Recuerdo que hace unos años escuché una entrevista de una cantante en el podcast Bandera negra, programa especializado heavy metal y punk. No recuerdo ni el nombre de la banda de esa chica, pero lo que si recuerdo fue su queja hacia la escena de la música extrema. Se quejaba de que constantemente debía demostrar que se había ganada su hueco en los escenarios por méritos propios. Si saco a colación esa anécdota es porque lo mismo ocurre con el cine, la mayoría (en los que yo, a mi pesar, me incluyo) le exigimos a los personajes femeninos que sean creíbles y que demuestren sus méritos para obtener la aprobación del público. Han So Hee, actriz principal de esta serie, demostrará a lo largo de la serie no solo que se ganó su derecho a protagonizar un thriller de acción, sino que además es una actriz a la que habrá que seguir en sus futuros trabajos.

Centrándonos en su trama, la referencia más cercana que como occidentales podemos hallar en esta serie es a The Departed, en el apartado de thriller policiaco y a John Wick en el de acción, pero hay que tener otras obras más cercanas geográficamente como Infernal Affairs (de la que Scorcese hizo la adaptación mencionada antes) y The Raid. En general, nos encontramos con una serie de ideas y desarrollos que cualquier espectador casual ha visto anteriormente, sin embargo, el triunfo de esta serie es que ha sabido conjugar todos estos elementos dándole forma a una serie compacta, bien estructurada y que resulta satisfactoria casi de principio a fin. Tal vez, el único punto fuera de lo común es colocar a una joven de veinte años en medio de esta historia de sicarios y policías.

Si hago tanto hincapié en Han So Hee, es porque es ella la que debe aguantar con el mayor peso de la serie, si su personaje y su actuación no hubiera sido creíble, es más que obvio que ahora no estaríamos haciendo críticas favorables. Entrando de lleno, lo que más nos cautivara de su personaje es su determinación a la hora de cumplir sus metas, determinación que es complementada con trabajo de guion y desarrollo, ya que la serie se toma el tiempo necesario para darle forma a su personaje y hacer que su carácter y sus escenas de acción sean creíbles. Muy notables son además el resto del elenco, sobre todo Park Hee-soon, que interpreta a un mentor fuera de lo común.

¡Y que escenas de acción! Puede que no superen a The Raid o John Wick, pero están muy por encima de la media, hay mucha crudeza, sangre, sudor y plano secuencia para no perder ningún detalle de los golpes que vemos, todo un festival que no dejará a ningún aficionado a la acción indiferente. Pero no es solo acción lo que brilla, también se debe destacar la fotografía, muy acorde con el tono de la historia y la personalidad de nuestra protagonista, que poco a poco va perdiendo su humanidad entre la violencia en la que se ve envuelta. La música no llega a ser un punto muy fuerte, pero cuenta con dos o tres temas que llegan a resultar un poco pegadizos, más por su repetición que por su calidad.

Buscando elementos negativos, el último capítulo resultó algo apresurado, con un desarrollo muy brusco, pero se le perdona por una traca de acción final. Es difícil saber si ese final tan apresurado se debió a las dificultades de rodar en tiempos de pandemia o que, pero a fin de cuentas es una mancha que tendrá esta serie, aunque repito, acaba con un final muy satisfactorio.

Lo dicho, una serie notable afín a la calidad demostrada con el Juego del Calamar. Solo me queda soñar con una segunda temporada o con una adaptación al mundo de los videojuegos.

Después de ver la película, sentí la necesidad de tomarme una aspirina, porque la terrible edición de sonido de esta cinta machacó mi cabeza hasta que aparecieron los títulos de crédito. Luego eché un vistazo por la red, viendo un par de videos explicativos de lo que vi, revisé un diagrama de la narración y ya con todos los cabos sueltos atados, tengo el alivio de poder afirmar que esta cinta es mediocre.

Sintetizando el argumento, esto no es más una suerte de James Bond con viajes en el tiempo. Hay acción, lugares exóticos, sofisticación, un malvado muy malvado y una chica guapa, y sin embargo, todos los aspectos entretenidos de las cintas del espía británico son sustituidos por una ciencia ficción con explicaciones obtusas, que se guarda sus cartas para mantener en la ignorancia al espectador, ¿y por qué lo hace? por que la película está hueca por dentro: los personajes vienen y van, siendo difícil recordar sus nombres y por ello, sentir alguna simpatía por sus problemas, tampoco el montaje deja tiempo para reflexionar, ya que se desarrolla a toda máquina sin dar un momento de respiro. De modo que cuando se encienden las luces de la sala y ves los espectadores con cara de pasmados, yo me atrevo a decir que la cinta no contaba nada relevante y con relevante me refiero a nada que llene con algo el espíritu, solamente hay una historia con arquetipos muy conocidos, pero narrada de una forma estrafalariamente compleja. También querría señalar el despropósito que realizan Branagh y Debiki en sus papeles, pero eso ya sería entrar en terrenos de spoiler.

En el apartado visual, las secuencias de acción daban vergüenza ajena por lo caóticas que resultaban, si en Dunkirk contemplábamos un tríptico hilado de una de forma clara y elegante, aquí encontramos unas escenas muy rocambolescas, y complicadas de una forma innecesaria, y de verdad, la edición de sonido provoca dolores de cabeza. Y hablando de sonido, la música de Zimmer no presentó ningún tema resaltable, dando la sensación de que se autoplagia en esta película al recurrir a viejas fórmulas.

En los aspectos positivos solo me siento capaz de enumerar dos: El primero, la química que existe entre Pattison y Washingtown, con el poco material que tienen, ambos logran una buena compenetración y con una historia menos pretenciosa, habría hecho una buena buddy movie; el segundo aspecto positivo es que Nolan vuelve a experimentar con las capacidades narrativas que tiene el cine, con Dunkirk lo logró, pero con Tenet ha fracasado.

Cuando se anunciaron las primeras series de universo marvel, mi primera reacción fue la de empacho. ya que casi 20 películas agotan a cualquiera y con un final pirotécnico como el de Endgame parecía que que el tema ya no daba más de por si, y que todo esto no sería más que un mecanismo para ir acabando con los contratos de algunos actores pero fíjate, a medida que iba saliendo más información de esta serie, mis expectativas aumentaron y con los últimos tres capítulos puedo afirmar que las ha cumplido con creces.

Entrando a lo que ya es la serie en si, la primera impresión es que nos encontramos con un homenaje a la historia de la pequeña pantalla en Estados Unidos, a las series de humor blanco (resulta raro que una serie de humor blanco tenga un hueco con los gustos contemporáneos) que pasaban los filtros de la censura de la época, pero con la diferencia de que los protagonistas son Bruja Escarlata y Visión. Y a base de un humor basado en sketch de situaciones, los dos personajes se desenvuelven con el resto del elenco en divertidas secuencias en donde los superhéroes intentan mantener sus identidades en secretos, todo parece bucólico, hasta que deja de serlo por unos instantes, cuando el espectador y los propios personajes se dan cuenta de que algo no tiene sentido en la narración, la serie se ve envuelta en un ambiente claustrofobico, muy semejante al que podemos encontrar en la filmografía, pero solo dura unos instantes esa sensación hasta que vuelven las risas enlatadas. Un contraste de sensaciones muy adictivo.

En cuanto a la pareja de protagonistas, siempre he pensado que Bruja Escarlata y Visión no tuvieron el tiempo suficiente como para desarrollar su relación y aquí se les da todo el tiempo que necesitaban y mucho más. Ambos actores demuestran todo su potencial. El resto del elenco, pese a ser personajes bastante planos ( en honor a los arquetipos de las sitcom) forman un conjunto que aguanta muy bien el peso de la serie.

En definitiva, estamos ante una serie de 25 minutos desarrollada con mucho mimo y que es una montaña rusa de sensaciones ya que se va moviendo entre la comedia, el miedo y el suspenso con mucha agilidad. Y lo mejor de todo, es que cada capitulo te deja con ganas de más.

Antes de ir al cine a ver la nueva cinta de Rober Eggers, director que, al menos, ya se ha ganado la etiqueta de director de culto y quedará por ver si se convierte en un referente de este siglo, volví a ver El faro y vi también La Bruja, por lo que iba con la idea de ver una cinta que continuará con el estilo y el tono de sus anteriores trabajos. Daba la casualidad de que me acompañaban otras personas que, desconociendo al autor, esperaban un espectáculo de sangre, acción y que sirviera de acompañamiento para un paquete enorme de palomitas de maíz. Lo cierto, es que la película logró un equilibrio entre el cine de autor y el blockbuster convencional.

La cinta nos traslada a la Escandinavia del Siglo X y seguiremos la historia de venganza de un príncipe nórdico que debe huir de sus tierras tras el asesinato de su padre, a manos de su tío. Hasta aquí, es un comienzo muy genérico, que ya habremos visto muchas veces en diversos medios, pero la trama va ganando complejidad a medida que se van desarrollando los personajes que intervienen a lo largo de la cinta, y además se van intercalando momentos de realismo mágico, folclore y deconstrucción narrativa que van enriqueciendo la historia. Uno de los grandes aciertos del guion es que en el tramo final no intenta imponer una interpretación única de la historia, algunos espectadores encontrarán una crítica hacia ciertos vicios propios del ser humano, mientras que otros, podrán ver un ensalzamiento de otras virtudes, algo personalmente que me encanta de este tipo de películas, ya que son este tipo historias las que invitan a la reflexión y el debate.

Dentro del elenco de actores, todos hacen un trabajo que va desde el aprobado al notable, destacando por encima de los demás Nicole Kidman, quien sabe aprovechar al máximo a las posibilidades que le brinda su personaje y logra darle varias capas de profundidad a su papel, incluso en momentos en donde su personaje aparece en un segundo plano. También quiero destacar a Dafoe, actor que repite con Eggers y que encandila con el histriónico personaje que le toca interpretar.

Al igual que el Faro y La Bruja, The Northman destaca por un apartado audiovisual fuera de la norma. Una fotografía espectacular de Islandia que va desde lo expresionista y, a veces, llega a tener un parecido con el western; planos secuencias a tutiplén, sobre todo, en las escenas de acción, que no dejaran a nadie sediento si lo que buscaba era sangre en esta cinta; también hay que señalar a música, que aunque no tenga un tema muy destacable, se pone al servicio del apartado visual, con ritmos y cánticos, que parecen provenir de un mundo cruel y salvaje, una música que te pone en la piel de un berserker. Todos estos elementos nos harían pensar en que hubiera logrado Refn con su Valhalla Rising de haber tenido un presupuesto similar al de esta cinta.

En definitiva, estamos ante una cinta fuera de lo común, que puede hacer las delicias de los fans de Eggers y de los que buscan acción similar a la de Conan el bárbaro, porque, y esto lo digo en serio, Eggers casi sin proponérselo se ha posicionado como un heredero del estilo de John Millius, tanto así que Arnold Schwarzenegger solo tendría que hacer un par de llamadas a las productora, convencer a Eggers para que se ponga en la silla de director y ya estaría todo listo para un Conan el Rey.

Me gusta pensar que los creadores de este capítulo interactivo hicieron un ejercicio de autoevaluación y honestidad, que pusieron sobre la mesa las virtudes y defectos del proyecto que iban a realizar. Y que sabiendo que su obra consistía en mucha forma y contenido, le dieron forma a una pequeña metáfora al inicio de del capítulo.

¿Cómo es esta metáfora en la que se rien de si mismos y de sus espectadores? Simplemente hay que prestar a la primera decisión que toma el protagonista, quien debe elegir entre desayunar unos cereales procesados con mucha azúcar y dios sabe que, o desayunar lo mismo, solo que es un cereal con otro dibujito en el cartón. Elecciones que aparentan ser distintas, pero que han sido procesadas por una multinacional y que te provocaran caries, diabetes, colesterol alto, diarrea, etc.

Ey, que si te gustan los cereales procesados no hay nada de malo que disfrutes de ellos de vez en cuando, con algo de moderación, incluso, puede que los disfrutes más en compañía de amigos, pero recuerda, comételos rápidos que si te paras a pensar se quedan hechos papilla.