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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
8
Drama Jean-Claude Carrière coescribe la adaptación de la novela de Atiq Rahimi, también guionista y director, que narra la historia de una mujer, en un país de Oriente Medio, que tiene que quedarse en casa a cuidar de su marido, herido en una reyerta y en estado de coma. La mujer, joven y con dos hijas, alterna el tiempo que pasa en la casa, evitando a las guerrillas que siguen luchando en la calle, con el tiempo que pasa con su tía, una ... [+]
15 de enero de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Afganistán esos seres inferiores, por los que Bush junior y sus secuaces se sacrificaron invadiendo el país, ¿recuerdan?; hablan con las piedras que prestan más atención que sus amos, los señores de luengas barbas y rosarios sin fin. Algunas de estas mujeres sin nombre tienen la suerte de poder desahogarse ante su propio marido, eso sí, cuando él se encuentra en estado catatónico. Hasta las rocas, pacientes, acaban explotando; ¿reventará el comatoso héroe de las guerras santas?.

El drama general del Afganistán bajo la égida de los talibanes, bendecidos y apoyados en su momento por USA, y muy particularmente el infierno que viven las mujeres, es lo que nos cuenta Atiq Rahimi, escritor afgano en el exilio que dirige su segunda película.
Efectivamente y salvando las distancias, los españoles no podemos por menos que acordarnos de la novela, adaptada posteriormente al teatro, de Miguel Delibes: Cinco horas con Mario; y de los reproches de una mujer insatisfecha a su marido, más cercano en el sueño eterno que en la vida conyugal.

La religión, la política, las relaciones y la cultura, que en el islamismo, como en cualquier otra creencia absorvente, más si es milenaria, tienden a confundirse e incluso a fundirse en una misma cosa, pasadas por el tamiz caprichoso del Corán y manipuladas por el poder conducen a los pueblos a la sumisión, el miedo y el feudalismo. ¿Qué más pueden pedir los cuatro listos, los que se hacen llamar señores de la guerra?
¿Quién, por acción u omisión, tiene fuerza moral para decirle a una mujer afgana que no hace lo correcto si decide actuar y ser dueña de su propia vida, si decide prender la mecha que dinamite su muro de lamentaciones?
Sinhué
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