La premisa es tan original y genial como única: Mostrar el paso de un niño a la edad adulta año a año, con el consiguiente crecimiento, acné, cambios del colegio al instituto, madurez, nuevas amistades, chicas, alegrías y decepciones propias de tan tierna edad.

Una familia divorciada, con una madre que no puede con toda la carga que conlleva la educación de dos niños con un sueldo justo, un padre "bala perdida", una hija repelente sabelotodo "Lisa Simpson" y un niño, el protagonista, que está empezando a buscar su lugar en el mundo, bastante típico, pero sólo a priori.

Porque el niño vive experiencia sobre la vida y la muerte, varios cambios de casa, padrastros, hermanastros, violencia, cambios en el colegio, ves su evolución y la de todos los de alrededor y es una pequeña montaña rusa de emociones que hay que gestionar.

El guión está bien, pero hasta la hora hora y veintisiete minutos la disfruté y luego me pareció un metraje demasiado convencional, para mí, lo que es el "pavo" más típico, lo resuelven de una forma demasiado típica. con todo lo vivido antes.

Los actores, en general bien, aparte de Ellar Coltrane, Patricia Arquette y Ethan Hawke cumplen con creces con sus papeles de padres.

La música ayuda en bastantes momentos de la película, es larga y siempre un fondo musical en momentos como los silencios de reflexión, ayuda.

La verdad es que me hubiera gustado escuchar que están realizando otra de los 18 a los 30, qué también son una experiencia.