Es cierto que tampoco esperaba mucho de "Musarañas". Tan sólo pasar un rato después de comer en una tarde de domingo, y ver qué tal lo hace Macarena Gómez en estos derroteros del suspense (ya sabía que terror no me iba a encontrar). Y bueno, la peli está entretenida.
Una estética bastante manida, la de la España de posguerra, es la que nos sirve de menaje para un plato bastante repetido. Los clichés se vuelven a incorporar a un guión un tanto sobreactuado: solterona psicótica ultrareligiosa adicta con brotes paranoides con infancia traumática se mezcla con caballero sexy caído del cielo (en este caso de las escaleras). Mezclemos todo ello con una hermana menor que haga de hilo conductor con mala dicción y aderecémoslo con algunos toques de sangre y humor negro. Inevitable asociación a "Misery".
Ese podría ser el punto de partida. El problema es que ninguno de los aspectos propuestos llega a cuajar. No es una película de terror, no es un drama, no es una película independiente, no es televisión, no es... ¿Qué demonios es?
En mi opinión, para reflejar esa locura y ese desencaje, y esa credibilidad que le falta a la película, debería profundizarse más sobre alguno de esos factores, porque da la sensación de que te mojas los pies, pero no te bañas. Me explico: me falta yuyu religioso, me falta sangre, me falta mono a la droga, me falta mala leche. Y es esa corrección y ese exceso de medición lo que hace que el plato sea eso, uno más. Apto para el disfrute y regocijo de todos los públicos.
En lo técnico más de lo mismo: han tirado de armario de "Amar en Huevos Revueltos" y le han puesto una música bastante anodina. El sonido... maldita sea, ¿qué le pasa al cine español con el sonido? Se puede sonorizar una conversación telefónica sin bajar el volumen: se puede. Se puede hacer de narrador con una dicción inteligible (Nadia de Santiago habla con el boquino chico, parece que no quiere que se la entienda). Se puede. Y bueno, pequeños detalles mínimos que se saltan a la torera en pro de la estética como lámparas encendidas en pisos vacíos y nimiedades varias.
También tiene cosas buenas, pero menos. Se hace cortita, es entretenida, aunque sólo sea para ponerla en duda. Macarenita lo hace bastante bien. No es su mejor peli, pero se gusta.

Toda la película se sostiene sobre un guión cogido por los pelos. Ni la tensión se sustenta bajo la figura de un héroe (porque no lo hay), como muchos se empeñan en comparar con "Speed", ni hay un villano malvado con una motivación poderosa. Al final es una venganza por dinerito. El mensaje es facilón, para que todos los públicos puedan consumirla sin darle demasiado al coco. No hay giros argumentales ni subtramas.
Los diálogos son de traca ("Cualquiera puede hacer una bomba con material de ferretería y una conexión a internet") y las situaciones rocambolescas (despliegue policial instantáneo con helicóptero incluido). Qué barato. Actuaciones sobreactuadísimas con una música insulsa enlatada. Sin personalidad, "El Desconocido" es un producto precocinado y listo para deglutir en la sobremesa del domingo.
Lo único bueno es la fotografía y los paisajes nubosos y ese suelo mojado de A Coruña.
Lo demás es para olvidar. Todo es absurdamente predecible. A cualquiera se le ocurrirían salidas más inteligentes. Vacía, aburrida y previsible. Lo único que la salva es que el remake yanqui será peor todavía.

El juego: ponéosla en grupo y cada vez que alguien diga "Carlos" bebed un chupito. Al personaje de Tosar le van a gastar el nombre y vosotros terminaréis tan borrachos que el insulso final de la peli os dará hasta igual.

Interstellar con Maziu Maconaguai: Maziu viaja a través de un agujero negro llamado gargantúa para decirle a su hija veinticinco años después que hay una quinta dimensión y que se vayan pa Saturno que se está muy agustito porque la Tierra está fatal. Se lo dice en morse empujando libros desde el otro lado. Por el camino se encuentran con Mat Deimon, lo que le da a la película unos cuarenta y cinco minutos más para no decir absolutamente nada. No creo que a nadie le haya estropeado la película.
Hombre, técnicamente está muy bien, pero... ya ves cómo te resumo 165 minutos de peli... El punto de partida es bueno, pero este hombre tiene una manía con darle una vuelta de más a sus historias que lo único que hace es estropearlas. A veces no por ser más complejo se es mejor...
Los planos de cámara fija sobre la nave, si los empalmamos se llevan treinta minutos de metraje por lo menos... y lo de los libritos es de traca para darle un final redondo, emotivo y filosófico a esta hiperaventura tan espacial.
Muy rico todo, Christopher Nolan, ahora a esperar oscars.

Tendemos a poner a Scorsese en un altar entre los grandes de Hollywood, pero ya no lo está. Con esta película se hace un homenaje a sí mismo en épocas mejores, como "Goodfellas" o "Casino", pero no llega. Intenta repetir el tremendo tándem que le encumbró: DeNiro y Pesci, y le sale rana por un simple motivo: la falta de carisma de sus protagonistas.
Quizá lo que más cuenta al final de todo es que no trago a DiCaprio. Todo el mundo dice que es un actorazo, una estrella, el mejor. Yo sólo veo un registro en la filmografía del actor: él mismo. Ahora, en su etapa de madurez, y muso del respetadísimo Scorsese, ha conseguido hacerse un hueco entre los galácticos frunciendo el ceño y gritando discursos que ni él mismo se cree. En "The Wolf of Wall Street" sus pataletas y berreos tienen su sitio porque el contexto lo facilita: está puesto hasta arriba toda la película.
Técnicamente el film es más que correcto, y hay escenas espectaculares. Hay algunos a los que las tres horas de metraje se les han hecho demasiado. A mí no. Lo que hay está bien narrado. Lástima que la historia no dé más de sí. Todo está ya visto y contado. Los personajes no tienen profundidad, no se empatiza con el espectador, y no hay mensaje, ni, por tanto, reflexión. Pasar una tarde/noche entretenida viendo cómo DiCaprio se droga sin parar, alguna rubia que otra que se pasea en cueros, y todo aliñado con unos guiones repletos de "fucking" al más puro estilo tarantiniano de los noventa.
Divertida, pero poco más.

Lo único que merece la pena son los 30 segundos iniciales, en los que el espectador puede elegir si montarse su propia película a partir de una violación a una señora mayor que es muy poca cosica, que parece que se va a desmontar si la soplas un poco, o continuar aguantando las dos horas y diez minutos de puro tedio sinsentido hasta que llegan los créditos, por fin.
No la vean, aunque se la recomiende su mejor amigo. De hecho, si se la recomienda un amigo, yo que usted me plantearía su amistad.
Si hay alguna historia detrás de este despropósito, está compuesta de sketches elaborados a partir de personajes abominables y de situaciones manidas. "Elle" es un refrito de clichés manoseados, una parodia constante y absurda, un monólogo de Arévalo (sí, el de los chistes de gangosos) firmado por Verhoeven, un homenaje al mal gusto. Los guiones son de pena, no hay consecuencias en un mundo de ricos que parecen vivir en una burbuja y dejan la toma de decisiones al libre albedrío. No me quiero poner pedante, porque este producto no me va a gustar más por ello. Cuando termina una escena te preguntas: "A ver qué mierdas se les ocurren ahora, no puede ser peor que la anterior", para descubrir que sí, que sí que puede.
Esta película, tanto a nivel técnico como artístico, se merece un hueco en la sobremesa del domingo. Y si por casualidad, haciendo zapping, se la encuentran en su canal casposo en el horario mencionado, no la dejen. Valiente mojón.