Un talento increíble

Comedia británica basada en hechos reales sobre la vida y penurias de un incomprendido chaval, gordito tímido y sin confianza propia para poder cumplir su sueño de triunfar haciendo lo que más le gusta, su obsesiva pasión de cantar ópera; simpática, bonita y agradable, dulce y emotiva son sus calificativos principales para una historia que te resultará familiar pues no hace mucho fue explotada por los medios de comunicación, perita en dulce que adoran la televisión, radio y prensa a la que sacar todo su jugo, provecho imposible de desperdiciar. Su principal baza es la interpretación de su protagonista, James Corden, una actuación muy convincente, veraz y fiel, sentimentalismo no indigesto que captura tu corazón, alegra tu alma y pone una tierna sonrisa en tu dispuesto rostro; sólo hay que seguir su llano camino, dejarse llevar por este encantador relato, ligero y ameno, fresco y suave, de recorrido sencillo y rápido, disfrutar de su impactante banda sonora -siempre que te guste este género musical- y de una cumplidora fotografía que forma parte del estado emocional de nuestro inesperado y local héroe. Un cuento de Cenicienta que cuenta con todos los ingredientes necesarios -un sueño inalcanzable, un amigo malvado, situaciones injustas, decepciones y alegrías, ilusiones y frustraciones, chico consigue chica, un final feliz...,- para gustar y emocionar, alegrar y encantar, seducir aunque sea ligeramente a su audiencia, levedad que evita una incompetente y negativa sensación empalagosa que te impida disfrutar y saborear de este suave, tenue y breve fábula hecha realidad. Contenido típico de resultado gustoso, sabrosa acogida sin lamentación alguna.

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Paul Potts era un tipo regordete de una pequeña ciudad de Gales, sufría de bulling violento, tenía una mala relación con su padre que le reprimía las ganas de convertirse en cantante de ópera y trabajaba en una tienda vendiendo celulares. Todo cambió cuando se convirtió en el primer ganador de un popular reality británico.

Dirigida por David Frankel, el mismo de la simpática El diablo viste a la moda y la efectiva Marley y yo, la película puede tener la contra de ser una historia por muchas personas ya conocida, o que se encuentra fácilmente su versión original en diferentes videos de youtube.

El filme narra la vida de Potts desde chico, cuando inicia cantando en el coro de la iglesia, sus aventuras para escapar de sus violentos compañeros hasta convertirse en un inseguro hombre adulto, su eterno romance con su novia, y su intento por despuntar en un conservatorio en Venecia, frustrado justamente ante su gran inspiración, el tenor Pavarotti.

Haciendo uso de todos los lugares comunes posibles, Frankel cuenta la inspiradora historia de Potts, su complicada relación con su padre, sus caídas y su reivindicación, siempre con la voluntad de lograr esa oportunidad que le cumpla el sueño de su vida.

A diferencia de sus películas anteriores, en ésta Frankel se deja llevar más por lo emotivo y la corrección que por la acidez que demostró manejar tan bien en sus films previos, consigue una película amable pero con gusto a poco.

Las películas que se mueven en el fango de las biografías cuentan con una trama ya estudiada con detalle y como no podía ser de otra manera se busca siempre un caso atractivo para el espectador que dé de sí juego suficiente para que tenga un buen reclamo. "Un talento increíble” indaga sobre la vida del tenor Paul Potts, cantante inglés que se hizo popular por uno de esos concursos musicales cazatalentos. La cinta se mueve en una vida de zancadillas por su condición de gordito amable y la tirria que le tienen sus compañeros de colegio: es el centro de las hostias. Su padre tampoco ayuda mucho porque considera de hombres ir a la fabrica y no estar dándole vueltas a lo de la música que es una inutilidad. La película del neoyorquino David Frankel sigue las pautas al más puro estilo de Hollywood: personaje pobre y desastroso que persigue un fin, pero su progresión va de mal en peor hasta que al final tiene una recompensa. Es cierto que con estas premisas a secas la película se derrumbaría, pero encontramos en medio unas chispas de humor inglés que complementan la comedia a las mil maravillas. Ahí está el actor irlandés Colm Meaney con un papel de padre cutre, el cual imita en cierta manera el personaje que realizó en “Café Irlandés” de Stephen Frears. Con estos ingredientes, la película rueda a una velocidad de distracción muy aceptable.
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En el 95% de los casos, odio leer, ver o escuchar algo sobre las películas que no he visto, porque se cargan el factor sorpresa que para mí es lo primordial. Así que a veces me encuentro con bodrios o al contrario, con material sorprendente.

Cuando comencé a ver Un talento increíble, desconocía totalmente su temática, sólo me interesaba que iba sobre música y ya. Además, su desarrollo en plan comedia disparatada, no me hacía presagiar en ningún momento que se tratara de una biografía. Por eso intento saber qué carajo se le pasó al director por la mente, cuando decide contar la historia de un chaval que no lo ha tenido fácil, su padre lo repudia constantemente y sufre bullying en el cole y lo camufla bajo la atmósfera de la comedia. No le veo la puta gracia por ningún lado. El respeto debe predominar cualquier biografía, cualquiera, no me vale ninguna excusa.

Llegado el momento, yo me lo estaba pasando muy bien con la historia, repito, no sabía que era real, aparece en la pantalla del ordenador del chaval una publicidad y es ahí cuando se me encendió la bombilla y recordé una historia parecida que me había contado mi mujer hace tiempo, era precisamente esta historia. Y no me lo podía creer. Madre de dios, ¿de verdad que había que hacer una comedia de todo esto?

La película nos deja muchas risas, muchos momentos emotivos, pero sobre todo, el afán de no rendirse cuando tus sueños están en juego. Nuestra vida nos pertenece, somos dueños de nuestro destino y ningún niño debería escuchar por parte de un adulto que nunca podrá hacer esto o aquello. Sólo el tiempo tiene ese poder.

Grande Paul Potts, me ha encantado como intercalan escenas reales con las de la película. Si pueden, busquen en internet su primera actuación en el concurso, los jueces asombrados, el público en pie y aún así su cara era pura tristeza, porque siempre lo habían rechazado y no esperaba que eso cambiase. Mis respetos siempre a gente que ama lo que hace y además son buenas personas.