Creo que son dos las cosas que más me irritaron y decepcionaron: su histriónica y egoísta protagonista y el exceso de relleno en la trama.
No entiendo porque Amoruso permitió ser retrada como una joven tan caprichosa. Tal vez por el factor entretenimiento, como dije arriba, o el simple hecho de que ella es así, pero sea cual sea la razón no resulta agradable seguirle los pasos a una “adolescente adulta” que cree que es divertido robar y faltarle el respeto a las personas y a la cual la serie trata como heroína.
¿Que de relevante tiene esto? ¿a dónde se dirige esta historia? y ¿por qué no se enfocan en el negocio?” fueron pensamientos constantes mientras la veía. ¿Qué acaso hay tan poco para contar sobre el laburo de las ventas por Internet? El romance, la amiga de comentarios “ocurrentes”, la hernia, el chico artista y su madre, todo sería aceptable si estuviera armoniosamente alineado con el tema central de la historia, pero no es así, la serie pasa más tiempo abordando estos asuntos alrededor de la vida de Sophia y utiliza de fondo la cuestión de la tienda online, que sabemos va en acenso gracias a algunas escenas y conversaciones sobre ello.

Lo últimos cuatro capítulos toman mayor fuerza y se sienten mucho más consistentes y maduros. ¿Será que los episodios anteriores fueron dirigidos en plan adolescente para estar de acorde al comportamiento de la protagonistas? No creo. El modo en el que representan el foro de discusión y el chat entre Sophia y Annie es genial, así como el capitulo sobre su madre, el punto de cambio en Amoruso, pues resulta ser igual de ensimismada que ella.

Además de los capítulos finales que elevaron la serie, el soundtrack y la producción son bastante buenos, pero eso no salva los primeros nueve episodios donde hay demasiadas escenas y hasta capítulos enteros que podrían ser desechados o por lo menos trabajados de mejor manera.
En resumen, esto podría haber sido una película.