Me gustó tanto ver "Jane Eyre" versión del 2006 que me dejó con el mono de ver otras versiones, y como en las críticas leí que la del 2011 superaba a la del 2006, ahí que fuí.

En mi opinión Fukunaga no supera a Susanna White a la hora de entretener.

Fukunaga tiene detalles muy buenos pero su defecto más grande es que no ha aprendido a transmitir al espectador emociones, parece como si contuviera la expresividad de sus personajes y de sus actores en pos de quizás cierta inexplicable simbología. Pero la magnifica elección de sus actores principales (Mia Wasikowska y Michael Fassbender) realizan el milagro de salvar esta película de un mayor fracaso, ya que a pesar de la sobriedad que se les impone logran en ciertos momentos librarse de ella y conectar con el mundo de los vivos, con el mundo de sus espectadores.