de Francesca Neri, primero ejecutando la venganza sobre los 3 desalmados (Coque Malla, Achero Mañas son 2 de ellos) y luego entrando en una espiral de violencia cuando tras ser identificada por el dueño del taller donde esta fue a ejecutar su venganza, se ve perseguida y acorralada.
Sigue en spoiler por falta de espacio:

La película comienza pasada la media hora, si bien el principio es importante para darnos cuenta de la relación especial que tienen los protagonistas, en el fondo es irrelevante, al igual que también es irrelevante (una vez más) el papel interpretado por Antonio Banderas. No sé si es para rellenar hora y media de película para su comercialización, o porque, conociendo el gusto de Saura, Carlos pretende dar a entender lo solidificada que está la relación entre ambos.

A partir de ahí, comienza la película, una historia de venganza y fuga. Es cierto que es muy previsible y típica (a veces, da la sensación de que estás viendo "El Lute") pero aún así es imposible dejar de verla hasta el instante final. Se puede prescindir de este film si se quiere profundizar en la filmografía de Saura, pero tampoco va a sobrar si se decide verla.

Lo que empieza como una curiosa historia de amor ambientada en el circo, pronto deriva, tras un hecho dramático, en una historia de venganza y huida, en la que no se profundiza nada.
Me quedo en muchos momentos la sensación de estar viendo una de Charles Bronson, torpemente rodada, y por la que el tiempo ha pasado de forma desastrosa.
Solo la presencia de Francesca Neri, con su poco simpático personaje, consigue mantenerme moderadamente atento en algunos momentos. En cuanto a Antonio Banderas, aquí tiene uno de los personajes más anodinos de su carrera, y su interpretación esta al mismo nivel.
Seguramente Dispara sea uno de los puntos más bajos de la filmografía de Carlos Saura (al menos de lo que yo he visto).

Amore mio, sinno me moro.
Bastante desastrosa a pesar de tanto, de ella, de su italiana belleza, de lo bien que está, Francesca, amazona de cuerpo atlético y ojos azules, de acento suave y voz ronca, sensual, pletórica mujer y ajustada encarnación, a pesar de esos violines hermosos y ominosos que amenazan/cantan tragedias y recuerdan poderosamente (recuerdos del futuro, aquí me plagio a mí mismo en mi pasado legendario) al Almodóvar de "La piel que habito" (¿mismo compositor?, ¿Alberto Iglesias?), a pesar de tanta poética, reminiscencias, surcos, insinuaciones, alusiones, de tanto mito y símbolo que alienta.
Arrasada toda ella por una articulación narrativa tercermundista, de guionista subcontratado, de desprecio sumario a la inteligencia del espectador, como si ciertas partes las hubieran escrito o muy borrachos o demasiado conscientes de que no había ni talento ni tiempo necesario para estrujarse la sesera y tratar de hacer algo medianamente coherente. Todos esos tropezones burdo argumentativos, zarrapastrosos, dando saltos a trompicones de telediarios ignominiosos, radios casuales y noticias que escuchan justo siempre en el momento adecuado como si el mundo fuera un cuchitril de un metro cuadrado en el que siempre ocurre el único y mismo asesinato repetido eternamente por la portera vieja, sorda y necia.
Banderas también da un poco de pena en su guapura moza de treinta y pocos como actor muy limitado y mal vocalizado, asombrado ante lo imponente que era ella.
Y ahora vayamos a lo bueno, a lo que creemos que se esconde tras tanta cutre y funcional cochambre:

Thriller a partir de la historia de una artista del circo (Neri) que emprende una venganza - el asesinato - contra tres jóvenes mecánicos que la violan, dejando a un lado su prometedora y recién iniciada relación con un periodista de "El País" (Banderas).
No es, ni por asomo, una buena película, la falta consistencia y autocreencia en sus posibilidades, acusando la falta de un guión y unos intérpretes (Neri hace un esfuerzo pero no convence, Banderas directamente no está y el resto son secundarios que no logran peso alguno en la película). Aún así, no molesta pese a su, a ratos, inexcusable torpeza, y cabe verla como un film interesante y pasable, aunque queda muy lejos de lo que pudo llegar a ser.