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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
5
Western. Bélico. Drama Juan Miranda y John Mallory, un veterano del IRA, se conocen en México y planean trabajar juntos robando bancos. Un día dinamitan una prisión creyendo que era un banco. La explosión libera a los revolucionarios presos, y ambos se convierten en héroes de la revolución. Poco tiempo después, las tropas del gobierno, comandadas por el coronel Gutiérrez, comienzan a seguirles los pasos. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“¡Agáchate, maldito!” arranca con una cita de Mao seguida de la caudalosa meada de un Rod Steiger revestido de una espesa costra de mugre. La verdad, no se me ocurre declaración de intenciones más elocuente. Lástima de su desarrollo ulterior, de consecuencias nefastas para una cinta que acaba resultando ciertamente fallida.
Diríase que molesto con la deformación grotesca que otros realizadores de “spaghetti westerns” —denominación que le horrorizaba, todo sea dicho— y del “chorizo western” —versión castiza y más barata (todavía) de éste— habían perpetrado contra algunos rasgos de su inconfundible estilo, Sergio Leone parece hacer una caricatura de sí mismo, exagerando unos caracteres distintivos que ya había llevado al límite en la excesiva “Hasta que llegó su hora” (“C´era una volta il west”, 1968). De hecho, el propio Rod Steiger podría entenderse como el sosias pasado de rosca del inolvidable Tuco encarnado por Eli Wallach en “El bueno, el feo y el malo” (“Il buono, il brutto, il cattivo”, 1966).
La historia transcurre por una sana senda autoparódica hasta su último tercio, aproximadamente. A mi juicio, a partir de ahí pierde el norte en cuanto al tono, con sus protagonistas convertidos de pronto en (anti) héroes trágicos y un guion que va a avanzar a golpe de incongruencia y en el que la fotogénica revolución mexicana queda reducida a mera excusa para el derroche pirotécnico y los tiroteos multitudinarios, estos últimos ejecutados, encima, con asombrosa torpeza, excusable en un amateur, incluso en un debutante, pero ni mucho menos en un cineasta de la solera de Leone.
Definitivamente, con 45 minutos menos “¡Agáchate, maldito!” tampoco se contaría entre las obras maestras de su director, pero sí presentaría mayor coherencia, sin ese largo desmayo final ni los “flashbacks” a la Guerra de Independencia irlandesa con su sonrojante “sfumatto”, asimismo indignos de quien no hacía tanto había reinventado el género con la “Trilogía del dólar”.
Carorpar
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