Inside No. 9: A Random Act of Kindness (TV)

263/14(13/08/22) Sugestivo y conmovedor quinto episodio de la séptima temporada de la serie antológica creada por los polifacéticos Steve Pemberton y Reece Shearsmith (que también protagonizan todos los episodios) para la BBC. En todas las temporadas nos ofrecen un capítulo con claro carácter dramático, despojado del humor que impregnan la mayoría, y es este, bajo la dirección de Kieron J. Walsh (también dirigió en esta temporada “Nine Lives Kat”), nos adentramos en una alienante relación materno-filial, donde remanece ese sentimiento de insatisfacción adolescente contra sus progenitores, quizás dando luz a aquella aseveración freudiana de que para crecer hay que matar a los padres. Difícil no verse reflejado en mayor o menor medida en esas discusiones que brotan por el menor de los motivos. Explorando en su escaso metraje de no llega a la media hora como de adultos nos sentimos punzados por no haber tenido una mejor relación con nuestros padres. En esta difícil relación entrará por azar (o no) una cuña, partiendo, cual efecto mariposa (o no) de un pajarito que choca contra una ventana ya a partir de ahí las s cosas se precipitan, las incógnitas, las dudas, todo irá de un lado a otro, pero siempre con ese maravilloso tributo (en este caso) a las madres. Habiendo un giro final excelente para provocar emoción y estremecer, pero que desgraciadamente le dan una vuelta de tuerca grimante que nada aporta y desvía la atención de lo importante.

Zach (Noah Valentine) y su madre Helen (Jessica Hynes) han estado luchando por conectarse cuando él se convirtió en un adolescente y está resentido porque su padre no está en su vida. Cuando un pájaro choca contra su ventana, Bob (Steve Pemberton) llama a la puerta y ayuda a que el pájaro recupere su salud. Actuando como tutor de Zach, se congracia con la familia, pero tiene un secreto. Podría estar relacionado con las lecciones de física de Rudolph (Reece Shearsmith) que intercalan la historia?

Es uno de esos episodios donde uno de los creadores se queda gran parte del metraje al margen, como en Kid/Nap se quedó Pemberton casi a un lado para darle más protagonismo a Shearsmith (aunque sin ser protagonista), aquí es Steve él que tiene más papel (pero también sin protagonismo), cumpliendo bien; Aunque el protagonismo recae en la pareja que da vida a madre e hijo, con una formidable Jessica Hynes, emotiva, estremecedora en como arremete contra ella su retoño, mostrando debilidad, vulnerabilidad, dolor, angustia, como busca el cariño de su hijo, como emite melancolía que te cala, como soporta las humillaciones psíquicas de su vástago, hace que empaticemos con su sufrimiento; Y a su lado un muy realista Noah Valentine proyectando la clásica insatisfacción y rebeldía de los jóvenes contra sus progenitores, manteniendo una química trémula en sus discusiones constantes, rezumando una incómoda naturalidad de estos choques de los que saltan chispas que tos tocan la fibra sensible.

Destacan los insertos de lecciones de física de Newton que nos cuelan, narrados por Reece Shearsmith con melena cana, que parecen arbitrarias, pero en el tramo final juegan un papel importante (y no digo más en este sentido para no spoilear): El episodio te lleva por un lado, donde con la entrada en acción del enigmático Bob Bliss parece que la madre ha encontrado un potencial interés amoroso, y él hijo una potencial figura paterna, pero como la serie nos ha demostrado, siempre puede haber un giro que desmonte nuestra percepción, y por supuesto lo hay, y en un sentido muy aleccionador (*spoiler). Aunque (como ya he mencionado) al gustarse en las piruetas del guion terminan por excederse y no darse cuenta de que estaba bien y continúan queriendo sorprender y la cagan.