Ed Begley me recuerda al padre autoritario de "The long hot summer", dirigiendo y manipulando le destino de sus hijos, creyendo indirectamente que hace lo mejor para ellos. Ante esto Shirlye Knight en pro del amor no tira la toalla y se abraza a su relación con Paul Newman; el típico embustero y poco sólido iluso, que aprovecha su físico en vez de sus dotes de actor para llegar a ser alguien. Sin quedarnos en la superficie, realmente creo que el amor entre ellos dos es real, siendo este el centro de la película.
Personajes muy bien definidos, dentro de sus inconsistencias, que enmarcan a la perfección estereotipos e ideales ya vistos en guiones previos de Tennessee Williams. Paul Newman está impresionante en todas sus facetas.

Muy recomendable.

Si atendemos al origen de la película, basada en la propia hermana de Tennessee Williams, podemos entender lo que llevó a su escritura. Liz Taylor encarna a una persona a la que se le ha querido hacer sentir loca, sin estarlo. Sensación que en mi opinión, todos hemos llegado a sentir en algún momento y que es difícil de interpretar.
Sin duda Katharine Hepburn es el centro de la película, siendo una madre obsesionada con la muerte de su hijo. Todo gira en torno a él. Por otro lado el papel de Clift como médico fiel a su profesión y a su criterio, actuando casi más como abogado, va tejiendo hilos y tejiendo la verdad. Muchos sentimientos humanos básicos quedan retratados en la película, como la avaricia encarnada por la familia de Taylor o el concepto de familia.

Muy recomendable, para quién la vea o la haya visto le hago esta pregunta: ¿Cómo te imaginas a Sebastian?

Es fácil darse cuenta que se trata de Medem, la intensidad de las miradas, de los personajes, la música. Le encantan los cuerpos, los tormentos detrás de cada persona y cómo estos determinan el devenir de la gente.
Cada vez que veo una de sus películas, me siento intensa. Y me encanta.
No todo es oro lo que reluce, como en films previos, en mi opinión siempre los comienzos de sus películas son brutales para luego ir diluyéndose a medida que avanza el argumento. Crea situaciones tan conflictivas, que luego salir de ellas es complicado.
Álvaro Cervantes me parece un gran actor, se nota su crecimiento desde "El juego del ahorcado"; lo mismo puedo decir de Úrsula Corberó, cada vez más madura y con un estilo más pulido. Sobre Najwa Nimri, me encanta, que se puede esperar de su mirada.

En conclusión, merece la pena verla y más si es ha seguido al director en películas previas. Me quedo con el vínculo que une a sus dos protagonistas.

El amor entre Paul Newman y Joanne Woodward surgió en el seno de "The long hot summer", tras lo que se consolidó un idilio que duraría 50 años. La tensión sexual y el deseo entre los dos personajes es evidente, al igual el orgullo de Woodward que le lleva a querer lo prohibido y sucio. Por otro lado, el personaje de Newman brilla y evoluciona, construyendo al típico pillo que en realidad tiene la cabeza amueblada y labra un futuro.
Dejando de lado el romanticismo, en mi opinión el personaje más interesante de analizar es del de Welles, figura paterna déspota y autoritaria, retratado en todas sus facetas, aportando la solidez sobre la que gira la película.
La verdad, que en filmes como este se pueden retratar termas muy interesantes de la condición humana, desde la envidia, el odio, la avaricia, el deseo de control, el amor, el inseguridad, y sobre todo la familia.
Altamente recomendable com ejemplo de cine amplio y rotundo.

Desde el comienzo hasta el fin la película consigue que te atrape. Imágenes duras que hablan por si mismas, sin necesidad del diálogo. Manuela Vellés es simplemente una actriz como pocas, empleando su propio embarazo (con el mérito que esto conlleva) hace una interpretación sublime. Los momentos duros de la película, son difíciles de ver…pero siguen el hilo del argumento tan devastador como es el de la violación.

Creo que hay que dar una oportunidad a esta película, mas allá de la nota de este portal. Sinceramente creo que cualquier mujer puede ponerse en su lugar, y en la posibilidad de vivir algo así.