Hola, me pasa lo mismo que al amigo Michael Bolton, uno de los protagonistas, no diré cuál, pero tengo el mismo nombre que un famoso deportista; desde que empecé a trabajar, todo el mundo ha hecho el mismo chiste, todo el mundo, altos directivos, becarios, incluso gente a la que nadie recuerda que dijera nada más.

Es verdad, esperaba una película salvaje, muy salvaje, de ésas en las que esperas que haya cañonazos al final, que poco menos que el edificio se venga abajo y la gente huya despavorida esperando que haya venido el apocalipsis o reino del caos, no es así no, pero eso no significa que la película esté mal.

Tenemos al muy muy típico trabajador medio, oficinista, desmotivado, en un ambiente deprimente, con un jefe que podríamos denominar (HDLGP) mezquino y que, para colmo, no lo pasa mucho mejor en casa, en algún momento, todos nos hemos sentido así,.

Y empieza fuerte, la escena del atasco me parece significativa, luego la "presentación" de personajes y entorno, bien, bastante bien, con el amigo Michael y el de la minoría racial, se desencadena el "hecho" y llegan los consultores externos...

... y empieza la "magia", los mejores momentos, se desencadenan unos elementos que provocan la risa, en serio que me reí y sentí envidia de no ser el protagonista, está bien, son unos 20-30 minutos en los que tuve una sonrisa de oreja a oreja y solté varias carcajadas.

Luego llega el cierto "bajón" (el plan para ganar dinero) y el tema del amor, ni siquiera Milton es capaz de levantarlo y la sensación final es que ha sobrado película o falta mala leche, un poco de todo, pero me quedo con la mitad de la película.

Oficinistas, jefes, Miltons, vedla.