Future Cops

Las adaptaciones no-oficiales suelen ser desastrosas, ya sean de novelas, cómics, series de televisión o videojuegos. El ejemplo más claro es la apestosa "Dragon Ball: Comienza la Magia". Pero cuando funcionan, como le pasa a "Future Cops"... molan la hostia y más. Para poner en situación: estamos ante una adaptación muy coñera del videojuego Street Fighter II, que únicamente coge a varios personajes y sus poderes y les cambia el marco, su diseño y todo lo demás. Vamos, está disimulada hasta que el frikismo se sale del borde e impacta contra la cara del espectador... que sólo puede reír hasta desencajarse la mandíbula.

Da igual que haya poco presupuesto, por que la película no se toma en serio. Al contrario que la cinta de Van Damme, que no sólo intentaba ser seria sino que además es mucho menos fiel al juego que Future Cops (irónico, ¿verdad?), en la cinta de Jing Wong no hay momento para el aburrimiento ni para el bostezo. Las ahora estrellas del cine hongkonés Andy Lau, Jacky Cheung, Aaron Kwok o Richard Ng se pasean por pantalla sabiendo reírse de los clichés. Pasándoselo bien y transmitiendo eso al espectador desde el primer segundo.

Los combates son simples, la historia es muy tonta... no hay nada que haga de Future Cops una buena película en el sentido más puramente cinematográfico. Y tampoco lo necesita: a personajes como Ken, Sagat, Chun-Li, Ryu, Honda o Bison se les unen cameos de Mario Bros. e incluso Son Goku. ¡Ahí es nada!. En resumen: si sois como yo, que habéis crecido machacando el mando de una Super Nintendo o el arcade stick de una recreativa jugando a Street Fighter, vedla. No sólo os divertirá, sino que os recordará tiempos realmente geniales. Si nunca habéis tenido contacto con el juego, obviadla... por que es totalmente incoherente desde ese prisma. Ah, eso sí... hay que tomársela a coña. Si queréis una película seria de Street Fighter, ved esa maravilla que resultó ser "Street Fighter II: The Animated Movie".

Película como pocas donde las carcajadas están aseguradas tanto para los amantes del Street Fighter, juego al que parodia, como para los que no han oído ni hablar de él.

No somos pocos los que pedimos la incineración de los responsables de casi todas las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla, y probablemente si me cuentan esto sin verlo me parecería un insulto y una nueva falta de respeto, pero estamos ante una comedia sin más que usa los personajes del Street Fighter anecdóticamente. La misma película sin referencias videojuegueras también sería buena, quizá no tanto (el momento Super Mario y la aparición de Blanka es impagable), pero divertida como poco.

El principio ya anuncia de que va la cosa con una batalla donde se reparte por todos lados cuando solo llevamos 4 minutos de película. Es un poco engañoso pensar que la película va a ir de eso ya que en su nudo deja de ser una película de artes marciales para convertirse en una amena comedia, adecuada incluso para aquellos que no sienten ese "frikismo" en su interior con las peleas. La batalla final es tan buena que parecía imposible que pudiera mejorar el nivel de la película y lo consigue.

Future Cops es tan graciosa que por momento suno se olvida de que está viendo una parodia (muy libre) de Street Fighter. Más de éstas donde te ríes todo lo que quieras y menos de las otras, donde lo que parece es que se estén riendo de ti.

Absurda, infumable, vomitiva… no se me ocurren más “lindezas” para este aborto cinematográfico hongkonés.

Wong Jim escoge para su trabajo a los personajes del archiconocido “Street Fighter” de Capcom con la única intención de usarlos como reclamo para contar la ristra de patochadas que componen la trama. Después de ver infinidad de películas asiáticas del estilo, y mucho más bizarras que esta defecación, me resulta asombroso que no le encuentre la gracia a prácticamente nada de lo que se muestra, sino más bien me produzca sonrojo y decepción. Los actores no tienen la culpa de aparentar ser anormales, ya tienen suficiente con disfrazarse de mamarrachos en un intento de imitar a los míticos personajes del videojuego. Ganas de llorar.

Casi todo en esta sarta de majaderías es despreciable… el único que se salva es el estudiante futuro juez, graciosamente patoso y perdedor, que consigue sacar al menos alguna sonrisa.

Infumable.