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España España · badajoz
Voto de deivi:
1
Terror Remake del clásico film de terror. A pesar de los consejos de la policía y de los lugareños, Clay se adentra en el espeluznante y legendario bosque de Crystal Lake para buscar a su hermana desaparecida. Cuenta con la ayuda de una joven que ha ido al bosque a pasar un fin de semana con un grupo de amigos. Lo que ignoran es que han entrado en el área de acción de un siniestro asesino: Jason Voorhees. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2009
40 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un principio no me resultaba del todo chocante que Nispel y Bay se propusieran hacer el remake, o mejor dicho redux, de un film como Viernes 13, uno de los hits de género más cacareados de principios de los 80, una película que vista hoy pierde gran parte de su supuesta capacidad terrorífica y pone en entredicho sus escasas cualidades, por ello podría esperarse un mínimo afán de relectura, de actualización y mejora de aquella primera entrega de la famosa y duradera saga, una puesta a punto del slasher más descerebrado, una estrategia que visto los resultados nunca debió ni imaginarse.

Marcus Nispel parece haber dirigido este horrible engendro con los descartes de su anterior revisión de otro clásico del terror moderno, la muy superior La matanza de Texas, un producto bochornoso que utiliza a modo de remezcla las incontables secuelas del psicópata Jason para no menos que destruir la figura de uno de los personajes más icónicos del horror contemporáneo, un batiburrillo sin gracia que no puede sino contaminar al género con la desvergüenza de un producto que aprovecha la base argumental del primer Viernes 13 para no molestarse en contar nada, siendo más que una película una sucesión de sketchs, involuntariamente cómicos, en donde el pobre de Jason mata sin piedad a esos pobrecitos y siliconados jóvenes imbéciles que se atreven a pisar las cercanías del ilustre y mortal campamento de Crystal Lake para acabar despedazados por las manitas del marginado psicópata. Jason Voorhees es presentado aquí casi como un superhéroe que corre, salta y mata como si del mismísimo caballero oscuro se tratara, un planteamiento que cansa en su colección inagotable de clichés y esquemas repetitivos, no esperábamos originalidad pero sí, al menos, una pizca de entretenimiento.

Además Nispel viste con el clásico atuendo a nuestro celebre protagonista, mascara de Hockey inclusive, teniendo en cuenta que este no salía así hasta la tercera entrega de la franquicia, con la única excusa del mitómano abnegado, una secuela más que vuelve a poner en entredicho las escasas ideas de los cerebros hollywoodienses, un flaco favor al cine fantástico, al esquema ya agotado de asesinos en serie y al cine en particular, un gazpacho estrepitosamente malo.

LO MEJOR: Pues la verdad y por decir algo el alto contenido voltaico en cuanto a sexo y carne se refiere, destetes variados y silicona power para lo único potable de tan ínfimo subproducto y el larguísimo prologo, algo más de 20 minutos, en donde al menos no se llegan a las cotas de subnormalidad del resto del metraje.

LO PEOR: Todo lo demás, que no es poco y la caradura de vendernos esto como un revival de la inocente pero divertidísima reina de la casquería dirigida hace unos 30 años por Sean S. Cunningham, una obra maestra al lado de bodrios como este.

AUN PEOR: Que sus intenciones sean ahora destrozar la excelente y nada caduca Pesadilla en Elm Street del artesano Wes Craven, temblemos.
deivi
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