Había una vez un estudio (C)

Salió el anuncio, se estrenó el primer tráiler y se filtraron imágenes. Todo el mundo sabía ya de lo que iba a tratar Érase una vez un estudio, el corto de aniversario de The Walt Disney Company por sus 100 años de historia(s). Supuestamente iba a acompañar a Wish en su estreno en cines, aunque al final la compañía se decantó por estrenarlo en televisión y un día después directamente en Disney+. ¿Error garrafal o buena estrategia de marketing? En realidad poco importa, porque el cortometraje cumple exactamente con lo que prometía y por eso no dudo que va a ser un éxito inmediato. Basta con ver la bárbara nota media que mantiene con apenas 30 votos.

Pero, al ver esta nota, uno no deja de preguntarse... ¿es una nota bien merecida o una exagerada reacción ante el hype? ¿Es Érase una vez un estudio un buen corto o solo cebo para nostálgicos? Esta última definición es la que muchos se temían que iba a ser, y en cierto modo lo es. Érase una vez un estudio es un desfile de cameos y referencias y homenajes a toda una trayectoria cinematográfica, a un siglo de películas y cortometrajes con los que millones de personas han crecido y que reconocen al instante. Así que, efectivamente, en muchos aspectos es solo "nostalgia bait", "fanservice", nada más que imágenes para señalar y reconocer mientras pausas la pantalla. No es una historia profunda, no es tremendamente divertido, no es nada nuevo bajo el sol. No es un corto, es propaganda.

Y qué diablos, qué buena propaganda. No es por que sean películas de Disney, todos esos dibujitos con los que hemos crecido y que nos encandilan el corazón. Es porque son TODAS las películas Disney: no hablamos de La Bella y la Bestia, Aladdin, La sirenita, Pinocho, Blancanieves, Dumbo, Frozen, Enredados y Zootrópolis, hablamos de todas esas y las más olvidadas. El corto ha querido traer a las menos conocidas, como Basil, Oliver y su pandilla o Los rescatadores; ha querido traer a las más atípicas, como Dinosaurio, El emperador y sus locuras o Descubriendo a los Robinson; y se ha atrevido a recordar los clásicos que fueron los mayores fracasos de la compañía, tanto a nivel financiero como crítico, incluyendo Zafarrancho en el rancho, Chicken Little, Hermano Oso, El planeta del tesoro, Atlantis y la mismísima Tarón y el Caldero Mágico. Por increíble que parezca, en 8 minutos caben cameos y referencias a todo tipo de personajes que interaccionan entre sí de un modo mágico. Nadie queda atrás. Bueno, no sé hasta qué punto se ignora a Canción del sur, pero cualquiera se atrevía...

Y por si fuera poco, quienes interactúan no son imitadores de los personajes: en la mayor parte de los casos los actores originales regresan a doblar sus partes, mientras que otros personajes están doblados mediante voz de archivo para conservar la frescura del original. Esto es especialmente mágico en el doblaje castellano, donde no solo los personajes más modernos tienen sus voces correspondientes sino que los personajes viejos reutilizan voces de archivo, ¡incluso con los doblajes latinoamericanos! Eso tiene muchísimo encanto, lo hace más icónico. Otro gran acierto es la locura de recrear los estilos de animación de cada película, haciendo que reconozcas a la perfección qué película está en 3D y cuál en 2D, pero también distinguiendo los distintos procedimientos que separan a Pinocho de Hércules o de El libro de la selva. Visualmente es seguramente el mayor aliciente para recomendar el corto.

Pero entonces, ¿esto hace que deje de ser una mera excusa para ganar dinero mediante nostalgia? Seguramente no, pero mentiría si dijera que en muchos momentos del visionado estaba esbozando una emotiva sonrisa. Y más con cierta interacción entre Mickey Mouse y un cuadro muy especial. Los realizadores han sabido hacer su trabajo, han sabido traer emoción y cariño a 62 películas (a los que se añaden, como ya he dicho, cortos y otras excepciones de la talla de Mary Poppins o Pedro y el dragón Elliot) que con sus pros y sus contras forman parte de nuestra historia. De nuestra vida. Y sobre todo de nuestra infancia. Una infancia que para muchos ha sido feliz gracias a los chistes de Kuzco, a la magia del Genio, a la valentía de Milo Tatch o al rugido de Simba. Son solo algunos clásicos que se me vienen a la mente cuando quiero recordar por qué, a pesar de formar parte de una compañía moralmente cuestionable, las pelis de Disney son en esencia la razón por la que somos como somos. Soñadores.

Disney es tantas cosas. Es ilusión, es emoción, es sueños, es un mundo de posibilidades infinitas…es magia. Desde que se fundará hace justo 100 años, nos ha demostrado a través de películas, cortos, personajes icónicos y mucho más que si crees en ella, la magia existe. Y todo eso se une en este corto en el que es mágico ver a todos los personajes juntos durante 7 minutos, pero más mágico es cómo te emociona, porque revives todo lo que Disney te ha hecho sentir, piensas en lo que todavía está por venir, y ese espíritu que tiene el estudio te invade. Te emocionas como pocas veces consigue emocionarte una película, una serie o un corto. No se me ocurre mejor manera de celebrar un centenario legendario que con esta pequeña aventura. Por enésima vez pero con la misma energía y potencia de siempre, Disney no demuestra que los sueños están ahí para que luchemos por ellos y se cumplan, y que esta vida tiene mucha más magia. Gracias Disney, por todo lo que fue, es y será.

Da igual la edad que tengas, sí o ´si habrás tenido que ver al menos un gran clásico de Disney. La empresa que te dice que soñar es posible y que sus películas son para toda la familia. Su legado es más que legendario, pero los ejecutivos se han encargado en que este legado se convierta en un recuerdo. "One upon a studio" es un homenaje a los sueños, y se nota que lo hicieron con mucho amor. Mezclando todas las animaciones que Disney ha hecho estos últimos 100 años, la tradicional con Blancanieves (la original, no la nueva) hasta la próxima princesa Disney que mezclara animación hibrida y 2-D. Les quedó de diez, la escena emotiva de Walt Disney y el coro del himno de Disney. El mejor cortometraje que he visto en alto nivel. El chiste de Cenicienta y Frozen me causaron mucha gracia.
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Burny Mattinson fue un animador de Disney, trabajó durante 50 largos años, pudo estar presente al rodaje del corto, y si no me equivoco es el anciano que sale por la puerta al principio del corto. Podemos ver sus aportes en películas cómo "Basil, el ratón superdetective", "Los rescatadores", entre otras. El cortometraje está dedicado a su memoria, le agradecemos todos sus aportes al magnífico mundo de la animación que en paz descanse.

Érase una vez un estudio, corto de apenas 8 minutos, y que se ha estrenado en Disney Plus con motivo de la celebración de los 100 años de Disney, que se dice pronto. La premisa del corto es bastante curiosa, ya que reúne a todos los personajes del estudio para hacerse una foto que conmemore este aniversario, y claro, si eres fan de Disney, este regalo es de obligado visionado.

No obstante, me hubiese gustado ver un poco más de algunos clásicos, como es el caso de Mulan o Hércules, por citar dos ejemplos, pero claro, son tantos personajes en un tiempo tan reducido, que entiendo que cueste meterlos a todos, notándose quienes son los importantes para el propio estudio, siendo curioso que destaquen tanto a recientes estrenos por encima de clásicos mucho más relevantes. Y sí, me temo que es para complacer a las jóvenes audiencias, pero aceptamos barco.

Dicho todo esto, la animación es fabulosa, notándose el mimo y cuidado presentados (aunque el inicio sea lo más hipócrita que vas a ver en años…), con un corto que da lo que promete, siendo una reunión de maravillosos personajes que siempre estarán en nuestros corazones. Bueno, al menos la mayoría de ellos, que el estudio no es perfecto. Por lo tanto, una experiencia gratificante si te consideras fan de Disney. Bueno, de sus buenos tiempos, por lo que este corto también se puede considerar una carta de amor a unos tiempos mejores y que jamás volverán. La nostalgia… y esta aventura, derrocha mucha por todos sus costados. Un puñetazo directo al corazón, que se acepta con una sonrisa. Gracias, Disney.

Más críticas: Javi McClane (Youtube)

A pesar de que la reputación de Disney ha decaído últimamente, es un hecho innegable que Disney nos ha acompañado por muchos años y que por más que haya tomado buenas o malas decisiones, el vínculo que tenemos con este titán del entretenimiento es inquebrantable. Este cortometraje es algo bastante simple y breve que no necesita una historia para atrapar al espectador. El fuerte de este cortometraje es la gran reunión de los personajes de las películas animadas de Disney que nos han acompañado desde nuestra infancia hasta la actualidad. Es un cortometraje que va dirigido a los fanáticos de Disney y a aquellos que han crecido con estas películas animadas. Aunque las últimas películas animadas de esta franquicia no han sido del agrado de muchos, es una hermosa experiencia ver a todos los personajes de las películas animadas de Disney reunidos en un solo lugar. La idea de que se reúnan solo por una fotografía es poca cosa, pero el cortometraje es algo sencillo, casi al nivel de los cortometrajes animados que Disney producía en el pasado. Incluir la canción oficial del logo de Disney que se usó por primera ver en Pinocho despierta una sensación conmovedora y nostálgica que nos hace recordar porque aún le seguimos teniendo un cierto cariño a Disney sin importar los errores que ha cometido. Solo aquellos que le han dado la espalda han olvidado ese vínculo y se han vuelto completamente seres insensibles sin identidad humana. Definitivamente, Once Upon A Studio es un digno cortometraje que deja bien en claro que Disney ha dejado una marca imposible de borrar tanto en el mundo del entretenimiento como en los corazones de los ancianos, adultos, adolescentes y niños. Una marca que ya de por sí es eterna. Mi calificación final para este cortometraje es un 10/10.