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Un buen día en el vecindario

Drama El periodista Lloyd Vogel recibe a regañadientes el encargo de la revista para la que escribe de indagar en la figura del legendario Fred Rogers, una estrella del entretenimiento infantil durante varias generaciones. La empatía, amabilidad y decencia de Fred desarman a Vogel y le obligan a examinar su propia vida. (FILMAFFINITY)

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Críticas 60
Críticas ordenadas por utilidad
24 de diciembre de 2019
88 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
A beautiful day in the neighborhood (Un amigo extraordinario en España, pero me niego a llamarla así porque me parece un título horroroso) es el tercer trabajo de la directora norteamericana Marielle Heller. He visto los dos anteriores trabajos de Heller, y ambos, sin ser espectaculares, me han parecido moderadamente disfrutables. Este año ha decidido homenajear a la figura de Fred Rogers, educador norteamericano que presentó durante décadas el programa de televisión infantil Mister Rogers' Neighborhood. ¿El resultado? Pasable, pero tengo que admitir que, en líneas generales, yo no he disfrutado demasiado la película.

Esto se debe sobre todo a dos motivos, el primero es culpa de la película, el segundo es culpa mía. El primero de ellos es el poco interés de su fotografía. A beautiful day in the neighborhood es, como los dos anteriores proyectos de su directora, visualmente inerte e impersonal. A Heller le falta estilo. No hay nada interesante ni característico, no trabaja la narrativa visual. Uno ve una película de Heller y si no se fija en los créditos lo más probable es que no sepa quién la dirige. Esto es algo que le pasa a muchos directores, pero el suyo es, en mi opinión, uno de los casos más claros.

El segundo aspecto es, como he dicho, más cosa mía que de la película en sí, y es que, simple y llanamente, este no es mi tipo de película. Fred Rogers, para los que no lo conozcáis (que seréis muchos porque, al menos aquí en España, no es una figura demasiado conocida) es un icono de la televisión norteamericana, una de sus figuras más queridas. El público que ha crecido con él (que son millones y millones, dado que su programa se emitió desde 1968 hasta 2001) lo adora. Yo, que no lo conocía hasta el año pasado, no siento ningún tipo de apego hacia él. Eso influye mucho en mi experiencia de la película, pero influye aún más el hecho de que lo que él representa me tira muy para atrás. Y repito, es problema mío. A mí, que soy un cínico y un pesimista de mierda, la actitud tan bondadosa, tan optimista y tan inspiradora que desprende Rogers (y este trabajo, por extensión) siempre me empalaga, no lo puedo evitar. Y lo vuelvo a decir, no es culpa de la película. Se nota que el guionista ama a Fred Rogers y se siente conmovido por él, y lo representa como una figura mística, casi celestial. No dudo que haya sinceridad en el retrato de Rogers, pero yo, tal vez por mi forma de ser, soy incapaz de comprarlo.

La película, inspirada en hechos reales (un eufemismo que lo que en realidad quiere decir es que el guionista ha cogido un par de elementos reales y el resto se los ha sacado del ojete) utiliza a Rogers casi como antagonista. Sus enseñanzas sirven para guiar a Lloyd, que es realmente el personaje que tiene un arco argumental claro. A beautiful day in the neighborhood trata de las heridas y los resentimientos del pasado a través del prisma de las relaciones paternofiliales. El conflicto de Lloyd se deriva de su relación con su padre y se extiende a las inseguridades que eso le provoca. Lloyd no sabe (o no puede) ser un buen padre, porque no es capaz de reconciliarse con el suyo. Es un sustrato temático visto otras veces, pero con muchas posibilidades argumentales. La película lo trata y lo resuelve de manera algo tosca, en mi opinión. Falta desarrollo. Progresa con solvencia, pero la resolución llega demasiado pronto, no se siente merecida ni da la sensación de haberse profundizado en ella lo que se debería. Aun así, es este hilo conductor el que produce mis escenas favoritas de la película. Cuanto más nos alejamos del algodón de azúcar que es Fred Rogers, más nos acercamos a los conflictos humanos y más conecto con la película.

A nivel interpretativo no tengo nada malo que decir. Matthew Rhys y Tom Hanks hacen un trabajo impecable, y ambos se complementan bastante bien. Rhys es contenido y natural, nunca fuerza demasiado la máquina, nos mantiene anclados en el mundo real. Hanks emula con habilidad los gestos y los patrones de habla de Fred Rogers, pero por suerte su actuación no se queda en la mera imitación. Con él, Rogers cobra vida. Por desgracia, y por la misma naturaleza del guion, el personaje es más un recurso narrativo que otra cosa, y permanece inmutable durante toda la trama, lo cual creo que limita un poco al actor. Pero vaya, que lo que hace, lo hace muy bien. En cuanto a Chris Cooper, pues bueno, funciona. Siempre es agradable tenerlo en la película porque es un actor estupendo. Le he visto mejor en otras ocasiones, pero tampoco es que se le dé mucho con lo que trabajar.

En resumen, no creo que A beautiful day in the neighborhood sea una mala película. Es muy bonita, muy motivadora, limpia y cálida en su enfoque, hasta el punto de que a ratos da la sensación de ingenuidad, pero bueno, es que así era Fred Rogers, una persona que irradiaba positividad y buenrollismo. Si la intención era utilizar su figura para exponer un conflicto humano, supongo que el objetivo está cumplido. Pero no está hecha para mí. Si te gustan las películas alentadoras, tiernas e inspiradoras, te recomiendo que la veas. Si eres un triste como yo, pues igual no conectas. Me habría gustado disfrutarla más, lo digo en serio. Qué le vamos a hacer.

Calificación: Insuficiente
Dabi
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30 de enero de 2020
48 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Que nadie se confunda! No van a visionar un biopic. Qué manera tan original de mostrarnos como era el presentador/educador FRED ROGERS y su tierno programa MISTER ROGER’S NEIGHBORHOOD.
Un guion tan original como inteligente, parte del funcionamiento de dicho programa, para contarnos una sentimental historia de relaciones humanas. El programa tenía una dinámica simple y educativa de la mano del amable FRED, pues bien, parece que estamos ante uno de sus capítulos, maquetas y estructura incluida y como protagonista tenemos la vida del martirizado LLOYD VOGEL.

Así, el espectador, puede disfrutar de una historia ficticia, pero como está relatada desde un programa real, nos sirve para conocer al famoso presentador y como llevaba a cabo su serie. Originalísima idea y maravilloso vernos dentro del programa y conocerlo para los que no sabíamos de su existencia. Un programa, explicativo, simple y tierno que hizo más por los niños que cualquier psicólogo infantil.

MARIELLE HELLER ya se dio a conocer el año pasado con ¿PODRAS PERDONARME ALGUN DIA?, un buen film que recibió cierta notoriedad, en esta ocasión y como he comentado, tiene un gran mérito el riesgo y la originalidad de la trama que nos acerca.

Respecto a los actores, buena labor del protagonista MATTHEW RHYS y de su padre ficticio CHRIS COOPER, pero el que vuela alto (como casi siempre) es TOM HANKS con un trabajo tan interesante como emotivo.

Lo encantador del film, es que el espectador se siente como si estuviera ante un psicólogo, como si fuera participe de una terapia grupal, una enseñanza de vida agradable y tierna durante todo el metraje, que deja una excelente sensación de paz que todos deberíamos poner en práctica.
WATUSI
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24 de diciembre de 2019
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la crítica no va con retranca ni es despectivo, en serio. A veces confundimos lo sórdido y pesimista con lo profundo e inteligente y lo optimista con lo ingenuo y superficial, pero lo cierto es que sucesos agradables y desagradables ocurren a diario y que en el mundo hay personas buenas y malas.

Esta película se centra en lo bueno. Digamos que intenta recordarnos que el ser humano tiene un aspecto positivo, a menudo olvidado por capas y capas de noticias centradas en asesinatos, desastres, corrupción, violencia de todo tipo y personas insultándose las unas a las otras por venganza, dinero o porque es su entretenimiento preferido.

Supongo que un espectador estadounidense que conozca a Rogers y el programa al que aluden sacará más sustancia a la película. Yo, como un tipo normal asentado en España, es la primera vez que oigo hablar de este personaje y de ese programa. Desconozco si Rogers era tan bueno y santurrón como lo pintan aquí, aunque lo dudo, pues aunque él mismo reconoce en una de las entrevistas que tiene su lado oscuro, aquí no lo muestran en ningún momento. Pero, bueno, debe ser mi lado pesimista hablando. En ese sentido, ambos actores masculinos protagonistas están sensacionales, sobre todo Hanks, que entre la forma de moverse, lo pausado de su discurso y su mirada profundamente tierna, te gana aunque no quieras.

También la idea del discurso es buena. Con la excusa de llevar un programa de maquetas y marionetas (que sirven como hilo conductor a la directora para desarrollar su propia narración a base de elipsis, parábolas y metáforas visuales), lo cierto es que se tratan temas de adultos a través de una mecánica infantil, lo que es muy de agradecer. Y evita caer en el sentimentalismo de una manera muy elegante. En ese sentido, bravo por ello.

Sin embargo, hay un poso en el discurso que no me termina de convencer (paso a spoilers).

Espero que la disfrutéis
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Áralan
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15 de enero de 2020
32 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Beautiful day in the neighborhood es un buenista retrato de Fred Rogers, un muy querido presentador de un longevo (1968-2001) programa infantil de Estados Unidos. Lo vemos desde los ojos de Lloyd, personaje en conflicto con su padre, con su paternidad. Hasta aquí todo correcto.

El hecho de que no tener ninguna vinculación emocional con el personaje, y el tono entregado, (desde mi punto de vista) de la directora Marielle Heller, condiciona totalmente mi percepción del film. El conflicto que presenta el personaje de Matthew Rhys consiguió interesarme en algún momento, aunque considero que podría haberse elaborado mucho más, (menos estilo TVmovie para entendernos). Para colmo la interpretación de Tom Hanks del presentador, seguramente muy fidedigna al tono, cadencia, personalidad del presentador, personalmente me provoca rechazo, me carga, me saca de la historia. Es como esos libros de autoayuda, que solo por estar en esa sección de la librería, ya miro con desconfianza.

No dudo de las cualidades de un film bienintencionado (buenas actuaciones, fidelidad al personaje, etc), pero personalmente, no solo me aburrí, sino que consiguió el efecto contrario al buenrollismo que seguramente pretende.
Mauri
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16 de marzo de 2020
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Todos necesitamos un abrazo

Un amigo extraordinario nos retrata a un hombre roto y con problemas familiares que encontrará en su camino a una especie de ángel. Este ángel es Fred Rogers, interpretado por el maravilloso Tom Hanks que nos vuelve a deslumbrar una vez más.

Fred Rogers es el protagonista de uno de los programas de televisión más famosos para niños. En este programa tratará algunos temas difíciles, la guerra, el dolor, la ira, los sentimientos, la muerte etc. Todos ellos tienen como fin educar a los niños, enseñarlos, mostrarles la realidad y hacerles más independientes. De esta forma en cada programa el Señor Rogers les enseña una lección vestida de infantilidad para conseguir la recepción esperada por los niños.

Comenzaremos este entrañable viaje con el propio programa del Señor Rogers, de esta forma nos da la sensación de que estamos viendo todo el rato el programa. Aunque esta sensación se intercala con el retorno a la realidad algo que resulta a veces confuso pero que no impide el disfrute de la trama ni su entendimiento.

*Tom Hanks es un amigo extraordinario

Tom Hanks encaja en este papel de forma deslumbrante, resulta entrañable, cautivador y tiene un magnetismo único. Realmente se come la pantalla cada vez que aparece en escena y la inunda de amabilidad, amor y cariño sin resultar ser demasiado empalagoso.

Aunque la actuación de Tom Hanks he de decir que sería menor sin esas maravillosas frases dadas a su personaje. Ninguna desentona, todas son únicas y perfectas, cautivan al igual que la interpretación y solo suman. Su personaje está perfectamente construido, está hecho para llegar a nosotros, a nuestros corazones y lo consigue.

Asimismo, el problema es que los demás personajes pierden fuerza ante su enorme presencia. He de decir que Mattew Rhys también está bien y se nota el esfuerzo que hace por mantener el equilibrio en cada escena que comparte con el actor. Aun así, la balanza se desequilibra un poco y no consigue mantenerse.

*La fuerza de la historia

Esta película no va a destacar por una increíble fotografía, ni grandes movimientos de cámaras (exceptuando algún que otro plano secuencia que queda bien estéticamente, pero sin ir más allá) ni originales puntos de vista. La raíz y la clave de Un amigo extraordinario es la historia que tiene.

La historia es simple sin grandes giros de guion, además, resulta predecible. A pesar de eso, es una historia bien contada, fresca, ligera y sobre todo para nosotros. Esta no es una historia más que se limita a contarse sola. Nos incluye a nosotros y para darse cuenta de esto solo hay que ver como el programa de televisión se dirige en parte al espectador quien lo está viendo, o esa escena de silencio en el bar, en la que Tom Hanks deja de mirar al protagonista para mirar a la cámara, es decir a nosotros para que reflexionemos.

A pesar de ser una historia simple y predecible nos va a conmover y nos va a llegar. Quizás la clave está en que todos nos podemos sentir representados en el personaje de Lloyd Vogel. Además, a esto se le suma lo terrestre que es la historia y lo cercana que resulta al espectador.

*Conclusión

Un amigo extraordinario es una simple pero potente historia que llega a los corazones y nos hace reflexionar. Además, Tom Hanks está increíble y es la mayor arma que tiene esta película, sin él nada sería igual.

Ver esta película es dedicarnos tiempo a nosotros, a reflexionar sobre lo que hacemos bien y lo que podríamos hacer mejor. El Señor Rogers nos acompañará en ese viaje no lo dudéis.

La función de la película no es darnos las claves de la vida, ese trabajo es nuestro. El filme pondrá su semilla, la cual debemos de cultivar con una amplia reflexión. Con el tiempo esta germinará y quizás seamos capaces de disfrutar más de las cosas importantes y dejar a un lado las que no son tan imprescindibles.

Escrito por Javier Atienza
Cinemagavia
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