Por fin me la quité de encima

La he visto varias veces y siempre me divierte. No soy de risa fácil y con ella tampoco me río, pero disfruto momentos muy agradables cuando la reviso.
Me gustan los personajes que navegan en contra de lo establecido y DeVito aquí borda su papel al descubrir que han secuestrado a su mujer, a la que odia irremediablemente.
Desenlace previsible pero con escenas por medio que resultan hilarantes. Si no la has visto creo que en conjunto no te defraudará.

Se tiene una idea cojonuda, un buen argumento, unos actores buenos, aunque se pueda discutir de alguno. Pero, ¿qué pasa? Que la idea no se explota, ponemos a tres directores, amos y señores de la comedia absurda, más guionistas que directores, y te destrozan la película. Donde un director de encargo, al que le hubieran dicho que se limitara a hacer lo que esta escrito en el guión, hubiera conseguido una genial comedia, aquí se destroza el guión y uno se queda con una sensación rara. Te invade una pena pensando, ¿por qué no explotan los gags?¿Por qué dejáis que Bette Midler sobreactúe?¿por qué no se aprovecha a DeVito? La película se quedá en medios-gags en los que no sabes si reír. Hay momentos divertidos, sería un crimen que los directores hicieran de esta una película sin ninguna gracia, pero todo mérito es de la guionista, que pensó una historia de las que te gustarían que se le ocurrieran a uno mismo y de un final como mandan los cánones de la comedia de enredos.

La peligrosa combinación hermanos Zucker-Abrahams al servicio de la comedia, pero esta vez una comedia más enredada y distinta de sus producciones habituales enmarcadas en la comedia absurda.

Los peculiares directores salen victoriosos de una buena comedia pero con más trampa de lo que parece. Haber caído en lo estereotipado y en lo soso hubiera sido lo normal, pero por fortuna no estamos ante ese caso. Tanto Danny DeVito como Bette Midler hacen una pareja protagonista muy resultona, y los secundarios dan todavía más fuerza (Bill Pullman especialmente acertado) a unas interpretaciones que van más allá que la simple recreación de unos personajes excentricos en una época bastante excéntrica.

EL argumento está bien enredado, como el guión, pero no es fácil perderse por lo que a pesar de sus idas y venidas no hace falta dedicar especial atención al desarrollo de la película. Se puede uno meter de lleno en ella o smplemente verla como una comedia relajada, sin esos recursos tan explotados por Abrahams y los Zucker que ya son marca de la casa.

Una comedia diferente que llego en el momento adecuado, de las que da gusto ver de principio a fin a pesar de sus esencias de comedia facilona y de carácter familiar.

Entiendo que muchos cinéfilos no la vean como obra maestra, es que no lo es. Es una comedia muy divertida, con un reparto excelente (para mí lo peor la sobreactuación de Bette Midler). Cuando piensas que el casting es excelente para una comedia de este calibre, Danny de Vito, Judge Reinhold, Helen Slater ... van y te meten a un BRILLANTE Bill Pullman, que borda el papel. Muy divertida, recomendable para pasar el rato.

De pequeño ya la había visto. La volví a ver hace nada y aunque la recordaba mucho mejor, es digno decir que no está nada mal. De Vito es un actor bastante bueno y Midler no se queda atras. Ahora la trama es una porquería y no se la cree nadie. Está bien que es una comedia de las catalogadas como absurdas, pero es jodidamente absurda. Algunas escenas me dejaron frío y me pusieron de mal humor como cuando a Bill Pullman y Anita Morris le dan por enviar esa cinta de video (añorados Vhs) sin haberla revisado entera si quiera ó como se les ocurre poner ese Vhs en una tienda de eletrodomésticos. Es una comedia absurda; pero no la veía como tal pues no sigue el patrón de las demás cintas de Zucker-Abrahams-Zucker, y algunos personajes eran demasiado estúpidos. Está entretenida. Me gusta Judge Reinhold a pesar de su nula expresividad y lo malo que es actuando y la guapísima Helen Slater es muy tierna a pesar de la cara de llorona que tiene.

Estética muy de los ochenta y a mi eso me encanta; poco más. Se deja ver, pero la recordaba mucho mejor.