Y aquí van los argumentos que fundamentan el título de esta crítica:
1- En primer lugar, y lo que en mi opinión le resta sobremanera una mayor puntuación a esta película, es haber alargado el final maravilloso que hubiera sido después de la buenísima escena que protagonizan Keitel y Hurt hablando del cuento de navidad en el bar, sus expresiones, las pocas frases concluyentes, las miradas y sonrisas entre el humo de los cigarros..., y para bordarlo el plano de la máquina escribiendo sobre el papel el título del cuento de navidad, que además homenajea al amigo con el mismo. Música y punto y final. Perfecto, por qué estropearlo con todo lo demás, una redundancia sin sentido.
2- El brazo ortopédico es extremadamente grande y poco natural. No deja que mi vista se aparte de él. Pierdo todas las escenas en que aparece porque sólo me fijo en él.
3- Algunas partes de las historias que se interconectan pierden fuerza y te dejan indiferente. Mi sensación es que partes de la película son muy buenas y otras justamente lo contrario.

Para concluir diré que lo mejor son las actuaciones de Harvey Keitel y William Hurt, sin duda grandes actores los dos y que protagonizan unas cuantas escenas sobresalientes, la banda sonora también es destacable. El resto es flojo convirtiendo al conjunto desde mi punto de vista en simplemente interesante.

Destaco la interpretación magistral de Richard Farnsworth y la banda sonora que te acompaña de un modo extraordinario pero ocupando su justo lugar, y aún así logrando convertirse en un protagonista más del film. Sencilla y emotiva película que te recomiendo totalmente.

Ladrón de bicicletas en V.O. y sin la coletilla del desacertado último mensaje, moraleja de voz en off con la que acaba la película, merecería una puntuación de nueve según mi criterio, pero claro, no ha sido éste el caso. La he visto con un doblaje muy malo, en castellano castizo de la época, que queda muy chocante con la gesticulación y el modo de ser italiano que se muestra, aunque acabas acostumbrándote al cabo de un rato pero estropea la película y de entrada resulta realmente incómodo. Por otro lado la moraleja última destruye un final abierto maravilloso, aunque parece ser fue añadida posteriormente, tampoco formaba parte del film original. Por supuesto sin todo ello merecería una nota más alta.
Destaco las interpretaciones de los dos protagonistas padre e hijo, ambos son actores amateurs, están excelentes, magistrales, difícilmente podrían ser superados por un profesional. Y quizás sea a causa de esa inexperiencia que se logra dotar a los personajes de esa frescura y transparencia que transmiten en todo momento, realismo o neorrealismo, no lo sé, sólo son calificativos, lo que sé, es que con solo su manera de interpretar y ayudada por la banda sonora que acompaña se lleva al espectador a sentir tal estado de empatía y conmoción con las situaciones que van viviendo los protagonistas, hasta el punto de lograr conmoverte y generar en ti una serie de profundas emociones, fuertes, duras, y extremadamente conmovedoras.
Buena película, no apta para flojos estados de ánimo.

Me transportó a los tiempos de Jesús y me sentí una discipula más siguiendo su camino y escuchando sus enseñanzas.
Gran película, retrata magnificamente la cotidianidad en Judea y el día a día del Maestro en su época, lo que resulta algo totalmente novedoso, ya que, a pesar de haber innumerables films acerca de Jesús de Nazaret, este nuevo enfoque no se había dado antes.
Los actores en su totalidad están soberbios, destaca también la magnífica banda sonora que acompaña al film.
Su metraje, en mi opinión no es excesivo, de lo contrario hubiera sido imposible transmitir lo que a mi entender la película pretende, que es narrar los aspectos más relevantes en la vida del Mesías desde su concepción hasta su muerte y resurrección, a la par que hace llegar a los espectadores el mensaje de Cristo según las escrituras.
Además, si eres cristiano, considero que este film es mucho más que recomendable, ya que como a mí, te tocará de una manera especial.

¡Fantástica película!,
Destaco la actuación de Woody Allen que en esta ocasión sobrepasa con creces sus méritos como escritor y director del film. Muy natural, y sin perder su característico estilo, pero convirtiéndose totalmente en el auténtico Danny Rose.
Al contrario que en muchas de sus otras actuaciones donde siempre hay una dualidad entre el protagonista y el propio personaje que Woody Allen hace siempre de si mismo. Cosa que en mi opinión no es un defecto en el caso concreto de este actor, por el contrario, en Allen esta característica se convierte en parte intrínseca de su encanto y de su sello personal. Aquí,en esta película Allen es en todo momento Danny Rose, y su bondad, inocencia, cobardía y valentía, optimismo... llegan a enamorar realmente al espectador. ¡Bravo Allen!.
El resto de actores secundarios "se salen", todos ellos, pero invito a observar las caras de los espectadores de los shows, geniales.
Otro acierto, el rodaje en blanco y negro, que consigue lograr transportarnos mejor al Broadway de los años 50-60, al ambiente mafioso-italiano con más intensidad y logra sumir a Danny Rose realmente en el cutre mundo que es su vida, efectos que en mi opinión no se hubieran conseguido de otra manera.
¡No lo puedo evitar!, lo que hace años comenzó entre Woody Allen y yo, primero como simpatía, ha pasado por atracción, admiración... y de verdad que está llegando hoy día al enamoramiento.
No sólo recomiedo este film, sino todos los de él, y si alguno de los que me estais leyendo desconocen la obra de éste grande, recomiendo que comiencen a conocerlo con "Un final made in Hollywood", me parece que esta película debe gustar incluso a sus detractores.