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España España · Torremolinos
Críticas de karnstein
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
3
1 de marzo de 2021
142 de 211 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pertenece Nomadland a ese genero de obras tramposas en las que se apela a la empatía con victimas inocentes ante las que uno no puede más que claudicar. La película muestra a personas de esas que, como reza el tópico, "albergan mucha humanidad",... "buena gente". Así, gran parte del público se siente inundada por un sentimiento de simpatía hacia los personajes que pueblan la narración. A esto se le añade un tratamiento lírico de la naturaleza y un pathos anarquista de corte romántico, un ritmo contemplativo en el que la búsqueda de empatía con los personajes desarma cualquier intento de enfocar la película con un mínimo de mirada crítica.
Por la pantalla pasan toda una galería de personajes que, a pesar de su paupérrima situación, enfrentan la vida sin conciencia real de clase y solo con un vago sentimiento de hermandad y lirismo new age, trabajadores arrojados por el desagüe del tardocapitalismo cuya salida es una vida en condiciones de pura subsistencia sublimada por unos valores de ilusoria libertad y unión mística con la Pachamama.
Efectivamente, como ya he leido por ahí, se trata de los virtuales votantes de Trump que un dia fueron demócratas, libertarios que tratan de convencerse de que han elegido un modo de vida donde a la pureza de sentimientos y el convencimiento de la propia inocencia va unido a un goce estético de la naturaleza con tintes místicos. Esta transmutación religiosa va de la mano de un pasaje desde el Antiguo Testamento a los Hechos de los Apóstoles, del libro de Job a las epístolas de San Pablo.
Esta clase obrera americana debería más bien meditar sobre el camino que le ha traído hasta aquí: décadas de ideología hippy orientalizante (es significativo que las religiones asiáticas abrazadas por mucha de esta gente admiten con total naturalidad los sistemas de castas y de resignación en la inmovilidad social), culto a la evasión tanto en la cultura mainstream como en la contracultura, etc. Este pensamiento de tanto arraigo en la cultura americana tiene una de sus máximos exponentes en las obras Thoreau, si bien no es algo nuevo y se pueden remontar sus orígenes al menos hasta Virgilio, pasando por Rousseau. Se trata de la huida de la sociedad industrial en pos de una naturaleza idealizada y a través de la práctica de un ascetismo que se pretende en alguna medida como de libre elección.
Frances MacDormand, pese a la opinión generalizada, creo que hace un trabajo empalagoso hasta la nausea, pues la ausencia de diálogos e incluso de acción no le deja otro recurso que el de poner cara de sufridora de alma bella.
karnstein
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3
24 de enero de 2014
35 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vale que la estética "ochentera" (¿"ochentista"?) vista con nostalgia e indulgencia nos puede hacer gracia y que algunas referencias cinéfilas (bastante triviales) pueden ser pasto de algunos mitómanos del genero, pero, francamente, si esto es pericia narrativa apaga y vámonos. La película prometía mucho por su planteamiento y decepciona profundamente, se vale de tópicos de algunos géneros (western sobre todo) pero usados rutinariamente y sin ninguna eficacia: queríamos ver las calles de la gran metrópoli como un laberinto caótico tomado por criminales depravados donde los protagonistas sudaran tinta a la vuelta de cada esquina, en lugar de eso un hatajo de patéticos figurantes que dan más pena que miedo intentan atrapar a nuestros "héroes" pero con tal incompetencia que no sufrimos lo más mínimo por ello.
En cuanto a mensaje político he visto películas de Lina Morgan con más sustancia.
Quizá en los 80 nos conformáramos con poco pero vista hoy aburre a los bueyes. La nostalgia no justifica cualquier esfuerzo.
karnstein
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4
11 de febrero de 2014
26 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que si, que John Ford tiene pelis muy buenas... buenísimas...obras maestras que se encuentran entre mis películas preferidas. Pero esta parece que la hizo una tarde de resaca.
Algunas muestras:
- Los chinos son bajitos y no se enteran de nada (algunos son taimados e intrigantes),
- las monjitas van siempre en procesión perfectamente planchadas (bueno, esto tiene algo de gracia),
- los nativos parecen un salva-pantallas - están ahí de fondo, para hacer bonito-, salvo las hijas del doctor que, claro, son medio yanquis y tienen sangre real, (aunque sean princesas de opereta),
- a todo el que llega le hacen la ola desde la playa,
- lo que más les gusta y mejor hacen los hombres es darse de hostias en una taberna (más incluso que corretear tras las nativas),
- los irlandeses son noblotes, alcohólicos y pendencieros,
- los franceses son cursis y relamidos (estos no se dan de hostias, peor para ellos, con lo bien que se pasa) - hubiera estado bien una escena en la que Lee Marvin le diera una paliza a Levi Strauss -,
- para que una mujer se fije en ti lo mejor es darle un paseo en land rover (o en una ducati, si no tienes land rover) a toda pastilla por un polvarizal lleno de baches para que se entere quien lleva aquí los pantalones
- cuanto más primitivo y grotesco, más viril.

La película oscila entre el humor cuartelero y la matiné de colegio de monjas. Pocas escenas tan ñoñas se han visto como la de la misa de Nochebuena, se sonroja uno de pura vergüenza ajena.

Bueno, quizá lo que ocurra es que no haya que tomársela muy en serio y sea todo una broma sin muchas pretensiones, una especie de gamberrada adolescente (a veces directamente infantil) y muy pasada de moda.
karnstein
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6
28 de noviembre de 2011
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más Cronenberg nos ofrece un film en el que se muestran los aspectos ocultos (más bien ocultados) de la naturaleza humana. Así, no comparto la idea de algunos que consideran una traición a sus anteriores trabajos por parte de este director.
Se plantea a veces la pelicula como el encuentro o confrontación entre las dos corrientes ideológicas de preguerra: por un lado la judía progresista, cientifista y atea representada por Freud y por otro lado la aria, idealista, mística, estética y conservadora representada sobre todo por Jung. En medio la Bohemia new age ácrata surgida de la burguesía.
El personaje de Otto Gross, que tanto parece haber gustado, en este caso solo actúa como un detonante de la liberación o desinhibición sexual que va a experimentar Jung. Este se nos muestra hasta el final como un personaje hipócrita más interesado en su carrera y en su boyante posición social que en el sincero desenvolvimiento de sus relaciones afectivas y sexuales.
Se hace escasa alusión (o una alusión velada, en todo caso) en la película a los aspectos religiosos o místicos del pensamiento de Jung orientado a un neopaganismo de corte ario (muy cercano a las corrientes protonazis), interesado en el ocultismo y el espiritismo desde su adolescencia, si bien de puertas para adentro, vertido en su Libro Rojo que no ha sido publicado sino recientemente y con la objeción de sus herederos; nuevamente la hipocresía y la ocultación que siempre dominaron sus actuaciones. También fue un gran defensor de la nacionalidad germánica: aunque suizo de nacimiento, sus orígenes se arraigan profundamente en el pueblo y la cultura alemanes. Creía en la superioridad de la raza y la tradición germánica y estaba en perfecta sintonía con las corrientes Völksich ("pueblo" o "tribu" alemana) que dominaban parte de la cultura de su tiempo. Mientras Freud tuvo que morir en el exilio, Jung ocupó puestos relevantes en asociaciones médicas de la Alemania nazi.
Hay que decir que no sale muy bien parado el personaje de Freud, al que retrata como un judío pragmático, autosatisfecho y autoritario, más que paternalista, y poco dispuesto a tolerar disidencias. Con su omnipresente cigarro puro entre los dientes y el pulgar en la axila en medio de ese gabinete en penumbra parece un cruce entre el Marlon Brando de El Padrino y Edward G Robinson. ¿Es que el director ve en la comunidad psicoanalítica una especie de mafia con Freud como su capo?
Fueron y son mucho más productivos y beneficiosos para la sociedad los trabajos de Freud, de gran repercusión en la práctica clínica y de un carácter bastante más honesto, que los de Jung, con más impacto en las corrientes esotéricas y new age (sin desmerecer sus grandes aportaciones al pensamiento, que también lo son).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
karnstein
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6
18 de marzo de 2013
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sam Raimi posiblemente no ha dado ninguna obra maestra al cine, aunque algunas de sus películas cuentan con una solidez narrativa que las hacen muy agradables de ver. Aquí no es el caso, al menos no del todo, ya que, a mi modo de ver, el guión tiene muchas deficiencias perjudicando un resultado que merecía llegar a mejor puerto. En general, estas deficiencias se deben a falta de credibilidad tanto en la trama como en la psicología de los personajes. Son demasiadas cosas las que se pretende encajar forzadamente(ver spoiler), pero la maquinaria no está suficientemente engrasada y chirría e incluso a veces se atasca. Las motivaciones de los personajes están muy simplificadas pero eso no impide que den un giro cuando la marcha de los acontecimientos lo exigen, giros pasajeros que hacen que veamos piezas que no encajan pero que se quiere hacer encajar a golpe de lima o de martillazo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
karnstein
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