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Hombres frente a frente

Drama El delincuente juvenil Brad Whitewood, Jr. (Sean Penn) tiene cierta experiencia en delitos menores, pero quiere dinero, el suficiente como para cambiar su aburrida vida y salir de su pequeño pueblo en Pennsylvania en busca de su “viejo” (Christopher Walken). Brad quiere ser como su padre, un experto ladrón conocedor del negocio. El padre de Brad, seductor y siniestro, consigue que su vida delictiva resulte atractiva de una manera ... [+]
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
19 de setiembre de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El film está basado en parte en la historia del notorio criminal Bruce Johnston Sr. (1939-2002), que para los años 60s y 70s sembró el terror en el estado de Pennsylvania con su familia de delincuentes, en especial su hijo, que mas tarde lo denuncio.

Brad Whitewood, Sr. (Christopher Walken) es el líder de una organización criminal formada por su familia. Su hijo mayor Brad, Jr. (Sean Penn) se une a la banda, pero se involucran en un asesinato y abandona a su padre. Brad padre piensa que su hijo lo puede denunciar a la policía y como advertencia ejecuta una serie de actos despiadados contra la novia de este y sus amigos.

Las actuaciones de Christopher Walken y Sean Penn son de primera. Walken es el tipo rudo y carente de sentimientos que está dispuesto a todo sin importar el alto precio que tenga que pagar. Por otro lado Penn es el chico rebelde, pero de buenos sentimientos, busca la forma de largarse de aquel lugar.

Particular film donde pudimos ver actuando a Sean Penn junto a su familia, su madre la actriz Eileen Ryan, su fallecido hermano Chris Penn (1965-2006) y para aquel entonces su esposa Madonna cantando el tema de la película, "Live to Tell".

La película tuvo un presupuesto de $6,5 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $2,3 millones en EEUU solamente, además recibió cuatro nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales ganó dos de ellos.
operez
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27 de marzo de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Foley es un director que lleva casi treinta años de carrera sin haberse desmarcado nunca como un realizador a tener en cuenta, pese a algún buen título -Glengarry Glenn Rose-. Hombres Frente a Frente es su segunda película, una drama criminal rodado en 1985 con un reparto de esos difíciles de reunir en la misma película -aunque en este caso tenga que ver con el hecho de que en esos momentos muchos de los intérpretes no eran tan conocidos-.

Lo forma Sean Penn, Christopher Walken, Mary Stuart Masterson, Crispin Glover, David Strathairn, Kiefer Sutherland, Candy Clark y dos familiares del propio Sean Penn, su madre Eileen Ryan, y su hermano Chris Penn (1965-2006). No acaba ahí la conexión familiar, la que fue su mujer entre 1985 y 1989, Madonna, pone el tema principal a la banda sonora.

Basado en una historia real sucedida en Pennsylvania en las décadas 60/70, Hombres Frente a Frente cuenta la relación de un padre e hijo (Walken y Penn) delincuentes, y como el segundo de ellos va desmarcándose de los actos delictivos después de que su progenitor cometa un asesinato y viole a su novia (Masterson). Todo ello en el entorno rural que tienen los pueblos de clase media/baja de los Estados Unidos.

Lo único que me ha faltado en el anterior párrafo para contar Hombres Frente a Frente es su desenlace, pues la verdad es que en la película de James Foley no pasa mucho más. Todo se resume a dos tipos de escenas, las románticas -los personajes de Sean Penn y Mary Stuart Masterson besuqueándose y recitando frases de agenda escolar de quinceañera-, y las familiares - el duelo Penn/Walken que acaba desembocando en un embrollo donde acaba pillando todo quisqui-. Todo bajo la mirada neutra y desapasionada de James Foley, director siempre incapaz de dejar su sello en aquello que interviene.

Algún motivo por el que verla: el gran reparto -que no grandes interpretaciones- y la buena canción Live to Tell de Madonna que sirve de hilo conductor musical de toda la película. No diré que es despreciable, hasta se puede ver, pero si no fuese por el grupo de actores que interviene podría pasar por una película de fin de semana en Antena 3, caso real sensacionalista incluido.
David MS
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27 de junio de 2018
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hombres Frente a Frente, ha envejecido en la barrica del tiempo que castiga o premia al celuloide; pero aquí no ha mejorado con los años, como los buenos caldos.
Se nos ofrece antigua, indolente, con esa laxitud de algunos films de finales de los setenta, donde pasaban pocas cosas, pero eran contadas de una manera que entonces apetecía.

Los años, las modas, la forma en que recibimos el cine que nos llega, hace que la veamos envejecida. Ya no resulta cautivadora, como en su momento, ni siquiera profunda, como pudiera parecer en la década a la que pertenece. Sean Penn, muy jovencito, ha experimentado una compleja y positiva transformación como actor en las últimas décadas. Enhorabuena.
LEUGIM
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7 de enero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un negocio familiar. La banda de los nenes. Tractores. Pura sangre.
Empieza bien, con voluntad de estilo, mucha noche, silencios ominosos, cierta poesía bruta y una banda sonora que acompaña sutilmente, muy ochentera y gustosamente, de un tal Patrick Leonard que ayudó en su lejano día a una tal Madonna que aquí canta una canción para esta insigne ocasión y que en ese momento estaba liada con un tal Penn que aquí sale con su hermano que a su vez....
Hay un amor juvenil y virginal que nos roba el corazón con la preciosa y delicada Mary Stuart Masterson y también una relación compleja con un padre delincuente más una madre abandonada que se gana la vida malamente y por la que pasan hombres cambiantes y una abuela protectora algo cansada y un tanto devastada. Y unos amigos desgraciados, una banda de hampones entre muy tontos y algo profesionales y mucha familia confusa y desparramada. La vida de Penn, hinchado como un pollo (mucha droga mala seguramente), se divide entre las dos casas o mundos, el materno y el paterno, el pasivo y resignado y el más ambicioso y sanguinario. Dos modelos de fracaso absoluto, rotundo, sin paliativos.
Pero pasan los minutos y la situación se estanca y se hace morosa, un tanto repetitiva e inane, hasta que sucede algo que lo estropea todo, un acontecimiento absurdo que tuerce las cosas hacia el lado malo o débil, hacia la inverosimilitud, exageración y/o disparate.
Me refiero a...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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28 de setiembre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque cueste creerlo, esta película está basada en hechos reales, ocurridos en Tenneessee, en la primavera de 1978.
“Hombres frente a frente” es un film irregular, pero muy vistoso en su parte final, donde se condensa lo mejor y donde resulta impactante.

Brand Whitewood Jr. (un jovencísimo Sean Penn, muy musculado, de tremendos bíceps) es un chico rebelde al que su padre dejó abandonado, junto al resto de su familia, de pequeño. Cuando comienza a conocer a su progenitor, se siente fascinado por la vida que éste lleva, ganando grandes sumas de dinero, pero también descubrirá que ese mundo no es tan glamouroso como parece.

James Foley presenta a Brand en el seno de una familia rota. Odia a su padrastro; un sentimiento que es recíproco. El ambiente familiar es deprimente, abúlico, sin apenas ingresos, el caldo de cultivo perfecto para la rebeldía o la delincuencia. Así pues, Brand es presa fácil del dinero rápido que ve en las actividades de su padre biológico.

Foley va claramente de menos a más en la narración, dejando lo mejor para el final. Un inicio titubeante en el que se muestra el mundo adolescente en el que se mueve Brand, dará paso a un mundo adulto real, feroz, carente de escrúpulos, en donde los atajos carentes de moral tienen graves consecuencias.

La dirección es austera, seca en el montaje, con frecuentes elipsis, pero tremendamente efectiva en los momentos fundamentales, fenomenalmente rodados, transmitiendo toda la tensión, el vigor y la rabia. La fotografía del español asentado en Hollywood, Juan Ruiz Anchía (“Mararía”, “La casa del juego”), es especialmente brillante en las escenas con poca luz, como la del lago.

En el tour de force entre Sean Penn y Christopher Walken saltan chispas. Es una pareja de actores que se han mantenido en la cresta de la ola durante muchos años. Aquí vienen de inercias diferentes. Penn, aún muy joven y con amplio margen de mejora, pero en clara progresión (como luego ha demostrado en su exitosa carrera) y Walken, un actor ya consolidado (ya había hecho “La zona muerta” o “El cazador”), especialista también en papeles de secundarios en donde lo borda, incluso a veces se come al protagonista. Aquí tiene ese halo fantasmagórico, chulesco, de bon vivant, que sabe hacer suyo a la perfección.


No es una película redonda, pero merece la pena ver a estos dos actores y conocer esta terrible historia real, en donde la familia no es siempre lo primero.
Gabriel Ufa
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