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Voto de Capitan Ahab:
6
Drama. Comedia. Intriga Un profesor de literatura francesa, desalentado y hastiado por las insulsas y torpes redacciones de sus nuevos alumnos, descubre entusiasmado que, por el contrario, el chico que se sienta al fondo de la clase, muestra en sus trabajos un agudo y sutil sentido de la observación. Este chico, que se siente extrañamente fascinado por la familia de uno de sus compañeros, escribirá, animado por el profesor, una especie de novela sobre esa ... [+]
8 de agosto de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La obra teatral de Juan Mayorga, El chico de la última fila, debe de ser una golosina para cualquier director escénico, pues la dinámica sucesión de escenas en diferentes escenarios, a los que nos conducen vertiginosamente los propios personajes con un mero cambio de interlocutor o de tema de sus diálogos, supone un reto para la creatividad de cualquier profesional, y la coherencia del conjunto está garantizada por la solidez de la obra. François Ozon traslada este modelo de narración a los recursos habituales del cine y se permite incluso imitar en dos o tres ocasiones el recurso teatral, haciendo que los personajes aparezcan y hablen en una determinada escena aunque en realidad “no están ahí”. Mayorga es probablemente el mejor autor teatral español de este joven siglo (lo que imagino que es tan poco significativo como decir que uno es el mejor futbolista de Libia o Albania) y esta es una de sus obras más consistentes, fruto de su peculiar formación “bipolar” como matemático y filósofo-literato. La película, aunque se llama adaptación libre, apenas varía más que algunos detalles de la trama, sobre todo en la última parte, buscando crear (tal vez innecesariamente) un mayor impacto en algunos momentos y en su conclusión. En lo esencial, asistimos a la misma historia-juego, donde un alumno adolescente con habilidades literarias fascina a su profesor de lengua con jugosas redacciones en las que documenta con espíritu de literatura-verité sus avances reales hacia la cuarentona estupenda Emmanuelle Seigner, madre de otro alumno de la clase. El profesor no sabe resistirse a la tentación de disfrutar y facilitar en lo que puede la labor de esa especie de cámara voyeur humana, una cámara que no sólo muestra sino que crea lo que muestra y que también se puede volver contra el que la utiliza.
Capitan Ahab
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