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España España · Barcelona
Voto de LennyNero:
2
Drama Hacia 1930, en un pequeño pueblo de Jutlandia occidental, vive el viejo granjero Morten Borgen. Tiene tres hijos: Mikkel, Johannes y Anders. El primero está casado con Inger, tiene dos hijas pequeñas y espera el nacimiento de su tercer hijo. Johannnes es un antiguo estudiante de Teología que, por haberse imbuido de las ideas de Kierkegaard e identificarse con la figura de Jesucristo, es considerado por todos como un loco. El tercero, ... [+]
25 de enero de 2009
104 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta complicado asomarse a la ventana de un film como Ordet. Ya no sólo por la complejidad de tomar una cierta perspectiva temporal con respecto a la obra de Dreyer, sino también, por la distancia que uno puede tomar con sus aspectos argumentales, y más cuando la visión ofrecida no sólo es lejana, sino contrapuesta a la que ofrece el director.

A diferencia de Bergman, cuyas obras planteaban un debate sobre la religiosidad, Dreyer ofrece un mensaje claro y directo que en ningún momento disimula o camufla. En este sentido se podría alabar su sentido de la honestidad, pero la cuestión que se plantea es si la manipulación sentimental es sincera o se trata directamente de un acto de propaganda fundamentalista religiosa.

No se puede negar la habilidad cinematográfica del cineasta en cuanto al manejo de la situación. Expone de forma meridiana y con concreción envidiable el desarrollo de la trama y las motivaciones psicológicas de los personajes. Sin embargo el relato peca de exceso de transparencia, o dicho de otra manera el alegato pro cristiano es de una intensidad que derrumba los muros de la sutileza para convertirlo en un acrítico monumento a la existencia de dios.

Es por este motivo que por momentos los diálogos, de presunta trascendencia espiritual acaban convertidos en una suerte de screwball comedy religiosa delirante, rayando el absurdo y que, junto a alguna interpretación absolutamente esperpéntica, resta toda seriedad al conjunto.

Dreyer no duda en usar un montaje de causa efecto para sus fines, basta con tomar el ejemplo del médico orgulloso de su ciencia y desacreditador de la espiritualidad para que en el siguiente plano todo el edificio científico quede destruido por un acto de dios que reduce a la nada las declaraciones racionalistas anteriormente expuestas.

Todo ello desemboca en un último acto donde la espiritualidad, por otro lado muy bien representada tanto a nivel simbólico por la inocencia de una niña como por el uso de luz, se funde con el melodrama más sensiblero. La puesta en escena, de sobriedad escénica, eso sí, nos presenta a un grupo de personajes entrando y saliendo de forma continua de forma un tanto teatral para que finalmente el cineasta no sepa muy bien que hacer con ellos y acabemos contemplando como personajes de presunta importancia acaban relegados a un segundo plano o directamente desaparecer fuera de campo. Todo ello desemboca en un clímax final de presunta redención por el amor y la fe, un desenlace telegrafiado desde el primer minuto del metraje pero que no deja de sorprender por su falta de escrúpulos y por su tosca ejecución. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LennyNero
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