Hasta que rodó la balada … Sam Peckinpah era considerado como un director para películas ultraviolentas, pero mantiene dos grandes temas presentes en las películas de Peckinpah, el canto a los perdedores y el retroceso moral conforme avanza el mundo moderno, matando el viejo oeste.
El argumento del film gira entorno a Cable Hogue, abandonado por sus excompañeros para morir en el desierto, pero, he aquí que encuentra agua, convirtiéndose en un prospero empresario sin dejar de ser algo así como un ermitaño que vive solo en el desierto, Cable representa el Héroe de las películas de Peckinpah, el vencido, cambian los tiempos pero el no, lo que le convierte en un inadaptado, pero lo que diferencia a la balada… con respecto a su antecesora grupo salvaje, y lo que a mi forma la hace mas poética y mas hermosa, es que mientras los forajidos del bunch, superan esa frustración de verse superado por los nuevos tiempos a través de la violencia, una violencia extrema, el viejo Cable supera y se enfrenta a esa inadaptación a través del amor a la prostituta y del perdón a sus enemigos, y es mas se reconcilia con el mundo cuando perdona a su enemigo y esta dispuesto a dejar el desierto para ir a San Francisco, cuando abandona el afán de venganza que le comía por dentro.
Destacar la grandisima interpretación de Jason Robads así como David Wagner y la sex-simbol Stella Stevens y el detalle de Peckinpah de darle el papel de villano a uno de sus secundarios L.Q. Jones.