No es mala, desde luego, pero decepciona bastante, si atiendes a las expectativas que el comienzo de la serie te va ofreciendo.
Por ser alemana y por el componente de misterio, te recuerda al principio algo a "Dark", Pero que va, nada que ver. A años luz. Ni a la suela de los zapatos le llega a esa joya que lo borda al combinar la ciencia ficción con la filosofía existencial.
"Mi dulce niña" te plantea desde el inicio una serie de enigmas e interrogantes, cuyo desarrollo no llega a coger fuerza en ningún momento en el transcurso de los capítulos, y cuyo desenlace te deja frío mas que otra cosa. No detectas ninguna originalidad ni valor añadido respecto a otras obras que puedas haber apreciado en el pasado

Te van presentando la trama, con Lena (Jasmine en realidad) que aparece atropellada y conducida al hospital, con su hija Hannah, enana resabiada que si le preguntas su nombre te cuenta que es un Palíndromo, que llega con ella al hospital, y otro niño mas pequeño, Jonhatan, que decide quedarse en la casa en la que estaban secuestrados.

Y sobre los interrogantes que suscitan estos acontecimientos y el interés en su resolución se construye la razón de ser de esta serie, pero la cuestión es que el avance de la trama te va dejando totalmente frío, y el desenlace te deja con la idea en la cabeza de "Esto es todo?" "De verdad no va a pasar nada mas, no va existir algo mas profundo, de mayor interés detrás de toda esta concatenación de sucesos que van acaeciendo?"

Pues no, y cuando aun esperas que irrumpa el giro que le dote de un verdadero interés a esta obra, va y acaba.

La historia no es totalmente original de Shyamalan, pero la novela sobre la cual el cineasta de origen Hindú adaptó el guión, parece escrita para él.
Historia a la medida del universo creativo de Shyamalan. Y yo creo que desde ahí compone una potente obra cinematográfica digna de con interés ser observada.

Como toda peli de este director, lo mas estimulante es la premisa desde la que parte. El escenario que te propone; el misterio en el que te introduce; el microcosmos fantástico al que te arrastra con fenómenos extraños e inexplicables desde el raciocinio, la revelación de los cuales se convierte en principal gancho y aliciente del visionado del film.

Tú ves el thriller y ardes en deseos de descubrir porque pasa tan rápido el tiempo en esa playa, lo que le pasa a los personajes que la pisan, si consiguen desvelar el misterio y si consiguen salir bien parados de este desafío metafísico que el fucking destino les depara

Pues a mi me pasaba eso y la observación de la obra cinematográfica desde un lugar llamado sala de cine colmó en importante porcentaje mis expectativas y un relativo tirando a buen sabor de boca me dejó.
Desde que llegan a la playa, se van encadenando la sucesión de acontecimientos que provoca que el interés no decaiga, la cosa va avanzando, los personajes se van manifestando y exponiendo sus idiosincrasias y sus motivaciones mas profundas, así como sus fortalezas y flaquezas. Se va apreciando sus reacciones y pasmadas impresiones ante la catarata de avatares existenciales con los que se encuentran y creo que dentro de lo que cabe el realizador le saca bastante partido al potencial subyacente de la historia.

La cosa va a un ritmo trepidante y los veraneantes no dejan de llevarse sorpresas en ningún momento. Que algunas de ellas chirríen un poco tampoco vamos a descartarlo, así como que en situaciones intensamente dramáticas ciertos personajes adopten actitudes de comedia puede que le quite algunas décimas de seriedad y credibilidad a la obra.

Y luego está el toque Shyamalan que salpimenta toda obra suya que se precie... Esos diálogos profundos con pretensión de trascendencia absoluta y definitiva en los que parece que pretende desvelar los entresijos mas hondos que explican el origen del universo y de la creación... Quiere sentar cátedra el hombre en cada peli y pasar a la posteridad en cada escena de diálogo dramático. No le basta con parir una excelente criatura de entretenimiento, que eso ya de por sí sería como para dedicarle un monumento y colocarlo en la Trafalgar Square por el del Almirante Nelson. Y en fin, de esa manera acaba embarrando parcialmente la película y volviéndola un poco moña y repelente
La fórmula Shyamalan parece que consiste en plantear potentísimas propuestas de misterio y de suspense sobrenatural y luego restarle unanimidad en el beneplácito y aplauso del público con escenas de diálogos moñas y cursis teñidas de un aura de intensidad en la que parece que sobran varios gramos de prozac

Pero si nos abstraemos un poco de eso, la verdad es que el desarrollo y desenlace, para mi bien. El final puede que no sea perfecto, pero tampoco sé si había margen para hacer uno mucho mejor. A ver que final habrían creado los que se quejan tanto del mismo.

Destaco también esos momentos de peli de terror que nos ofrece, con actitudes sobrevenidas psicóticas a lo Norman Bates, o derivas degenerativas hacia lo deforme y la dislocación ósea a lo "The thing" de Carpenter o Cromosoma 3 de David Cronenberg, en las que las malformaciones físicas son metáfora del deterioro mental

Le pondría un 7, pero lo pongo un 8 porque el 5.9 que tiene ahora mismo se me antoja escaso y en fin, para subirle un poquillo la nota media

Primero de todo, decir que estamos ante una gran construcción cinematográfica por parte del director. Está bien hecha. Tiene un ritmo apropiado, diálogos bien hilvanados y con fuerza. Hay un buen hacer detrás de esta película como Sorogoyen ha acreditado en sus obras posteriores. Ésta cualidad que a lo mejor piensan que se debería dar por sentada, no se crean que se de muy a menudo en el cine español. Directores como éste y como Oriol Paulo dan esperanza de que pueda haber un futuro y una salvación para el cine español. El presente son ellos y poco mas.
Me he quedado con la impresión de que es muy difícil no quedar prendado por el personaje de Aura Garrido, y de paso, por ella misma. La fragilidad que proyecta en su sensual mirada. Esa delicada ternura. Representa tan magistralmente esa pugna entre el anhelo de entregarse a la experiencia amorosa y la frialdad como estrategia defensiva para evitar el dolor. Es la vulnerabilidad trocada en gracia delicada y belleza angelical.
La verdad es que es todo un descubrimiento para mi esta actriz porque su actuación es tan auténtica que da la impresión de que es ella misma en todo momento y que no tuvo que interpretar. Solo vivir el momento y sentir.
Y está tan sensual y magnética durante la mañana siguiente con ese ligerito vestido que lleva.

Lo que me resulta interesante es la sencillez y llaneza de Nisha. No pretende la directora construir un artificial personaje complejo y sofisticado, con frases ingeniosas y ocurrentes a lo americano, sino una personalidad en clave simple que te la crees bastante. Se trata de una chica normal con una familia que viene de Pakistán, pero que se ha criado según las convenciones y pautas occidentales, y de forma inocente y natural, quiere disfrutar de lo que la vida le puede brindar a una chica de su edad en un país como Noruega, entrando en brutal colisión con las arcaicas constricciones que el integrismo religioso y cultural impone a muchas familias de su país de origen.
No tiene mucho diálogo Nisha durante la película, sino que va comunicando sobre todo con las emociones que va transmitiendo en el desarrollo de la obra, recurriendo a las palabras lo justo y necesario, ya que si estas aparecen mas de lo preciso, se convierten en molesto ruido. En espuma para rellenar que hace menos creíble la película. Todas sus reacciones son verosímiles y naturales, y te las crees.... Sigo abajo.

Poca taquilla y poca repercusión tuvo esta película. Se merece mas. Es un clásico y creó un género cinematográfico canalizando el terror popular que siempre ha despertado la figura del autoestopista desconocido en una carretera desierta. Le sacó mucho partido a las posibilidades que el tema le brindaba.
Absurda e innecesaria la secuela que hicieron en el 2007. Reproduce casi escena por escena la película original, añadiendo el papel de la chica coprotagonista como única novedad reseñable. Para ver una réplica, siempre mejor ver el original.
Película lograda y dotada de cierta atmósfera siniestra y misteriosa que le dota de un interés nada desdeñable.
Rutger Hauer lo borda y te crees por completo su personaje de psicópata maniaco. Si lo ves en una carretera haciendo auto-stop y visualizas bien su careto, fijo que no le coges.
Ahora bien, una cosa os digo; tampoco os emparanoeis, compadres. Si alguna vez observáis algún tipo haciendo señales con el dedo en la carretera para que le recojáis con vuestro vehículo, y tiene cara de buena gente, no le neguéis a la ligera el auxilio recordando esta película, ya que ese tipo se podría tratar de mi. En fin, me pasa que soy despistadillo con lo de poner gasolina, y a veces me quedo tirado en plena carretera a cientos de kilómetros de la civilización.
Y prometo que solo os pondré un cuchillo en el gaznate si me ponéis reggaetón en la radio.