La habitación azul

Este thriller erótico, en el hotel de un pueblito mexicano en el que nos cuentan una historia de infidelidad, resulta con un ritmo exageradamente lento; que nos tiene al borde del bostezo. Las actuaciones femeninas están acordes. En cuanto a las actuaciones masculinas, resultan chatas, faltas de fuerza, incluso Damián Alcázar, un actor con cierto talento es frenado por un final absurdo que opaca por ejemplo la actuación de Mario Iván Martínez; a quien por cierto pienso que ese papel no le va. En fin, en resumen… una película buena a secas, que casi nos atrapa en un sentimiento de pasión, que alguna ves hemos sentido en carne propia y llegamos a ser empáticos con los personajes sobre todo al principio del filme. Pero definitivamente, los encuentros en la habitación azul, del hotel “paraíso” nos quedaron a deber parte de su intimidad.

Es una película interesante de ver, se involucra con la sociedad amorosa de nuestros días, implicándose la infidelidad, el rechazo de la sociedad, la muerte, el compromiso y el amor a los hijos. La verdad, no me gustó mucho el final, pero es una película que no posee matices de aburrimiento.

A principios del nuevo milenio, en el cine nacional renacía el ímpetu de mejorar la calidad de los guiones, las tramas y los aspectos técnicos y formales, porque carecía de una infraestructura cinematográfica, o sea no existía una industria fílmica como antaño. Los productores televisivos independientes que estaban realizando buenas telenovelas para proyectarlas en las cadenas públicas,comenzaron a invertir en producciones con temáticas y tratamientos dramáticos novedosos y arriesgados. Como siempre, los resultados no tenían siempre éxito debido a que las condiciones de presupuesto y a los criterios artísticos resultaban improvisados, sobre la marcha. No habia un apoyo tácito y formal al cine nacional porque los empresarios no querían arriesgar y perder dinero. Epigmenio Ibarra, excelente productor independiente, realizador y empresario televisivo apostó por este arriesgado proyecto cinematográfico y quizá no prosperó en sus alcances y expectativas en lo artístico, pero sentó huella para que el séptimo arte mexicano comenzará a emerger de entre sus cenizas y figurara nuevamente, como un valor esencial en la formación de un rostro, de un espejo, de nuestra identidad. La Habitación Azul es una historia acerca de Toño un hombre casado con Ana. El decide regresar a su pueblo para confrontar su pasado y reflexionar acerca de su presente y su futuro. Aqui se encuentra con Andrea, una amiga de su escuela y ambos se les despierta el deseo reprimido de cuando eran jóvenes. Destacan las estupendas interpretaciones de sus protagonistas principales, una nueva generación de actores, que fueron decisivos para el resurgimiento del cine mexicano.

Desconozco si esta película está basada en algún libro, pero tiene todos los ingredientes de las novelas de mediados y finales del siglo XX, ambientadas a principios de siglo. Muchas de ellas, alimentadas con historias verdaderas que el autor conoció por rumores y chismes.

Son historias que ocurren en pueblos pequeños donde todo el mundo se conoce, donde hay infidelidades, donde el cornudo es el último en enterarse, y donde el peso de la dignidad y la honra clama una venganza terrible. El máximo exponente del tipo de novela al que me refiero, es "Crónica de una muerte anunciada", de García Márquez.

Las dos protagonistas están de chuparse los dedos, pero Elena Anaya, para mi disgusto, no enseña nada.

No es una gran película, y si le quitásemos los desnudos iniciales, se quedaría en una película de sobremesa entre semana.

Empieza todo como un drama, una historia de amor, de cuernos. Es imposible de creer que le sea infiel a Ana de esa manera, no tiene argumentos. Una rueda pinchada... No le favorece para nada a Anaya su papel, es un papel sencillo, de mujer florero, no la veo yo de modista. Le habría favorecido más el de la mujer de Nicolás, y lo habría hecho mucho mejor que Patricia Llaca, y además nos habríamos creído que le pusiera los cuernos a la Patricia antes que a Elena.

Por cierto, la madre de Nicolás es la que mejor lo hace en toda la película.