Es cierto que esta película ofrece mucho menos de lo que sugiere y que naufraga en lo fundamental. Pero su planteamiento resulta simpático y acertado en algunos puntos, sobre todo al reflejar irónicamente la tentación que tenemos todos de solucionar las dificultades que entraña toda relación con otra persona echando mano a alguna fórmula mágica (ultratecnológica, en este caso) y fabricarnos un compañero a medida, con el físico y el carácter que más nos ilusione y, sobre todo, que siempre esté dispuesto a complacernos y a aceptar lo que nosotros hagamos o digamos. Es una idea que merecería una película mejor. No obstante, esta no es tan desastrosa como otras que en esta web tienen bastante mejor nota.