Abducted in Plain Sight

Documental que trata sobre el calvario de una familia de clase media al cruzarse en el camino de un sociópata obsesionado con una de las hijas. Los hechos tuvieron lugar en los años setenta, cuando no existía tanta información sobre los abusos a niños. El aspecto formal es bastante simple, con recreaciones algo cutres de los acontecimientos, y entrevistas a las personas reales que vivieron la tragedia, pero la historia no necesita de adornos para impresionar. Conforme avanza el relato, el espectador asiste a una espiral de sorpresas cada vez más desagradables, un espectáculo horripilante que nos obliga a reflexionar sobre los límites de la maldad y la estupidez humanas. "¿Cómo pudo pasar esto?", se pregunta uno constantemente. La ingenuidad de los padres de la niña unida a la crueldad del acosador ponen la piel de gallina. Un caso que deja mal cuerpo.

Reconstrucción en formato documental de uno de los tantos y más estrafalarios episodios bizarros que rellenaron la Crónica de Sucesos norteamericana que, enterrado y olvidado en el tiempo, ha salido a la luz en lo que pretende ser un sucedáneo de ese notable correctivo contra la falsa moral que comportó otro, y más que notable, documento que generó controversia como “Capturing the Friedmans” (2004) de Andrew Jarecki.

Presentado como un algo gastado pastiche a lo Instagram para resaltar el momento de una época (en plena década de los lejanos años setenta), la realizadora Skye Borgman nos adentra en el clásico círculo de amistades familias de clase media trabajadora y mancilladas por la religión y, que, les une estrechamente al resto de los miembros de su comunidad (barbacoas en el porche, los pasteles de bienvenida a los nuevos recién llegados, las reuniones entre vecinos y amigos,…) todo preparado para generar un peligroso caldo de cultivo para que precipitadamente aparezca el más absorbente de los sociópatas dispuesto a hacerse poseedor de la buena fe de los demás con el fin de alcanzar el peor y más monstruosos de los objetivos.

La principal víctima no solamente fue la pequeña Jan Broberg (ahora una reputada actriz y escritora) sino también sus dos hermanas y sus padres, atraídos por la simpatía e inteligencia de su nuevo amigo, Robert Bertchold, también padre de familia y aparentemente muy unido a los suyos.

Entre declaraciones de testimonios, víctimas y algún que otro agente del FBI, el documental va recomponiendo un caso que dejó comprometidos a algunos de los mismos, así como las absurdas pesquisas que se tomaron a la hora de investigar alguien tan absurdo y oscuro personaje que representaba Robert Bertchold.

Abducted in Plain Sight

Se dice que en demasiadas ocasiones la realidad supera a la ficción. De manera que si esta suposición es cierta, cuando el vuelo desbocado de la imaginación pinta -sobre uno u otro asunto, tanto da- un cuadro desolador, de inmediato la realidad se encarga de desdibujarlo para hacerlo aún más desgarrador, aunque tal posibilidad resulte increíble.
Y esto es exactamente lo que ocurre con “Abducted in Plain Sight”, un documental disponible en la plataforma Netflix. La escalofriante historia que transcurre ante nuestros ojos requiere de un continuo ejercicio de concentración para evitar olvidar que lo que nos cuentan no pertenece al universo de la fantasía sino que todo sucedió tal como lo vemos.
Ocurrió en Pocatello, una población del Estado de Idaho en EE.UU., a mediados de los años 70. El matrimonio Bob y Mary Ann Broberg, junto a sus tres pequeñas hijas, formaban una sencilla y pacífica familia mormona de clase media americana totalmente adaptada a una comunidad acostumbrada a vivir sin sobresaltos y en la que las puertas de cada hogar permanecían abiertas día y noche sin que nadie perturbara la paz de sus habitantes.
Ningún miembro de esta modélica familia imaginaba la horrible pesadilla que se les avecinaba y el sufrimiento que durante muchos años cambiaría para siempre el curso de su existencia.
Porque el diablo no descansa, se filtra en el cuerpo de cualquier ser humano y se mimetiza según sus oscuros propósitos. En ocasiones exhibe una amplía sonrisa, se muestra amable, simpático y encantador; es atractivo, cercano, servicial. Muy pronto caes bajo su irresistible influjo para ganarse tu confianza. A partir de ahí, le abres las puertas de tu casa, le acoges como a un miembro más de la familia, se cuela en la cotidiana intimidad de tu hogar, conoce tus inconfesables secretos mientras que, con infinita paciencia, él se relame organizando su terrorífico plan.
Ese diablo existió camuflado en la persona de Robert Berchtold. Y el único pecado de los Broberg fue que un día, el ángel exterminador, por inextricables razones del azar, se instalara en su urbanización para convertirse en el más adorable y cautivador de los vecinos.
Difícil, mis improbables lectores, que aún en la mente más perturbada pueda anidar una ficción que supere la estremecedora realidad de “Abducted in Plain Sight”.

Emilio Castelló Barreneche

El documental, cuya historia no había escuchado jamás, es interesante. Pero cuenta hechos tan perturbadores que se hace difícil de sobrellevar. Sólo puedo decir una cosa: los padres de la niña son espeluznantes. Me producen más terror que el propio abusador.
Recomiendo este documental, está bien hecho, es entretenido, y la verdad es, que si fuera ficción, sería imposible de creer.

El caso que relata esta cinta resulta tan perturbador como inverosímil, hasta el punto de que en varios momentos llegue a preguntarme si no se trataría realmente de un falso documental. Lo cierto es que el material de base es toda una joya para los que "disfrutan" con las historias truculentas, con un perverso depravado que no dudó a la hora de arruinar la vida de una familia entera para saciar sus instintos, pero al desarrollar todo esto me temo que ha fallado la narrativa. Quedan demasiados recovecos por desarrollar, o esa es la sensación que a uno le queda, ya que hay puntos que no se llegan a comprender bien. Está claro que a esta pobre familia le tocó lidiar con un tremendo hdp, pero los comportamientos de los padres y la manera en que toleran que el criminal se acerque a su hija no tienen ni pies ni cabeza, al menos de la manera en que se nos cuenta durante el metraje. Tampoco termina de estar bien cuadrada la cronología de los hechos, y algunos detalles no tienen sentido (por ejemplo, primero dicen que encuentran la caravana del tipo abandonada, con un cristal roto y restos de sangre, pero no se vuelve a mencionar este hecho, y sin embargo te cuentan que cuando lo detienen vuelven a estar en su caravana).
En definitiva, Abducted in Plain Sight apenas funciona como un acercamiento superficial a los hechos, ya que pese a los testimonios directos de los implicados apenas puede uno comprender cómo se permitió o cómo pudo llegar tan lejos esta historia, que al fin y al cabo es lo fascinante de estas historias tan extremas.