Vieja amistad

Melodrama dirigido por Vincent Sherman en 1943, adaptada a partir de la obra de John Druten. Hay una versión de George Cukor, de 1981, la cual fue su última película.
Trata sobre la vida de una escritora y su amiga, que con el paso del tiempo van rivalizando, tanto en el terreno profesional como en el sentimental.

Bette Davis realiza, como casi siempre, un excelente trabajo y gracias a ella, la película funciona. Miriam Hopkins resulta algo más ambigua, mientras que John Loder, el sufrido marido, tiene una apreciable labor. Problablemente el mayor hándicap es que al estar basada en una obra de teatro resulta algo limitada. Quizá la "larga" elipsis resulta algo brusca.
No es de las mejores películas de Bette Davis pero resulta bastante entretenida.
Como curiosidad, se dice que el enfrentamiento con Miriam Hopkins provocaba que costara mucho acabar las escenas, hasta tal punto que no se miraban a la cara, llegando a insultarse repetidamente.

Vieja amistad junto con Ricas y Famosas, dos película basadas en mismo guión y dos películas muy diferentes.
Si he de quedarme con una película, sin duda, con Vieja amistad, no solamente por las interpretaciones sino principalmente por la adaptación del guión.
Las dos películas están adaptadas acordes a su tiempo, Bette Davis en una película de los años treinta donde el entorno en el que se sitúan los personajes será muy diferente al de Cukor, 1980.
Dos grandes amigas de la infancia, dos escritoras las cuales buscan caminos diferentes en sus vidas y profesiones, las dos representan dos caminos diferentes en la vida y en su profesión.
Una escritora busca el éxito y la fama, ese éxito que lleva consigo el éxito material pero no tendrá que ver con el buen escribir y ella lo sabe, su vida consistirá en la apariencia hacia los demás mientras que en su interior solamente tendrá cabida la envidia y el egoísmo incluso hacia a aquellas personas que más la quieren; estas personas la detestarán menos aquella que será su gran amiga, amiga que representará todo lo contrario a la anterior.
Esta busca en su trabajo literario, escribe una literatura basada en la reflexión y en la continua insatisfacción y siendo como persona aquella que busca y desea el bien por los demás, valorando la amistad y el amor aunque muchas veces estos le causen más que un disgusto.
Esta podría decirse que es la base temática de la película que en Vieja amistad aparece de una manera más clara que en Ricas y famosas.
Existe una clara diferencia entre ambas película; con Vieja amistad los hechos narran lo profundo de la película, una historia adaptada según el cine de los años treinta y cuarenta sirve para sacar conclusiones morales sobre la amistad, el amor, el pasar del tiempo, la juventud y la vejez, el buscar y la elaboración artística entre otras tantas cosas; Ricas y famosas adapta el mismo guión en el cine de los años ochenta y con un gran director de una gran tradición, Cukor pero el resultado es algo muy poco definido.
De una manera innecesaria Cukor recurre a demasiado erotismo para contar una historia que simplemente pone en boca de sus actores de manera muy divagadora pues los hechos no son acordes con las palabras, demasiado divagación.
Vieja amistad es una buena interpretación y adaptación, la base de una reflexión humana narrada por una historia sin llegar a hechos artificiales, sin duda mejor película.
Me pregunto si Cukor hubiese dirigido de igual manera la película en los años cuarenta, si hubiese sido igual y creo que no.
Un simple detalle a comentar, no siempre Davis hace de mala, al contrario es la más buena de toda la película, una vez más.

Llega el momento de tomar una decisión cuando las relaciones se tuercen, cuando el camino no marca el final desde su inicio o cuando las sombras se ciernen como una oscura realidad imposible de disipar.

Película tensa, emotiva, íntima y de recia factura, cruda, profunda y llena de sensibilidad pero sin asomo de ñoñez.
Los saltos en el tiempo no hacen que se resienta el ritmo porque la narración resulta fluida, la acción no se detiene jamás, parece siempre un proceso natural y las tramas se imbrican en una urdimbre de convicción.
Como un vals de las velas entonado a media voz.

Magnífica actuación de los principales protagonistas incluyendo a la inolvidable A. Revere en su papel, como casi siempre, subsidiario.

Y es que, las películas ya ganan por estar Bette Davis. Como curiosidad, Bette quería que su co-protagonista fuese Norma Shearer. Lo que hubiera dado porque Norma hubiera hecho pareja con Bette.... ufff brutal....

No me ha desagrado Miriam, pero Norma, es mucha Norma. Pero ya estaba en semi-retiro, y no quería aceptar un papel secundario con la facturación menor.

Miriam, desgraciadamente, no tenía mucho donde optar, ya que las películas que había protagonizado tampoco habían tenido mucho éxito y seguramente se conformaba con papeles secundarios, y aunque en la anterior película que trabajó con Bette, tuvieron un rifi rafe (más que nada, porque Bette tuvo una aventura con el marido de Miriam), aceptó el papel. Y seguramente, en la escena en que Miriam comenta con rabia como su amiga le había quitado su marido, fue la actuación más verídica de toda la película.

Aún así, tengo que poner algún "pero".... Y es que, la película, vista hoy en día, desprende un poco de machismo, en el asunto de que la mujer tiene que atesorar a su marido, porque si lo pierde, lo pierde para siempre. El hombre puede cambiar de amor de un día para otro (literalmente), pero la mujer siempre amará al hombre pase lo que pase.

Quizás, en aquella época, esto no tenía mucha repercusión, porque ya sabemos que la mujer no tenía mucho poder y el hombre es la figura inamovible. Tal como se ve en la relación de la amiga con su marido, que ella es la que lleva los pantalones, pero al final, él es el que tiene la última palabra, aunque quieran dar un giro, creo que no le sale muy bien, vista a día de hoy.

Quitando esto, la película tiene fuerza, atracción y le doy un 7, una muy buena nota.