El foco de la tempestad

Apergaminada, insulsa, falsa, presuntuosa, fallida y extraordinariamente amanerada adaptación de un clásico australiano.

Las actuaciones son penosas y de un amaneramiento insufrible. Las escenas de la hija con la madre son de una artificialidad que roza el ridículo.

Una 'gran señora' de extraordinaria belleza ¿? dirige con mano de hierro la vida de sus insufribles hijos, de dos desquiciadas enfermeras, de una no menos descentrada (me quedo cortísimo) ama de llaves y de un fiel y leal administrador que, al final, resulta el personaje mas creíble y humano.

La historia no tiene gran interés y es bastante predecible, cosa que no tendría mayor importancia si los actores actuaran con diligencia, pero no es el caso.

Bastante lamentable.

¿Y porqué debemos considerar a esta mujer como una gran señora? La NO respuesta en el spoiler.

Una película australiana con buenos valores de producción, bien rodada por Fred Schepisi (La Casa Rusia) y con una buena tríada protagonista. Resumiendo, es una cinta que promete mucho con lo que pone en pantalla, pero a la hora de la ejecución resulta farragosa y por momentos anodina. Dispone sus cartas, pero no las juega bien de cara a un público que puede llegar a aburrirse entre tantos dimes y diretes de una familia rota desde casi el principio. Ni siquiera los flashbacks ayudan a enderezar el camino de una película muy dubitativa en ese aspecto, de tratar de adaptar el libro (Patrick White) en que se basa lo más fiel posible. Pero se olvida de que hay que mantener unas líneas en las adaptaciones al cine. El guión está bien escrito, pero le falta ese factor visual, por así decirlo, de ir más allá de las hojas del libro. Un poco de emoción no le hubiera venido mal, puesto que el tono de la película se mantiene neutro desde el principio hasta el final. No hay algo que anime al espectador mientras ve, con indiferencia, la película. Y si hay algo, es comprobar la maldad que tiene la matriarca de la casa. Pero eso depende de cómo enfoque cada espectador la historia de esta cinta.

El reparto es muy bueno, con grandes nombres como Charlotte Rampling (Benedetta) como esa matriarca severa y antipática, y Geoffrey Rush (Quills) y Judy Davis (A Roma con Amor) como hijos de esta. A ver... No es muy creíble ponerlos como madre e hijos, por mucho maquillaje que le pongas a la señora Rampling para envejecerla, por lo que por este lado cuando una persona se sabe más o menos las edades de ciertos actores no se cree la historia por esta incongruencia de las edades: Rampling es la más mayor de los tres actores principales de esta producción, pero sólo le saca 5 años a Rush y 8 a Davis. Así que ves la película y piensas que son hermanos en lugar de lo otro que se narra. En fin, está muy bien elegir a estos grandes actores pero es un patinazo elegirlos tan cercanos en edad. Así que este es otro de los grandes hándicaps con los que se topa la película además de ser aburrida y falta de convicción. Merece la pena, únicamente, por ver al trío protagonista luchando por demostrar quién se lleva la palma en un buen tour de force interpretativo.