Quien conozca a Spike Lee sabrá que es un beligerante director, cuya filmografía alberga peliculones, y que siempre suele dejar claro cual es su punto de vista. Eso sí, con independencia de esto último, no me atrevería a calificarla como un vulgar "panfleto", como hace un crítico de estos considerados como "de los entendidos", el cual escribe, en lo que se considera a día de hoy como un "panfleto", y el cual este último sí que está en plena decadencia - en cuanto a ejemplares cada día vendidos, al menos-.

Ahora centrándonos en la obra, decir que a pesar de que no es de las mejores del director, sí que, por este humilde escritor, se considera como una obra que resalta bastante de lo que se nos suelen ofrecer últimamente, y más desde aquella alejada tierra del otro lado del charco.

El filme es una "buena bofetada"; y además, nos recuerda que esa idea de esos pintorescos supremacistas blancos que parece que salieron de una procesión de Semana Santa, no está tan abandonada como uno se piensa. SPOILER.

El hijísimo trabaja bien, pero, si me diesen a escoger, destacaría más la actuación de Adam Driver. El elenco en general desarrolla su labor con gran pericia.

A su vez, con una dirección muy acertada la obra va fluyendo hasta eclosionar en un final que juega con el espectador. Lo mejor sin duda de ese guión.

Por último decir que la escogida banda sonora ("Ohhhhh Happy day") y los demás elementos que se fijarían en la "postproducción" para nada decepcionan.

Y sí, hay referencias al "Make America Great Again", pero qué narices, vuelvo a decir que estamos ante una de las de Spike Lee.


Gracias por leer.