C'était un rendez-vous (C)
Acción
Una carrera a toda velocidad por las calles de París. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2011
39 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Su título simple “Rendez-vous” (“Cita”) es un clamoroso spoiler pero esa justificación desde su título completo “C'était un rendez-vous” "(“Fue una cita”) nos presenta un cortometraje en el que el punto de vista de la cámara nos convierte a nosotros en el propio vehículo donde se acomete la delictiva y maniática carrera a través de Paris. Los tiempos cambian. Los Lumière nos acercaban un tren a la gran pantalla, ante la espantada de los espectadores de la época, en “Llegada del tren a la estación de La Ciotat”. 81 años se había perdido el lado salvaje del cinematógrafo, de esa libertad de los primogénitos. No se sabe quién conduce, quién filma o si estaba preparado… Si es verdad que el director fue detenido en la primera proyección o qué modelo de coche era. Claude Lelouch acelera el corazón del espectador y le devuelve a cierta libertad y temor mediante la inseguridad inicial, a que vuelva a hacerse preguntas frente a lo que visiona. Pero, como si fuera una versión a cuatro ruedas de “C'est l'aviron” de Norman McLaren, todo camino parece tener un final.
Entre el cinéma-verité y la avant-garde el final del camino marca cualquier objeto previo. El fin justifica los medios y precisamente el cartel nos anuncia una mirada como objeto del deseo. Sin esa precisión nada tendría sentido. ¿Es un corto experimental o es sencillamente una historia de amor rodada con acelerador? Sin un último plano podría ser lo uno o lo otro pero el director se rinde hacía el fin y justifica un crimen pasional mediante un rally encubierto en el despertar de una metrópolis para que veamos que cada semáforo en rojo, cada peligroso giro y adelantamiento tenía el brillo de una mirada y beso furtivo tras pisar el freno de un vehículo que a su vez conduce una cámara y que a su vez nos trasportaba a nosotros.
En el fondo, quedará París como una línea que sirva de renglón para que el espectador escriba el resto de la historia.
Entre el cinéma-verité y la avant-garde el final del camino marca cualquier objeto previo. El fin justifica los medios y precisamente el cartel nos anuncia una mirada como objeto del deseo. Sin esa precisión nada tendría sentido. ¿Es un corto experimental o es sencillamente una historia de amor rodada con acelerador? Sin un último plano podría ser lo uno o lo otro pero el director se rinde hacía el fin y justifica un crimen pasional mediante un rally encubierto en el despertar de una metrópolis para que veamos que cada semáforo en rojo, cada peligroso giro y adelantamiento tenía el brillo de una mirada y beso furtivo tras pisar el freno de un vehículo que a su vez conduce una cámara y que a su vez nos trasportaba a nosotros.
En el fondo, quedará París como una línea que sirva de renglón para que el espectador escriba el resto de la historia.
24 de noviembre de 2017
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se le ocurrió otra cosa mejor a Claude Lelouch en una apacible mañana de agosto de 1976 que hacer temblar las sublimes calles de París con el rugido de motor de su Mercedes-Benz 450SEL 6.9.
Rodado en una única toma para la historia queda para la memoria la inconsciencia de un tipo al volante en formato de joya pseudo-cinematográfica. Con sus pequeños trucos para alcanzar una mayor espectacularidad (el sonido de motor que escuchamos es el de un Ferrari) y “seguridad” (apoyo externo en algunos puntos ciegos de la ruta) se impone majestuoso el Arco del Triunfo a modo de zoom para recorrer los Campos Elíseos hasta el Obelisco de Lúxor; pasar por el Louvre y continuar pisando gas hasta adentrarnos en el bohemio barrio de Montmartre y ver de refilón el molino más famoso del mundo. Finalmente coronamos su cumbre donde se ubica la famosa Basílica del Sacré Coeur y donde nos aguarda una sonriente rubia. Cita saldada con éxito en una bella temeridad en no más de 9 minutos.
Una idea que no puede encontrar justificación alguna. Un fin que no debería justificar los medios pero cuyo resultado ahí está avalado por mi valoración a esta obra. Incongruencias… pero qué le vamos a hacer.
Rodado en una única toma para la historia queda para la memoria la inconsciencia de un tipo al volante en formato de joya pseudo-cinematográfica. Con sus pequeños trucos para alcanzar una mayor espectacularidad (el sonido de motor que escuchamos es el de un Ferrari) y “seguridad” (apoyo externo en algunos puntos ciegos de la ruta) se impone majestuoso el Arco del Triunfo a modo de zoom para recorrer los Campos Elíseos hasta el Obelisco de Lúxor; pasar por el Louvre y continuar pisando gas hasta adentrarnos en el bohemio barrio de Montmartre y ver de refilón el molino más famoso del mundo. Finalmente coronamos su cumbre donde se ubica la famosa Basílica del Sacré Coeur y donde nos aguarda una sonriente rubia. Cita saldada con éxito en una bella temeridad en no más de 9 minutos.
Una idea que no puede encontrar justificación alguna. Un fin que no debería justificar los medios pero cuyo resultado ahí está avalado por mi valoración a esta obra. Incongruencias… pero qué le vamos a hacer.
15 de diciembre de 2012
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La gente nunca entiende nada. Esta es la mejor película de amor de toda la historia. Y el que no lo vea así, es que nunca ha estado enamorado de verdad. Podría estar escribiendo dos horas sobre esta maravilla, pero sería inútil: para el que esté de acuerdo conmigo, todo palabrería sobra porque no hay nada más que decir; aquel que piensa que esta película es una chorrada peligrosa que jamás debería haber sido rodada, nunca va a ser capaz de verla de otra manera. Así que ya está todo dicho: l'amour, toujours. "La belleza será convulsa o no será" (Nadja)
28 de julio de 2011
19 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos lo llamarán minimalismo posmoderno, realismo nihilista o subversión bizarra ante los cánones. Otros solamente veremos aquí conducción temeraria con una justificación pueril, carente de cine, todo frivolidad y falta de ideas. Llevar una cámara no transforma lo ilícito en lícito, ni lo mundano en arte; el cine no lo hace la cámara
16 de abril de 2013
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues seguro que alguien piensa que lo que voy a decir es una barrabasada, pero este cortometraje es un puente entre el "cinéma-vérité" cercano a la "nouvelle vague" y las pelis actuales de Vin Diesel e imitadores.
Lo cierto es que se trata de un corto "experimental" en el que se nos muestra en plan cámara subjetiva (montada sobre el parachoques delantero de un Mercedes-Benz) una carrera a toda hostia por las hermosas calles de París de madrugada.
Al comenzar el corto ya se nos advierte que nada ha sido preparado y que no hay efectos especiales (si bien algunas voces discrepantes cuestionaron posteriormente este hecho) .
Parece ser que el que conducia era el propio director Claude Lelouch (aunque las mismas voces discrepantes aventuraron que bien pudiera haber contratado a un taxista o a un piloto de F1) y el notas se salta todos los semaforos en rojo y a punto está de llevarse por delante a algun transeunte (lo cual le valió la crítica de las mencionadas voces discrepantes por la falta de ética y moral que lógicamente se le puede atribuir a la obra).
En todo caso, el corto sorprende y entretiene lo suyo. Lo han quitado de Youtube y otras webs pero todavia se puede rescatar aquí:
http://www.mcdrifter.com.ar/2012/09/cetait-un-rendez-vous-1976-toda.html
Lo cierto es que se trata de un corto "experimental" en el que se nos muestra en plan cámara subjetiva (montada sobre el parachoques delantero de un Mercedes-Benz) una carrera a toda hostia por las hermosas calles de París de madrugada.
Al comenzar el corto ya se nos advierte que nada ha sido preparado y que no hay efectos especiales (si bien algunas voces discrepantes cuestionaron posteriormente este hecho) .
Parece ser que el que conducia era el propio director Claude Lelouch (aunque las mismas voces discrepantes aventuraron que bien pudiera haber contratado a un taxista o a un piloto de F1) y el notas se salta todos los semaforos en rojo y a punto está de llevarse por delante a algun transeunte (lo cual le valió la crítica de las mencionadas voces discrepantes por la falta de ética y moral que lógicamente se le puede atribuir a la obra).
En todo caso, el corto sorprende y entretiene lo suyo. Lo han quitado de Youtube y otras webs pero todavia se puede rescatar aquí:
http://www.mcdrifter.com.ar/2012/09/cetait-un-rendez-vous-1976-toda.html
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here