En el punto de mira

Lo único destacable de este film, fue ver la crítica a la hipocresía y la corrupción en el mundo de la venta de armas. La importancia que se le concede en una sociedad como la norteamericana a los negocios legales pero ilegítimos, que venden armas a cualquier precio, llevándose por delante la moral y la ética.
En este caso, la hija de Snipes, un ex soldado, ha sido asesinada indirectamente por la empresa de armas que regenta el marido de la susodicha encadenada. La venganza de Snipes consiste en que quiere que se reabra el debate sobre la venta de armas, una enmienda en la Constitución, que se conozca y se saque a la luz pública. Ése es su afán. Una vez conseguido su propósito, la misión de Snipes habría acabado. Evidente final.

De nuevo el incombustible Snipes de mal a peor, esta vez acompañada de la guapa Fiorentino que no sé cómo se dejó engañar para interpretar el papel. Otro film sin guión, sin nada, y con la venganza absurda y sangrienta de otro patán analfabeto. Abstenerse o puede producir algún tipo de úlcera. Solo para masocas.

Una obra mejor que la del inexpresivo-cara de cartón-hermano de Ben Aflleck, también conocido como Colin Farrel.
Vale que el amigo Wesley no está para hacer un Shakespeare, pero en esta obra no se le pide más.
Florentino la verdad que es bella como ella sola pero como actriz no tiene mucho que rascar.
Pero viene la parte buena.
Un ritmo constante y entretenido.
Y una forma clara y coherente de presentar el tema de portar armas en USA.
En resumen una obra interesante pero que no pasará a la historia del cine.

Película que nunca podrá convencer a quien entienda por Thriller una ensalada de tiros y explosiones. Simplemente es un grandísimo debate sobre la hipocresía. Una reflexión sobre los actos de la gente que simplemente se dedica a hacer lo que sabe, debe y cree y no se para a pensar en sus consecuencias.

Enorme crítica al sistema estadounidense. Por extensión, a cualquiera que tenga algo de conciencia.

Y encima entretiene...

Otro pequeño thriller de acción del multifacético Wesley Snipes, que pretende encerrar una crítica al sistema constitucional norteamericano sobre el porte de armas de fuego. Me encanta que alguien se anime a criticar esto, pero sería mejor hacerlo en un documental (al estilo Michael Moore), o en una película de ficción más o menos coherente e interesante. Porque aquí lo que parece faltar es sentido (no pido mucho sentido, tan sólo un poco, no es que el género de acción se caracterice por su credibilidad), y sobre todo, entretenimiento.

La película puede que enganche al principio, pero lentamente le va soltando la mano al espectador gracias a una trama redundante y cansina, que sólo sabe dar vueltas sobre sí misma, para terminar disolviéndose en el aire. Cuando termina el espectáculo, el espectador se queda con una sensación de confusión en la mente, sin acabar de entender lo que ocurrió.

A eso debemos sumarle: