Me sorprendo de algunas malas notas en la película que he leído por los comentarios. Últimamente el cine, en general, llega a ser aburrido y lento, algo que para mí es un presagio fatal de la película. Vivimos en un mundo frenético en el que perder cierto tiempo para ver algo que no nos llena, no merece la pena, es como si te enfadara el doble o el triple.

The Martian es una muy buena adaptación del libro, que tengo que asumir que no leí al completo, pero que lo recuperaré. Al igual que en el libro, el protagonista es un cachondo mental que habla una jerga cotidiana, algo que consigue empatizar con un alto número de espectadores. Y las situaciones son tan inverosímiles o reales como nos queramos creer. Un experto en botánica, un astrónomo o un físico, incluso un técnico en telecomunicaciones, quizás encuentra muchos errores, o sólo algunos que engrandece hasta hacer que una película excelente se merezca un suspenso.

No voy a desvelar nada más del argumento, salvo un pequeño spoiler del final del film, pero quiero recuperar lo que he dicho en mi primer párrafo: busco cine que sea entretenimiento. Y entretener deja de estar ligado a robots gigantes peleándose, a mil y un disparos fallados por los malos y un buen shoot del protagonista... entretenimiento es esto, una película que dura dos horas y cuarto y te mantiene entretenido constantemente, saltando de una trama a otra (Marte, La Tierra, Hermes...) y hasta presentando personajes secundarios algo cómicos e inteligentes que... ¡a mí me entretienen!

No hay que hacer ningún esfuerzo para verla. Sólo sentarse a disfrutar. Tampoco veo necesario apretarse las neuronas para entenderla. No es Interstellar, no va de lo mismo. Es un gran pasatiempo muy bien actuado y disfrutable.

La película tiene un inicio bueno, pero poco a poco vas viendo que se pierde demasiado en aspectos no importantes, que no conserva la tensión... y cuando ves que dura más de dos horas es una losa. Le sobran para mi gusto 30 o 40 minutos de metraje.

Y es que todos son detalles intrascendentes, hasta alcanzar los momentos de clímax, que ya por la apatía de la duración no fueron tan excitantes.

Sobre las actuaciones, Russell Crowe como siempre, a buen nivel, así como Elizabeth Blanks. Siempre es un placer ver a Olivia Wilde, aunque parece metida con calzador en el film, muy parecido a lo de Liam Neeson, candidato para aparecer en Mercenarios 3, porque él, todo lo puede.

¿Te gustaría ver Mercenarios pero con una protagonista femenina? ¿Quieres no tener la necesidad de pensar nada en una hora y veinte minutos? ¿Quieres ver cómo no hace falta ser un mutante, ni extraterrestre, ni estar entrenado por una facción militar ultrasecreta para ser un "crack"?

A mí la película me entretuvo. Vi la versión extendida y lo cierto es que bien podría haberme ahorrado esos quince minutos de más, pero se puede hacer el esfuerzo.

Entre los mayores problemas, que al principio de la película confundía bastante a Biel de Beckinsale. Podrían elegir estéticas un poco diferentes para ambas, o la intención era esa. Además, aunque es una película de acción, me sobran minutos de disparos y peleas galácticas. Lo mejor, la paranoia y un final que te hace comentarlo con los amigos.

Y nota especial para Bryan Cranston, un actor que engancha a la cámara.

Cuando hay un dilema, de esos en el que tenemos un demonio y un ángel en el hombro, la Fiesta de las Salchichas es la victoria definitiva del demonio. Te susurra: "haz eso, que la gente diga lo que quiera, quieres hacerlo y lo harás". Y básicamente es un atrevimiento soez, sexual y filosófico llevado a los límites de lo que estamos acostumbrados a ver en la gran pantalla.
La película cuenta como unos alimentos de supermercado descubren que su paraíso, ser seleccionados por los dioses humanos para una gran barbacoa, es en realidad una matanza sin escrúpulos. Entre las malas palabras y las insinuaciones (o acciones directas) sexuales, se esconde un mensaje de lucha contra la represión social y religiosa, y cómo no cedemos a nuestros instintos por un miedo infundado.
La película es corta, 89 minutos, pero dura lo suficiente. Tiene alguna parte más lenta a la que le falta cierto dinamismo, pero se compensa con un gran inicio y un exagerado final, además de varios gags que se quedarán en la retina de los espectadores.
No es una película para cualquiera. Hay que tener un humor tosco, liberal, sin escrúpulos. Y ganas de echar un rato mayormente intrascendente.