Genial, también, el mensaje sobre el ser humano que deja o que yo he entendido. Todo está conectado. Todo lo que hacemos no solo nos condiciona a nosotros y al momento en el que vivimos, también tiene su eco más allá. Y aunque a priori, el pez grande se come al pequeño, siempre existirán seres capaces de revelarse, pequeños y primerizos revolucionarios capaces de cambiar el guión de lo establecido, de lo aceptado, de lo impuesto. Seres capaces de hallar el bien, la felicidad, la justicia: evolución.

Tengo que verla de nuevo, pero vamos, me gustó mucho. Casi 3 horas de película en la que la opresión, el poder y la rebelión tienen hueco profundo. Un hecho intrínseco del ser humano, una constante eterna durante toda la historia de la humanidad. Desde los tiempos más antiguos, hasta las épocas de las revoluciones, y llegando al futuro. Pero la película nos demuestra como siempre habrán personas capaces de luchar por unos ideales y hacer frente a los sectores opresores, dominantes y conservadores por y para siempre.


8,5/10

La conclusión que extraigo de la película y pese a haberla visualizado en tan solo una ocasión es la siguiente:

Tú eliges el camino. El modo, la forma, la vía o la manera de orientar tu vida, tú eres el que elige como guiarte en tu paso. Tú eliges y puedes elegir el camino que te acompañará en tu vida. Puedes elegir:

1. El camino de la fe, el camino de la religión, el camino fantasioso, el camino idealizado, el camino que ayuda a muchas personas a vivir una vida más llevadera e ilusionante, el camino de la espiritualidad... ¿Un camino para soñadores, quizás?


2. O, por el contrario, eliges el camino del ateísmo, de la crudeza, del dramatismo, de la "supuesta" realidad. Un camino que, aún así, tampoco da explicación o respuesta a unos "por qués" que la humanidad se ha estado preguntando desde su existencia.

Tú decides. Tienes plena libertad para hacerlo. Creo que la película lo plantea desde un punto de vista en el cual no deben haber disputas, divisiones o enfrentamientos entre los miembros de ambos bandos. Cada cual tiene absoluta autonomía para elegir un enfoque u otro de la vida.

La Biblia podría ser un ejemplo. No deja de ser una narración fantasiosa e imaginaria. Una narración que no hay que tomársela al pie de la letra en ningún momento, pero es una narración que para muchos es más placentera, más agradable. Pero que, de todos modos, su moraleja, su lección es real. Ésta es su verdadera esencia.

Al fin y al cabo, la película nos viene a decir que el primer camino, el camino de la fe, el camino fantasioso es aquel camino que eligen aquellos que están dispuestos a aceptar una fantasía para obviar o hacer más llevaderos los obstáculos presentes en su vida. Este camino es para muchos la herramienta para superar las dificultades, los problemas; otro instrumento más para evadirse de las preocupaciones. Una droga más -salvando todas las distancias- con la que servirte.


Ni crítica a la fe, ni defensa de la misma. Tú y tu libertad para elegir. Ambas elecciones respetables, pues nadie debería entrometerse en una elección tan particular y personal.

El inicio con el tsunami está bien, aunque me esperaba mucha más acción, más catástrofe, más sufrimiento. A partir de ahí, escenas lentas, bastante vacías, yo no conecté. La película mejora algo con la aparición de Ewan McGregor, tras él, el único momento que logró emocionarme algo: el rencuentro con los hijos. Todo lo demás, bastante paja vacía, sin demasiada historia, sin apenas diálogo, pocas conexiones entre los protagonistas. Película para pasar el rato y nada más, muy poca chicha para toda la campaña que tenía detrás.

6/10