Der Bunker

Der Bunker es una de esas películas que recordarás. No verás en ella nada que destile normalidad y lo bizarro e irreverente están reflejadas en esta película de manera constante y desenfrenada. Pero aún con esas es altamente disfrutable por dos motivos, el primero es que todo es tan alocado y misterioso que te empuja a seguir observando para intentar comprender lo que está pasando, y segundo, destila un humor tan peculiar y divertido que se te escaparán varias carcajadas a lo largo de la cinta.

Un joven científico alquila una habitación en un bunker para concentrarse en su nuevo proyecto. Pero en ese lugar habita una familia muy peculiar, viviendo al margen del mundo y educando a su hijo de una manera muy estricta. Al poco tiempo el estudiante se convertirá en el nuevo maestro de este y se verá mucho más integrado en la vida familiar de lo que le gustaría.

Es una película a la que no podrás evitar sacar tus conclusiones una vez vista y no conseguirás nada en claro. El argumento es bastante enrevesado y poco lógico, la frialdad de los personajes no ayuda a su comprensión y su extraño desenlace hace que te replantees que narices has estado viendo. Podría recordar a la película Canino, al menos en su principio pero al poco consigue distanciarse y crear su propio nicho. Pero aún con esas, la película tiene un extraño humor constante y unos giros formidables. Existe una trama a la que hacen referencia múltiples veces que incluye a la madre y es la faceta más fantasiosa de la película, pero no tiene demasiada profundidad ni resolución alguna cuando en su momento parece que sea el elemento principal del argumento.

Dirige y escribe su primer largometraje el alemán Nikias Chryssos después de una carrera de cortometrajes repleta de premios. Utiliza una estética que recuerda al estilo de Wes Anderson, tanto en imagen como en el comportamiento frío de sus personajes y consigue que toda una película que ocurre en un lugar tan pequeño y con tan pocos personajes, hacerla interesante, llevadera y que se te pasa volando. Y es que en Der Bunker solo verás a cuatro actores, Pit Bukowski, Daniel Fripan, Oona von Maydell y David Scheller haciendo todos ellos un trabajo formidable, en especial Daniel, un actor de 30 años interpretando a un niño de 8. Sí, ya dije que era una película extraña.

En conclusión, es una película recomendable pero muy “diferente” que no está hecha para todo el mundo. Habla de la educación, la madurez y la protección maternal pero de una manera mucho más que peculiar. Es de esas que o te encanta o la odias, pero si te dejas llevar y mantienes la mente abierta de seguro que te divertirás con su sentido del humor y su bizarro argumento.

http://www.terrorweekend.com/2016/05/der-bunker-review.html

Para comenzar he de confesar que se me hace bastante difícil escribir y hasta hablar sobre este extraño pero fascinante film a la vez.
Extraño, no porque no se entienda el argumento, tan sólo el final pudiera dar lugar a la controversia y la posible polémica al poder considerarlo como ambiguo. Si no porque se aparta totalmente de los caminos trillados en el cine actual.
La historia es interesante, las interpretaciones excelentes y la dirección de Nikias Chryssos muy dúctil. El ritmo es sostenido y, aunque no sepas a dónde quiere dirigirse o dirigirte el film, resulta ameno pues no hay tiempos muertos y los acontecimientos se van sucediendo moviéndonos unas veces a la perplejidad absoluta, otras a la fascinación, otras a la diversión, otras a vete a saber dónde.
Es retorcida, con humor malsano, oscura, malévola, y atrayente en su sencilla complejidad.
Lo mejor es aceptar sus propuestas, disfrutar del momento, y al finalizar reflexionar un poco de lo visto y oído en esta cinta a la que se le puede sacar mucho jugo... o quizás ninguno.
Una película a contracorriente, nada vulgar, especial, que creo merece la pena, aunque no sé si gustará demasiado. Pero no te deja indiferente, eso seguro.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es

Original, bizarro e inteligente drama alemán en tono de comedia absurda y negra que impacta por locura y perversión, todo edificado en pequeños espacios y con poco presupuesto. Magníficas actuaciones del tridente actoral.
El debutante director y guionista Nikias Chryssos irrumpe con un producto completamente novedoso, diferente a todos y con una estética socialmente e intrafamiliarmente macabra. Casi en su totalidad en escasos interiores da rienda suelta a un imaginativo drama donde el humor negro y el delirio se entrecruzan con precisión y alto vuelto.
La historia se mete en la vida de un joven estudiante científico (Pit Bukowski), que alquila una pequeña habitación en una mansión/bunker en medio del boque nevado. Necesita tranquilidad y soledad para liberar la creación de mente.
De ahora en más, junto él vivirán los tres integrantes de una muy peculiar familia atrapada en el bunker y el ostracismo casi absoluto. El padre (David Scheller), la madre (Oona von Maydell) y su hijo Klaus (Daniel Fripan).
Ellos transitan sus días en el interior de las paredes de concreto, allí resuelven todas sus necesidades, inclusive la educación de Klaus, al que tratan como un niño de ocho años pero ya es un adulto, para el que tienen los más elevados planes, aspiran a que será presidente.
Aprovechando la estadía del estudiante, lo convencen para que se encargue del progreso de Klaus en los estudios, inclusive incluyendo cualquier tipo de métodos; pero todo se mezcla y los roles irrumpen en crisis, hasta la existencia de una presencia sobrenatural que merodea los pequeños ambientes.
La novedosa propuesta de Nikias Chryssos rompe con los moldes preestablecidos y se propone cruzar cuento límites morales y sociales se le imaginan, es por eso que consigue una pequeña gran película que puede gustar o no, pero que no se puede ser indiferente. Un muy auspicioso debut como para seguirle los pasos a este transgresor y buen realizador alemán.

Calificación Fanaseriecine: 8 sobre 10

Primer largometraje de Nikias Chryssos, de origen griego-alemán. Cineasta que entre sus referencias, cita a Zulawski, Jodorowsky, Polanski y Lynch, así como el trabajo de Fabrice du Welz (Calvaire), de ahí que, más allá del mensaje, lo que trasciende en nuestra memoria es su retorcida atmósfera y puesta en escena.

Chryssos reduce su universo a un búnker cubierto por la nieve, localizado prácticamente en el fin del mundo; cuando un joven estudiante aparece en busca de asilo y tranquilidad, para llevar acabo un importante trabajo científico: algo que cambiará el sentido de la misma relatividad propuesta por Einstein. Tranquilidad, algo que difícilmente encontrará bajo el techo de la extravagante familia que le ha abierto las puertas. En contra de lo esperado, nuestro estudiante logra hallar inspiración en este hogar subterráneo habitado por un matrimonio (practicante de un extraño culto hacia Heinrich) y su hijo Klaus, de casi 30 años aún tratado como un niño de 8 años y amamantado por su madre. La interacción del estudiante con la familia cambiará cuando se le obliga a ser el tutor de Klaus, despertando en él, y en el propio Klaus, acciones inesperadas para ambos. Y a todo esto, ¿quién es Heinrich? Probablemente un ente alienígena que habita la pierna lacerada de la madre, regente del bunker.

Aunque la historia llega a carecer en su tramo final de sentido y lógica, ofreciendo un desenlace bastante pobre (y alucinante), y el mensaje y trasfondo poco me interesa (el incesto freudiano y una crítica hacía la educación represiva), el diseño de producción es fantástico. Haciendo brillar esos toques bizarros de humor negro en un ambiente de ciencia ficción alienada. De hecho, ello es el mayor atributo de Der Bunker, su atmósfera-fotografía-vestuario-diseño de producción. Claustrofóbica y visceral (la iluminación rica en su paleta de colores, desde el rojo intenso y amarillo, a los grises más adustos), logrando reconocer en ese micro-universo el día de la noche (con todo y que, poco tiene que ver la luz del día en estas circunstancias), y un dejo retro-chic.

Por momentos Der Bunker me recuerda en esencia una mezcla entre Borgman (2013) de Alex van Warmerdam y Kynodontas (2009) de Lanthimos, desde un punto de vista más enrarecido… aunque menos bizarro de lo que hubiese deseado.

Más reseñas en:
https://teatro-vandrian.blogspot.com

De lo más raruno que he visto, rápidamente te trae a la mente el nombre de Giorgos Lanthimos. ¡Vade retro Satanás! Un estudiante alquila un piso-bunker a la familia más extravagante que podía encontrar. Pretende hacer descubrimientos científicos pero termina como profesor del hijo del matrimonio, un tipo que parece mayor que su madre pero pasa por tener ocho años.

Es evidente que hay un mensaje que tratan de enviar, acerca de la educación, el crecimiento, le evolución personal, el vínculo entre padres e hijos... Lo que ocurre es que la bizarrez es de tal calibre que cualquier intención en ese sentido queda velado y nos deja cara de estupefacción que no se borra hasta los créditos finales. Tan deliberado absurdo es a ratos comedia negra y en otros momentos cuenta con un componente fantástico, que aparece y desaparece, sin aportar nada especial. La fotografía de interior es notable, recreando con brillantez una estética años 70, aunque en ningún momento tenemos referencia de en que marco temporal se desarrolla la trama.

Lo audaz de ofrecer semejante excentricidad es lo que nos mantiene pendientes de la pantalla hasta la conclusión, pero el final es tan abstruso como todo lo demás. Hay que mentalizarse para verla, no es tan desquiciante como el cine de Lanthimos pero tengan cuidado a quien se la recomiendan. No es para cualquier público.