Terremoto

Un perfecto monólogo que te vuelve aún más sentimental, como si las personas se salvaran unas a otras en este contexto de desastre no fuera suficiente; actores buenos. sabiendo lo que están haciendo, incluso el francés encaja; un Guion fuerte y débil al mismo tiempo talvez este es el mayor problema porque hay historias que narran que no crean empatía y sobran sin embargo la historia principal si sobresale.

Creo que la película habría ganado un par de puntos si esta catástrofe se hubiera mostrado desde diferentes ángulos. Incluidos los medios de comunicación, la participación de los políticos, la llegada de fuerzas adicionales, otras ciudades que se muestran destruidas, sin todo lo mencionado antes, no es una "película de desastres", sino un drama relacionado con el desastre. Además, el terremoto en sí se demostró durante solo 5 minutos. Lo que a su vez es un desastre para las "películas de desastres". Por supuesto, todo lo mencionado anteriormente requiere una inversión sólida, que es probablemente la razón por la que no funcionó, aún así, es sólida.

El Gran Terremoto (2016) se trata de una coproducción entre Armenia y Rusia (da la sensación de que Rusia ha sido el país que más dinero ha puesto) dirigida por Sarik Andreasyan un curioso director de origen armenio en cuya filmografía nos encontramos con obras abominables (perpetró la infame Guardians, la versión rusa de los Vengadores) pero también con alguna película más que interesante. El Gran Terremoto está disponible en Filmin.

La película está basada en el trágico terremoto que sacudió por completo la ciudad armenia de Spitak en el 1988 (por aquel entonces aún formaba parte de la URSS). Las víctimas ascendieron a más de cuarenta mil en lo que fue una de las grandes catástrofes naturales del siglo XX. 

La película sin embargo no pertenece al subgénero del cine de catástrofes. No esperen algo parecido a una película de Roland Emmerich. Lo que aquí nos encontramos es con el drama de un grupo de personajes cuyas vidas quedarán entrelazadas por la tragedia y los momentos posteriores al terremoto, dedicándose a ayudar y a intentar salvar a sus seres queridos, pero también a todo ser humano que puedan. De hecho, la secuencia del terremoto transcurre en apenas cinco minutos (los efectos especiales están a la altura), dejando el resto del metraje para las consecuencias posteriores.

Una vez ha transcurrido el desastre, la película intenta ligar los resultados catastróficos del terremoto mediante una serie de personajes previamente presentados, muchos de los cuales han perdido a sus seres queridos en la tragedia. No hace falta que relate que tipo de escenas nos vamos a encontrar.

La película adquiere un tono dramático que roza el paroxismo de la película de Víctor Bayona, lo imposible. Evidentemente, en ocasiones la sensación que tenemos como espectador es sentir que no se podía presentar de otra manera la catástrofe (¿O sí había otra manera?), pero el caso es que El Gran Terremoto es una película que manipula los sentimientos del espectador. El uso de la música es quizá el ejemplo más evidente de esta intención, tomando en todo momento unos compases que encauzan al espectador hacía la llorera y la lágrima fácil.

Para la gente que disfruta con este tipo de masoquismo, tiene en la película una larga serie de secuencias en las que regodearse, pero para los demás la película puede hacerse demasiado reiterativa.

En la película la veracidad se diluye en pos del ya comentado drama. Por ello en la película no hay ni rastro del ejército o de los equipos pertinentes de evacuación, porque la película pretende poner el peso de toda la ayuda y el voluntariado en las personas comunes y corrientes de la ciudad. Un gesto también evidente de manipulación, porque resulta imposible pensar que podía rescatarse a gente soterrada entre millones de escombros sin ni siquiera una mísera grúa. 

La película parece tener también un componente político, intentando afianzar las relaciones entre Rusia y Armenia (que siempre han sido excelentes por otra parte). A pesar de transcurrir en Spitak, la mayoría de los diálogos son en ruso y se pretende mostrar como mensaje final la unión entre pueblos (que por cierto, a título personal considero que es un buen mensaje) y la solidaridad, especialmente entre estos dos pueblos, como garantía de salvación ante la catástrofe.

Conclusión

Una versión de Lo Imposible, que sirve como nota informativa de lo que sucedió pero que no tiene más recorrido como obra cinematográfica. 

Crítica escrita para Cinemagavia.es