El frío en los huesos

Es de esas películas que están basadas en una buena idea o historia, con actrices y actores que dan todo lo que pueden, sin efectos visuales, ni CGI, ni ostras en vinagre, una buena película para pasar un rato de tensión y que cuando acaba no se te queda cara de gilipollas.

Comienza muy bien: cumpleaños de papi acartonado en silla de ruedas, mami y la hija. El regalo, unos cuchillos con mango de hueso, detalle que hace que te fijes en si papi tiene todos los brazos y las piernas, pero sí, los tiene (son los primeros 4 o 5 minutos). Al rato llegan dos tíos, uno de ellos herido, pidiendo ayuda tras un accidente. Por supuesto, la acción transcurre en un caserón/granja a tomar por saco, sin teléfono, televisión ni internet. Todo huele mal.

Actuaciones de buen nivel, quizás destacando a Joely Richardson, que encaja perfectamente tanto como madre cariñosa como cabrona protectora o vengativa, pero todos los demás están a la altura.

En el tramo final patina un poco, pero aún así, como thriller con ligeras gotas de terror, con tan escasa y poca producción, merece la pena verla. Me ha gustado, teniendo en cuenta todas las porquerías que están saliendo últimamente, espero seguir de racha.

Wolf.

Refrito de otras películas que quizá, por beber de tantas fuentes, no resulta todo lo malrrollera que debería. Unos delincuentes se accidentan cerca de la granja de una mujer, que vive con su hija adolescente y su marido discapacitado. La vivienda está aislada en mitad de la nada y, mientren esperan ayuda, las cosas se enturbian hasta unos extremos que no podian ni sospechar.

La cinta juega al despiste vendiéndonos un home invasion para dar un vuelco a mitad de metraje, pero ya iba asomando la patita y recordándonos a otras películas recientes como Run (2020). Más adelante se adentra en territorios explorados en Intruders (2015) para terminar con semejanzas a Speak No Evil (2022). Mejor dar referencias de esta manera ya que es mejor no aludir a lo que sucede para no incurrir en espoilers.

Estamos ante un thriller psicológico rayano en el terror, que no termina de convertirse en un pequeño clásico instantáneo por esas referencias que, rápidamente, acuden a tu cabeza si ves cine con frecuencia. Tampoco le perdono que, a pesar de lo crudo y malsano de lo que cuenta, no consiguió trasladarme esa sensación de insania, habiendo como había un buen potencial para explotar lo enfermizo. Y eso que el elenco cumple bastante bien. Su falta de originalidad y su incapacidad de incomodar la hacen bajar bastante la nota.

Durante una terrible tormenta, dos hermanos criminales buscan refugio en una granja desolada en el medio de un bosque. Pronto toman de rehén a la familia de ese lugar, y es allí cuando descubren que la casa y sus habitantes esconden un pasado y motivaciones aún más maléficas.
Interesante película que rompe con la idea primaria de malvados vs buenos, ya que aquí tendremos personajes cuyos intereses y motivaciones se esconden del espectador gran parte del metraje, es por ello que hasta que se
desvelan tendremos una película con bastante intriga y luego de que ya sabemos qué hay detrás de todo lo que está camuflado allí asistimos a un thriller intenso, de atmósfera malsana y densa donde abunda la tensión y la violencia.
Actuaciones convincentes, hábil puesta en escena, dirección que goza de buen pulso, ritmo que no decae, un guión desarrollado con astucia, por resultado tenemos un thriller criminal con bastante suspense, mal rollo y vueltas de tuerca.

De escenarios únicos e invasiones de casas, sabe mucho el thriller de serie b con tintes de terror, un subgénero que ha proliferado en los últimos tiempos, gracias en parte a que el género asume el bajo coste para maximizar beneficios, una vez establecido también ese principio de complicidad con el espectador fiel, que en muchos casos, incluso suele preferir un formato más modesto que de algún modo, proporcione mayor libertad creativa a la producción.

Cuarta película tras la cámara del alemán Matthias Hoene, y primer trabajo con bandera norteamericana, tras firmar sus anteriores trabajos en Francia y Reino Unido, 'Little Bone Lodge' presenta a una familia algo disfuncional, con un padre incapacitado, y una madre posesiva y particularmente obsesionada con que su hija adolescente, la tercera residente de la casa, mantenga las formas, en plena tormenta, van a recibir la visita de dos hermanos que han sufrido un accidente, quedando uno de ellos malherido.

Un film nocturno, desarrollado desde la hora de la cena hasta el amanecer, y que busca esa atmósfera opresiva, tan recurrente entre las cuatro paredes de una vivienda aislada, donde el choque de personalidades, unido a los más que previsibles secretos que portan los distintos personajes, van a poner en peligro la estabilidad y la seguridad de cada uno de ellos.

Es innegable que Hoene consigue la atmósfera que persigue en el film, incluso sabe como plantear el tablero, al menos de inicio, mientras se mantiene ese interés genuino por saber que ocurre realmente con cada perfil, el problema surge cuando se va desmadejando la historia, demasiado enrevesada e incluso inverosímil en alguno de sus giros, lo que resta capacidad al resultado.

A esto hay que sumar, que el realizador no se atreve a meter el dedo en la llaga en los momentos más truculentos, precisamente donde tendría que haberse ganado al consumidor de este tipo de productos, un defecto que intentan contrarrestar con un reparto implicado, en el que destaca la veterana Joely Richardson, y donde se añade la curiosidad de que Neil Linpow, responsable del guión original y productor de la cinta junto a Hoene, ocupa un papel destacado, dando vida a uno de los hermanos invasores.

Para terminar, 'Little Bone Lodge' se presenta como un trabajo más bien fallido, que va perdiendo interés a medida que avanza con sus particulares giros de tuerca, por un exceso desmedido por intentar sorprender todo el tiempo con una premisa, que se prestaba más bien a otro tipo de desenlace, menos intrincado, curiosamente, cuando pasa la tormenta, y se exponen los argumentos finales, parece que la historia haya dejado de portar dicha energía, para abrazar un discurso convencional y poco inspirado.


- Películas del 33 Fancine: Festival de Cine Fantástico Universidad de Málaga -

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El cine de vez en cuando nos regala cierta película que sin ninguna expectativa resulta ser un agrado totalmente inesperado, es lo que sucede con la película que dirige Matthias Hoene, la cual se convierte en un astuto thriller que termina cautivando tu atención gracias a su buena dirección y al buen trabajo que brinda su reparto por completo.

Nos enfrentamos a un thriller el cual destaca por saber ir llevando los tiempos para que nunca pierdas las intenciones de seguir conectado con la historia que nos están proponiendo. Es una historia que tiene sus buenos momentos y otros un tanto más bajos, pero la suma de todo hace que tengamos una agradable película con la cual quedarnos y disfrutar de principio a fin.

Como mencionaba anteriormente gran parte de que todo funcione es su reparto encabezado por una sorprenden Joely Richardson que nos entrega un personaje cautivador con el cual gozas de sus acciones durante toda la película. Junto a ella destaca su reparto completo dando lo mejor de sí para brindarte toda la tensión posible en una historia que se va resolviendo con un par de giros que parecen ser algo poco creíbles, pero que su reparto permite que lo ignoremos y nos compremos de buena manera que aquella situación si ocurre de verdad.

Una película que vale la pena darle un vistazo por lo entretenida que resulta ser y por darnos un thriller bastante contundente en cuanto a tensión y emociones. Son de esas películas escondidas o poco conocidas que terminan generando bastante cariño en el espectador.