Private School

David Green llega al colegio elitista de Nueva Inglaterra y su entrenador desde el principio le dice que se guarde todo lo que pueda sobre su vida (es decir, clase media, pueblo y sobre todo judío), ya que sus compañeros «son buenos chicos», pero mejor ahorra explicaciones, ellos están acostumbrados a verse cada año y quizá no lo entiendan. Allí conoce a su compañero de habitación Chris Reece (O´Donnell) y a sus amigos, Jack Connors (Cole Hauser), Charlie Dilon (Matt Damon), Rip Van Kelt (Randall Batinkoff), McGivern (Andrew Lowery), Chesty Smith (Ben Affleck), McGoo (Anthony Rapp) y a la supuesta novia de Dilon, Sally Wheeler (Amy Locane). Al principio se adapta bastante bien –a pesar de cierto resquemor de Dilon por haberle quitado el puesto de quaterbarck- y por la época en la que están que da pie a continuas bromas sobre judíos; Green esconde su medalla y todo lo que pueda descubrirle, llegando a rezar a altas horas de la noche para que sus nuevos colegas no se enteren. Todo marcha bien, incluso hace buenas migas con la amiga de Dilon, Sally, que le dice que no son pareja, simplemente se conocen de siempre y él cree que le pertenece. Pronto se hacen patentes más rencillas, cuando Dilan vaya viendo el tonteo de Sally con Green, o en los partidos destaque Green en vez de él, incluso los días que su familia –muy importantes y conocidos en ese mundillo- van a verle jugar. Dilon se siente la vergüenza de la familia y no lo esconde en ningún momento, pero el día del partido sus celos están al límite y descubre en la fiesta que hay después que Green es judío; no tardará en sacar a relucir –de nuevo- su carácter débil y vengativo, acusándolo de serlo delante del resto y luego comentándoselo a Sally. Una cerdada de las buenas, vamos, y la verdad, no te imaginas a Mat Damon haciendo eso en la vida real, para que engañarnos. Dilon, además, no es buen estudiante y en el último examen de historia, Dilon se hace una chuleta y copia, pero no sabe que le ven tanto Green, como Rip Van Kelt. Ninguno dice nada, pero a Dilon se le cae la chuleta al suelo y el profesor se la encuentra. Como no sabe de quién es, le insta a que honren a la clase con el código de honor que firman en cada examen y que el culpable dé la cara para poder suspenderle. Pero Dilon se calla cual rata. El profesor les da unos días para que alguno confiese, así que deciden hablarlo los que forman parte del consejo estudiantil, uno de ellos es Rip. Sospechan de dos alumnos, uno es Green y otro es Dilon. Rip no dice nada; cuando votan, deciden que dé la cara Green a pesar de que ninguno sabe si es culpable, excepto Rip. Green decide dar la cara por el bien de la clase, pero cuando va a explicarse donde el director y el profesor, le dicen que ya saben que no fue él; Rip ya lo ha contado todo. A pesar de que Green y Rip también se han saltado el código de honor al no denunciar a Dilon en el momento, no les ocurre nada. A Dilon le expulsan y cuando ve a Green le dice que «dentro de unos años esto se habrá olvidado, pero tú seguirás siendo un puto judío».

No está mal ambientada y podemos ver el antisemitismo en un lugar que se jactaba de no tenerlo. No ha pasado a la historia, pero tampoco está mal. Los comienzos de todos ellos, ahora conocidísimos.