Es imposible no sentir el cosquilleo al ver esta película. La brisa cálida y nostálgica de los momentos pasados. Boyhood recoge cada uno de esos momentos y te los lanza a la cara con tanta fuerza, con tanta fragilidad, con tanta rabia, que no podrás evitar sentir el paso incontrolable del tiempo desvanecerse ante tus ojos. Las interpretaciones son tan reales como la vida misma, y se te clavan en el alma. Rodada durante 12 años, Linklater recoge con maestría la magia y la pureza, haciendo que cada momento irreal de la película, se torne un recuerdo pasado, que dejamos largo tiempo atrás, y finalmente cuando todo haya acabado, querrás volver a por más.

Difícil de explicar la rareza que nos transmite Bennett Miller en este drama basado en hechos reales. Un trabajo oscuro e inquietante que gira en torno a una atmósfera maligna y siniestra, fruto de la magnífica banda sonora que funciona como pieza clave y fundamental en el encanto que desprende 'Foxcatcher': esos pianos y violines con sus agudos y sus graves, esa melodía misteriosa y enigmática que nos envuelve y nos atrapa, todo ello acompañado de una fotografía gris maravillosa donde sigue presente ese halo perturbador y misterioso que sin quererlo nos atrapa. Todas estas cualidades son importantes, pero sin duda la columna vertebral de 'Foxcatcher' radica en el soberbio trabajo de sus actores principales: Channing Tatum con su interpretación majestuosa y poderosa, con escenas realmente impresionantes; Steve Carell en la que posiblemente haya sido la mejor actuación de su carrera, oscura y brillante; y no menos importante, Mark Ruffalo. En líneas generales una propuesta acertada e interesante que nos acerca a esa parte tan arraigada en nosotros. Una lucha contra esos demonios que nos persiguen, esos fantasmas que nos quitan el sueño. 'Foxcatcher' baja a los infiernos y le vende su alma al diablo a un alto precio.

Carece de la magia, inventiva y frescura de las primeras. "Torrente 5" se refugia en los efectos especiales y en los típicos cameos made in Spain a los que ya nos tiene acostumbrados, dejando atrás la rebeldía original y esos guiones pintorescos con los que Santiago nos deslumbraba sin parecer forzado. Dicen que las comparaciones son odiosas y más con un producto tan sobreexplotado. Las interpretaciones a veces ni existen, el Cuco 2.0 me ha matado, Alec Baldwin espero que al menos se haya echado unas risas y de los demás mejor ni hablamos. No dudo de la gran calidad individual de gran parte del reparto, y mucho menos de la del amiguete Segura porque lo he seguido de siempre y siempre lo he disfrutado, pero hay veces que hay que saber cuando parar y Torrente ya se me hace pesado.

El amor sin teorías matemáticas se fundamenta y expresa en forma de cine. Un guión extraordinario trabajado al detalle, basado en la vida del afamado físico británico: Stephen Hawking. Un drama, cuyo resultado final, agridulce y hermoso, refleja de manera brillante el sentimiento en todas sus facetas. Un punto clave a destacar, sin lugar a dudas, es la impresionante interpretación de Eddie Redmayne, que, en mi opinión, resulta sorprendente la forma en que caracteriza el personaje de Hawking, tanto, que incluso da la sensación a la vista de parecerse físicamente. La banda sonora es gratificante. Visualmente brillante y medida. Y sobre todo, destaca la emotividad de la que presume, dejándonos algunas escenas realmente conmovedoras. No pude evitar también, y permitidme el inciso, acordarme de aquella joya cinematográfica llamada: "Una mente maravillosa", que tanto me hizo disfrutar con Russell Crowe. "La teoría del todo", no menos, también se gana el derecho a poder entrar, y por la puerta grande, directa a nuestros corazones.

Hoy se ha estrenado el primer capítulo de la tan esperada: "El ministerio del tiempo". Una serie española que combina de una forma un tanto peculiar la ciencia ficción con el humor y la historia. Mi primera impresión no ha sido del todo mala, y es que aunque se me haga extraño lo cutre de algunos aspectos tales como esos métodos poco ortodoxos de viajar a través del tiempo (¿Quién necesita una máquina súper compleja? ¡Somos españoles! ¡Nos metemos en unas puertas de estas como el que no quiere la cosa y listo!) y algunos fallos de guión evidentes, la serie consta de cierto atractivo y frescor que no hemos visto antes en una serie de la marca España. Habrá que seguir viendo cómo evoluciona y si termina de despegar, o bien por contra deseamos volver también hacia atrás en el tiempo para poderlo recuperar.