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Esta película podría ser el reflejo de un manual de autoayuda o de un libro de Paulo Coelho, es correcta, nos hace reflexionar pero a la vuelta de la esquina se nos olvidó casi todo. Creo que le falta mayor imaginación para poder transmitir mejor, no sorprende.

En la juventud suele deslumbrar el poder y el dinero más que cualquier otra cosa, no es habitual preocuparse por el amor, la salud o el desarrollo emocional pues son cosas que se tienen y no se aprecian en su justa medida o, en su caso, no fueron inculcados esos valores en la infancia y no se echan en falta. Con la edad todo cambia, se empieza a ver la realidad, lo importante de la salud, del afecto, del autoaprecio y del dinero, el dinero sigue siendo importante en la mayoría de los casos, es como un colchón, pero ya no sobresale tanto, ya no es tan adorado.

El éxito en la vida no es tener dinero y eso no se suele entender hasta bien tarde y a veces el dinero es nuestro propio carcelero.

Buen intento de este film por tocar estos aspectos.

En el mundo en el que vivimos, sembrar tan solo dinero es una enfermedad. Entonces no hay corazón. Este es el tema de la película, excelente en el escenario horrible en el que se encuentra. Realista con maestría.

En el horror que produce esto se encuentra una cantidad innumerable de gente. Ciega por víctima.