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Voto de rober:
3
3 de noviembre de 2015
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá esta película pueda tener su público entre quinceañeros ávidos de escenas subidas de tono (tampoco es que las haya, pero el film tiene una carga erótica evidente), y entre espectadores pusilánimes que no se planteen debates más profundos que el que deriva del patético discurso ético-moral que formula “Knock Knock”. Para mí, que me enfrentaba a la película con la curiosidad de quien lo ignoraba casi todo, esta obra no es más que una banalidad de 95 minutos. Hay que reconocer que el comienzo genera curiosidad, cuando menos. Desde que el “bueno” de Keanu Reeves abre la puerta de su casa a dos chicas perdidas en una noche de tormenta, ya sabes que ocurrirá algo. Pero Eli Roth desaprovecha esa fuerza narrativa, y la película deriva hacia lo chabacano y lo cutre. Cuando la situación estalla y las dulces muchachitas dejan ver su lado más psicópata, es precisamente cuando la película comienza a hundirse. Con eso está dicho todo…
Con un humor facilón, unos personajes vacíos y unas escenas bastante estrambóticas, la supuesta tensión va dejando paso a la indolencia, si no al ridículo. El argumento evoluciona con más agujeros que un colador, hasta llegar a un final inverosímil, metido con calzador, y totalmente incoherente con lo que hemos visto hasta entonces. Uno sale de la sala con la sensación de que el guionista se entusiasmó con la trama en una noche de insomnio calenturiento, pero que después no supo sacarla adelante. Como digo, es posible que la película tenga su público, pero yo la considero francamente prescindible. E impropia de un festival como el de Sitges.
Con un humor facilón, unos personajes vacíos y unas escenas bastante estrambóticas, la supuesta tensión va dejando paso a la indolencia, si no al ridículo. El argumento evoluciona con más agujeros que un colador, hasta llegar a un final inverosímil, metido con calzador, y totalmente incoherente con lo que hemos visto hasta entonces. Uno sale de la sala con la sensación de que el guionista se entusiasmó con la trama en una noche de insomnio calenturiento, pero que después no supo sacarla adelante. Como digo, es posible que la película tenga su público, pero yo la considero francamente prescindible. E impropia de un festival como el de Sitges.