31-D: Un golpe de gracia (TV)

Mota es, o ha sido, para muchos, un referente dentro de los cómicos españoles. La mayoría han ido y venido, mientras él siempre ha conseguido mantenerse. Siempre se ha caracterizado por un humor inteligente, de critica social, que iba más allá. Algo que es muy difícil de ver en España, donde la mayoría de los cómicos, y sobre todo, de las comedias españolas, se basan en estereotipos, bromas predecibles, escatológicas o simples. Sin embargo parece que en los últimos dos años todo ha cambiado.

Entiendo que hay que evolucionar, y esta nueva forma de hacer humor más sencilla, directa, simple, y superficial, es el nuevo rumbo que Mota ha decidido tomar; a algunos les gustará más y a otros menos. Sin embargo lo que es ya más discutible es la premisa o enfoque que el popular cómico ha tenido en las dos últimas noche viejas. La premisa de revelarse contra la censura y la dictadura del buenísmo en España, que afecta a todo aquel que quiera hacer comedia. Vende una revolución de los cómicos que no aceptan las nuevas reglas de juego, a través de gags que nunca se meten en ningún tema polémico, o como mucho pasan muy muy de puntillas. Cambio climático, el feminismo, Vox, Franco, los cortes de carreteras en Cataluña, la canción de " el violador eres tú", las gallinas, el pacto entre Podemos y Psoe, los EREs..esos han sido los acontecimientos relevantes en España en 2019. Puigdemont 5 segundos al final, una canción de 20 segundos sobre los EREs que no se sabe muy bien que decía, y un símil con la República Catalana. Eso ha sido a todo lo que Mota se ha atrevido en su programa de la televisión pública. ¿Revolución de los cómicos?

Estoy acostumbrado a que los especiales de año nuevo de José Mota, sobre todo últimamente, no me hagan casi gracia, pero tengo que reconocer que este año si que me he reído, tal vez por la cantidad de cómicos que han salido en un mismo programa, algunos de ellos perdidos del panorama televisivo desde hace años, la historia al final pues no es tan graciosa, pero es imposible no soltar una sonrisa en algunos momentos del programa con tanta gente que te ha hecho reír a lo largo de los años. Algo así creo que está bien para una nochevieja.

Cantidad no es igual a calidad. Lo sabemos todos, no vengo a descubrir la luna. Bueno, todos o casi todos, pues se ve que los responsables de ... ''esto'' parecen no tenerlo tan claro.

En resumidas cuentas, este especial de más de una hora de duración reúne a estrellas de todos los tiempos de la comedia española para, según el hilo conductor del mismo, llevar a cabo una revolución de la comedia. La comedia, ni está ni se la espera, y la revolución ... Corren tiempos difíciles para el humor, eso está claro. Hoy en día es muy complicado hacer comedia sin ofender a nadie. Pero ya puestos a denunciar este hecho, lo lógico sería hacerlo de verdad, y no tímidamente, como si pretendiéramos quejarnos pero sin alzar la voz, no vaya a ser que molestemos. Tenemos un ''club de ofendidos'' como única referencia y pare usted de contar. Respecto a los cómicos, los tenemos de todos los pelajes. Desde algunos más actuales a otros que fueron engullidos por el paso del tiempo. Por algo será. Todos en cualquier caso tienen algo en común; la total falta de gracia. Sí, hay algún momento, muy puntual, en el que puedes soltar alguna carcajada aislada, y alguna canción tiene su punto y resulta hasta graciosa, pero en general todo da la sensación de que nadie sabe muy bien qué hacer realmente, y que muchos han pasado por el programa para cobrar un dinerito extra por Navidad y ver si la gente todavía se acuerda de ellos. Un despropósito tan enorme como rápidamente olvidable. Una pena, pues José Mota nos ha dado muchísimas noches de diversión. Ojalá el próximo año vuelva a ser el que era.

Pd: Como en todo en los últimos tiempos, no podía faltar la referencia a Rosalía, la gran ''artista'' del momento (en este especial además, por partida doble, con sketch y canción). Algún día estoy seguro que se estudiará su brutal campaña de marketing en las universidades. Vaya tela.

Los programas especiales de José Mota para la Nochevieja me parecen cada vez peores. El del 2019 está marcado por la nostalgia y por un retorno al pasado del humor televisivo español. Salvo Doña Rogelia y la aparición final de Josema Yuste y Millán Salcedo, todo lo demás es muy flojo y carece de gracia, porque la mayoría de los cómicos que aparecen carecen de ella. No todos los cómicos de antaño eran graciosos, en mi opinión.

Teniendo poco o casi nulo interés por la política, los especiales de José Mota de los últimos años han caído en mí de diversa manera en función de lo mucho o poco que el especial estuviera politizado. Así, el de nochevieja de 2019 me pareció bastante menos anclado en asuntos políticos, y por tanto me gustó más que otros años, y también me pareció una buena excusa para hacer el enésimo homenaje al humor, siempre acertado.

Ahora bien, es un mensaje que de alguna manera llega un tanto repetido, y muchas veces el especial parece más un anuncio navideño de Campofrío. La sátira no desgarra demasiado, y el humor en general no está tan inspirado como en los mejores momentos del cómico.

Bien hilado, mucho autohomenaje de los presentes y buena opción para los nervios pre-uvas, pero Mota puede hacerlo mejor.