Haz click aquí para copiar la URL

Melody

Drama Para poder comprar el salón de belleza de sus sueños, Melody decide convertirse en madre de alquiler para una rica inglesa que no puede tener hijos. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
30 de diciembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película excelente. Es un filme belga sobre una madre de alquiler que necesita el dinero para su gran proyecto, montar una peluquería. Plantea muchos conflictos entre ambas mujeres, la madre y la chica que hace de vientre de alquiler. Por momentos por el tipo de planos recuerda a una película de Bergman, sobre todo a Persona. Tiene una BSO de piano que conjuga muy bien con el relato. La planificación es destacable.
Asimismo muy bien rodadas las escenas que nos muestran la ciudad dura donde la peluquera tiene que buscarse la vida. El registro cambia cuando ambas se mudan a una zona marina, donde la convivencia se hace muy estrecha y el mar es liberador y asfixiante al mismo tiempo.
GerardoBici
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de julio de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
He llegado a esta poco conocida película en mi labor rigurosa de documentación sobre los vientres de alquiler para la novela que estoy escribiendo sobre dicho tema actualmente. “Melody” ha supuesto una sorpresa mayúscula. Porque para conformar una pequeña gran obra maestra contemporánea hay que modelar una serie de elementos magistrales de forma adecuada. Es justo lo que logra el cineasta belga Bernard Bellefroid combinando una dirección seria y solvente, preciosista en cuanto a su fotografía, un guión impactante y crudo abriendo en canal uno de los temas más sangrantes de la sociedad actual abducida por el capitalismo salvaje incluso en lo tocante a la maternidad, y finalmente pegando la cámara durante todo su metraje a dos actrices brutales en estado de gracia: Rachael Blake como Emily y, sobre todo, Lucie Debay encarnando a la protagonista, Melody.

Bernard Bellefroid, que intencionadamente forja su inspiración en el mejor Ingmar Bergman (especialmente en su obra maestra “Persona”, a la que este film me recuerda en numerosas ocasiones) no se lo quiere poner fácil al espectador de “Melody” y por eso se toma su tiempo para desplegar todas las cartas sobre la mesa de una situación dramática extrema. Todo comienza mostrándonos a Melody, una chica huérfana de 28 años que vive en Bruselas y que intenta ganarse la vida de peluquera a domicilio. Su sueño es llegar a fundar una peluquería, pero para eso hace falta justo lo único que no tiene: dinero. Casualmente, encuentra una web de contactos extraña a través de la que se captan mujeres jóvenes como vientre de alquiler a través de un sistema de partos programados en Ucrania.

Emily es una mujer de alta posición económica, vive sola y lo que más desea en la vida es ser madre. Piensa que Melody puede ser una opción y entonces la elige entre las chicas que pueblan dicha web. A partir de ahí, decide vigilar y controlar a la futura madre de su hijo, lo cual lleva a las dos mujeres a desarrollar unos vínculos inesperados, para bien y para mal, entre ellas.

Con una espléndida partitura musical de Frédéric Vercheval y una sublime dirección de fotografía de David Williamson, la cinta va de menos a más hasta una última media hora de intensidad salvaje, que golpea al espectador en el lugar que menos se espera. Y todo ello sostenido por las mágicas interpretaciones de Rachael Blake como una contenidamente británica Emily pero, sobre todo y por encima de todo, la de Lucie Debay, que aparece en todas las escenas de la cinta y que lleva sobre sus hombros el peso de una película que no te dejará indiferente y que te recomiendo ver encarecidamente.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow